Internacionales

Venezuela, a la deriva en el Mercosur

"Yo navego en un barco sin rumbo, Porque no tengo mares ni puertos, Y miro las estrellas en el cielo, con celos, Porque no puedo alcanzarlas, están lejos"

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Mercosur

A muchos sorprendió el 22 de abril de 2006, la salida intempestiva de Venezuela de la Comunidad Andina (CAN), anunciada por el entonces presidente Chávez y formalizada por su canciller, Alí Rodríguez Araque, después de 33 años de permanencia en ese esquema de integración, la única región en la cual nuestras exportaciones no petroleras superaban las petroleras.  Esto fue como una suerte de “Brexit” local, un “Vexit”, pero sin referendo. Soy de la opinión que, para esa denuncia del Acuerdo de Cartagena, hubiera sido necesario sostener un referendo consultivo, puesto que en 33 años se incorporó al país (sobre la base del principio de Supranacionalidad) una legislación comunitaria, que no ha debido borrarse por sus implicaciones, de un solo plumazo.

II

El 18 de octubre de 2004 Venezuela, Colombia y Ecuador suscribieron con los países del Mercosur un Acuerdo de Complementación Económica (ACE59) para facilitar la libre circulación de bienes y servicios, que en teoría devendría después en un área de libre comercio entre las partes, que eliminaría todas las restricciones arancelarias y para arancelarias entre sus miembros. Surge la pregunta: ¿Si ya teníamos un acuerdo con el Mercosur, para que queríamos ingresar como miembro pleno?

III

Venezuela solicita ser miembro pleno del Mercosur y lo formaliza mediante un protocolo de adhesión el 4 de julio de 2006, pero como todas las decisiones en el Mercosur se adoptan por el consenso de sus miembros y Paraguay no estaba de acuerdo con el ingreso de Venezuela, no sería hasta el 31 de julio de 2012, que Venezuela ingresaría aprovechando una coyuntura política en la cual se realizó un juicio político contra el entonces presidente de Paraguay, Fernando Lugo, que terminó en su destitución y en la suspensión de Paraguay del Mercosur.

Días antes, cuando fue adoptada la decisión del ingreso de Venezuela por parte de Argentina, Brasil y Uruguay, el presidente Chávez diría: «Es un día histórico y hay que celebrar este día de hoy 29 de junio, día para la historia de la integración y de la ética. Es un ejemplo de política y ética para los enclaves autoritarios que aún quedan en América Latina, que son herederos de las dictaduras de las extremas derechas»(¿?)

«Es un ganar para todos. La ganancia es la integración y el fortalecimiento del Mercosur que había entrado en un proceso de debilitamiento peligroso»(VTV,29/06/2012)

IV

Sin duda alguna para aquel entonces, la alineación ideológica hacía atractivo para el gobierno venezolano el ingreso al Mercosur, haciendo caso omiso de las consideraciones y debilidades económicas internas, que se creía podían ser compensadas con la fiesta de ingresos petroleros, y del nivel de compromisos que implicaba para Venezuela su ingreso como miembro pleno.

Este ingreso implica básicamente la reducción de aranceles a 0 de todo el universo arancelario a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay (en proceso), la adopción del arancel externo del Mercosur frente a terceros países (listo), la adopción de toda la normativa vigente en el Mercosur (en proceso) y la adopción de todos los acuerdos del Mercosur con terceros países (nada se ha hecho).

V

Todo este proceso se ha llevado a cabo en momentos en los cuales las exportaciones petroleras y no petroleras están en su mínimo nivel. La economía brasileña es cinco veces más grande que la venezolana, la de Argentina una y media más. Brasil capta 40 veces más inversiones extranjeras que Venezuela y Argentina siete.

La adopción del Arancel del Mercosur por parte de Venezuela frente a terceros, implicó modificar el que teníamos en la CAN que estaba mas adaptado a nuestra realidad productiva. Subimos aranceles en muchos productos que no producimos y bajamos los aranceles en los que producimos o podemos o debemos producir (sobre todo en el sector agro-industrial). Adoptamos parte de la legislación del Mercosur en forma express durante 2012-2013 y otra parte ahora (En el último mes se han publicado en Gaceta mas de 140 normativas, algunas inclusive publicadas en portugués en la Gaceta Oficial de Venezuela), dificultando así los tiempos de conocimiento y adaptación a las mismas por parte de los destinatarios de éstas.

En promedio importamos del Mercosur anualmente más de $5.400 millones y apenas exportamos un poco mas de $300 millones, agotando en cinco productos el 80% de nuestra oferta exportable a esos países. Los tiempos promedio de exportación e importación en el Mercosur son de aproximadamente 17 días, mientras que en nuestro caso superan los 70 días.  

VI

Con la situación de la producción nacional, de las inversiones, exportaciones, clima para hacer negocios y pare de contar, el país no está preparado para competir en el Mercosur, pero tampoco en ningún otro lado.  El mundo avanza, Latinoamérica avanza, las iniciativas comerciales proliferan en la región (intrarregionalmente y extraregionalmente) y los países buscan como tomar ventajas de ellas, insertarse en un mundo cada vez más globalizado, no exento de amenazas, pero lleno de oportunidades para los que responsablemente y correctamente se preparan para ellas. Nunca la gobernanza, el buen gobierno, había sido tan necesaria en los países en desarrollo, como en este momento.

VII

En este instante hay una crisis en el Mercosur, por la adopción unilateral de la Presidencia Pro-Tempore por parte de Venezuela, en un organismo donde el consenso es la regla principal. El resto de los miembros del Mercosur objetan temas que van desde el cumplimiento de los compromisos de Venezuela en el Mercosur, hasta el respeto de las libertades democráticos y los derechos humanos. Los escenarios que surgen de esta coyuntura, pueden ser muchos.

VIII

La “brújula” indicando que el Norte era el Sur, hizo que se firmaran acuerdos comerciales con el caribe y Centroamérica en donde la reciprocidad prácticamente no existe. La “brújula” indicó que debíamos salir de la CAN y nos llevó al Mercosur. Hoy una vez mas, la rosa de los vientos se borró y la aguja extremadamente magnetizada, descalibró la brújula, dejando la orientación a la deriva.

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