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Sandra Yajure: "Lady Macbeth es la encarnación del mal"

Cantante y actriz, con trabajo y constancia Sandra Yajure se ha labrado una sólida carrera que por estos días corona con un papel que muchos quieren hacer al menos una vez en la vida: la Lady Macbeth de Shakespeare

Sandra Yajure: "Lady Macbeth es la encarnación del mal"
Daniel Hernández, Alejandro Cremades
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¿Se puede resumir la vida artística de alguien que no ha parado a lo largo de tantos años? Ella lo intenta. Por eso Sandra Yajure trae dos carpetas muy organizadas donde hay recortes de prensa que dan cuenta de muchas de las obras en las que ha actuado, programas de mano, volantes…

Sí, todo eso que existía cuando las cosas se hacían en papel.

– ¿Es tu egoteca?
– ¿Egoteca? Bueno… creo que sí…

Lo dice con un poco de pena. Y algo más de coquetería. Más que un archivo del ego –que no lo es- esos recortes que revisamos sentados en un salón de la Asociación Cultural Humboldt son documentos que dejan constancia del trabajo de Sandra Yajure como actriz y cantante, su currículo, su álbum de recuerdos, las estampas de una carrera que hoy ve coronarse interpretando un papel que representa una cumbre, una conquista del talento: Lady Macbeth.

“Para mí Lady Macbeth es el pináculo de los personajes femeninos en la dramaturgia inglesa”, dice emocionada: “Lady Macbeth es la encarnación del mal. Yo siempre he hecho papeles de buena o en comedia, pero nunca me había topado con un personaje cuya esencia y desarrollo está llena de una maldad inimaginable, una maldad movida por el poder y la manipulación de su esposo”.

Que ha sido un trabajo intenso, no hay dudas. Y el montaje de Macbeth, bajo la dirección de Federico Pacanins y con la actuación de José Tomás Angola, la llevó a explorar territorios por los que no había andado: “Es muy fuerte, sobre todo emocionalmente. Me conecto con cosas muy duras. Esa maldad tiene que ser convincente, que la gente casi sienta miedo de verdad al estar frente a Lady Macbeth. Pero al mismo tiempo hay que lograr que sea seductora. Tan seductora como una serpiente”.

El destino

Lo que no cuentan esos recortes de prensa es que Sandra Yajure hizo teatro por primera vez en el Colegio Teresiano, de El Paraíso. Allí fue a estudiar bachillerato y en lugar de anotarse en alguna actividad deportiva prefirió entrar a las clases de teatro que para entonces daba Roberto Gutiérrez, quien luego sería uno de los fundadores de la agrupación Skena.

12 años tenía Sandra y se presentó en un musical basado en Canción de Navidad, de Charles Dickens. Ahí conectó su primera pasión –cantar- con la actuación. El suyo era un talento natural: “Creo que empecé a cantar antes de aprender a hablar. Mi mamá tocaba polos margariteños y yo cantaba con ella. Luego agarré una guitarra y la tocaba. A los cinco años me inscribió en ballet. Y como a los seis me metió a estudiar piano en el Conservatorio de la Orquesta Simón Bolívar”.

La hija de Carmen Lares y de Edgar Yajure creció en un ambiente alimentado por el arte, el teatro, la música: “Mi mamá me llevaba a los conciertos del Aula Magna que hacían todos los domingos a las 11 de la mañana y era una cosa mágica sentir que los instrumentos sonaran de una forma tan armoniosa. Mi hermano toca violín y guitarra, y su hija mayor el piano y el saxo alto. La música se ha dado en la familia y ha sido un pilar fundamental en mi carrera como actriz”.

Sandra Yajure: "Lady Macbeth es la encarnación del mal"

Durante sus años de bachillerato nunca dejó de hacer teatro. Y fue el musical El mago de Oz, escrito por Basilio Álvarez, lo que la acercó a su primera experiencia “seria”. El grupo del colegio –llamado Clac- participó en el Festival de Teatro Estudiantil José Ángel Porte Acero en 1993. No obtuvieron el primer lugar, pero fueron premiados con la oportunidad de hacer una presentación en la sala Anna Julia Rojas del antiguo Ateneo de Caracas, que incluía una semana de preparación previa con gente como Xiomara Moreno, José Jiménez y Orlando Arocha. Ahí aprendieron de todo.

“Esa semana fue muy importante. Fue como entrar en otra dimensión del teatro”. Sandra era La bruja del Oeste: “Fue mi primera presentación en un teatro profesional. Cuando terminamos, salimos a saludar al público. Bajé la cabeza con el sombrero de bruja puesto y al subirla vi a la sala entera aplaudiendo y supe que eso era lo que quería hacer por el resto de mi vida”.

Hay que estudiar

Apoyo de sus padres tuvo para hacer teatro durante sus años de colegio. Pero de ahí a dedicarse totalmente a esto… No estaba tan convencida la madre: “Me llevaba a ver obras, a la ópera, a conciertos y con mucho esfuerzo a mis 15 años nos fuimos a Nueva York y pude ver Cats en Broadway. Pero nunca quiso que me dedicara a actuar”.

Le tocó entrar a la Escuela de Ciencias Sociales de la Ucab y tras los dos años de básico el profesor Antonio Cova la animó a tomar la carrera de Sociología: “Y me encantó”.

En la Ucab rápidamente se integró al grupo de teatro dirigido por Virginia Aponte, que terminó por resultarle muy exigente. Así que optó por una decisión “radical”. Cursando ya el tercer año, se inscribió a escondidas en la escuela de teatro Juana Sujo.

Su papá fue el cómplice necesario en la preparación para la admisión. Pasó el examen de conocimientos generales de historia, actualidad, dramaturgia, cultura y cuando llegó el turno de la prueba actoral le confesó el asunto a su mamá: “¡Socióloga y actriz de teatro, te vas a morir de hambre”, le dijo. Pero ya no había vuelta atrás. Quedó seleccionada y empezó su formación con Gilberto Pinto y José Gabriel Núñez.

Entre 1995 y 1997 completó sus estudios en la Juana Sujo y en 2002 obtuvo su título universitario con una tesis sobre el rol social del actor, para la cual hizo una serie de entrevistas a gente del medio como Horacio Peterson, Paul Williams, Héctor Manrique, José Gabriel Núñez y Leonardo Azparren… “Fue una tesis hermosa, mi plan es publicar algún día esas entrevistas porque creo que son muy valiosas”.

Mientras estudiaba en la escuela de teatro no podía participar en montajes, pero sí se estuvo en muchos escenarios porque formó parte –durante diez años- del Equipo Arte Integración, un ensamble coral que presentaba espectáculos musicales que, a su manera, involucraban la actuación. Y así, otra vez, juntaba sus dos pasiones.

“Se trataba un poco de actuar las canciones. Hicimos El ánfora roja, un show con boleros. Y presentando Aquiles va la navidad, con textos de Aquiles Nazoa, conocí a Federico Pacanins”.

De ahí en más, el listado de obras en las que participó Sandra Yajure es larga. Muy larga. Y si se le pide mencionar las más importantes para ella, la lista es así:

La canción de Caracas, de Federico Pacanins. La presentamos en el Teresa Carreño, en El Municipal y en el Teatro Nacional”.

Billo, una revista musical. Al principio cantaba, pero luego pasé a ser la cronista del musical en el que trabajamos con la Orquesta Municipal de Caracas. Esa experiencia de cantar con una orquesta representó un gran salto para mí”.

Duelista, una pieza sobre la obra de José Gil Fortoul escrita por Pacanins y dirigida por José Tomás Angola”.

Medida por medida, de William Shakespeare, mi primera obra de teatro clásico y en la que, además, tuve un rol protagónico. La dirigió José Tomás Angola. Es un texto importante sobre la justicia y el poder”.

El espíritu burlón, dirigida por Basilio Álvarez y en la que compartí con Alejo Felipe, Nohely Arteaga, Rafael Romero, Virginia Urdaneta y Catherina Cardozo”.

Casa de sangre y cenizas, una pieza de mi maestro José Gabriel Núñez, dirigida en la Sala Rajatabla por Shonny Romero”.

Alta traición, de Federico Pacanins, con un montaje maravilloso dirigido por José Tomás Angola. La hicimos en 2019 y ganó mejor dirección y mejor actor –Rolando Padilla- en los premios de teatro Isaac Chocrón”.

Y a partir de ahora, por supuesto, Macbeth.

En todo

Claro que en ese recuento faltan otros musicales: el montaje de Jesucristo Superestrella producido por Michel Hausmann; El violinista sobre el tejado y Los productores. También un poco de televisión: La mujer perfecta, Los misterios del amor, Nora

Y cine: “Hice el papel de una de las tres hermanas cuyas vidas se cuentan en la película Qué buena broma, Bromelia, de Efterpi Charalambidis, que rodamos durante 2018 y espero que se estrene pronto”.

macbeth

Cantante antes que todo, Sandra Yajure debía grabar un disco. Y lo hizo en 2017 a partir de un espectáculo musical llamado Yo soy en el que ella, Mirna Ríos, Gerardo Soto y Rolando Padilla combinaban canciones y monólogos referidos a sus carreras artísticas.

“Es un disco de versiones, de un repertorio conocido pero con arreglos de Albert Hernández y producido por Federico Pacanins y Magdalena Frómeta. Entre Federico y yo escogimos las canciones. Este era un sueño que tenía desde hacía mucho tiempo, uno de esos que tienes ahí y de repente un día se dan las condiciones y todo fluye”.

Socióloga y actriz… A Sandra Yajure, ya se ha visto, no le ha faltado trabajo. Y además de lo que ha hecho a lo largo de su carrera artística en este momento también da clases de actuación en el diplomado de la escuela Escénica y la Ucab y es asesora de programación en la Asociación Cultural Humboldt.

Y, claro, por estos días es Lady Macbeth: y hay que tenerle miedo. Al menos un poco.

Macbeth: 22, 23 y 29 de febrero. Y 1 de marzo. Sábados a las 4 pm y domingos a las 11 am, en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt

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