Opinión

Ser mayoría (desafío de antes y de ahora)

El reto para la oposición democrática en Venezuela sigue siendo el mismo de 2012 y de antes: qué hacer positivamente para enfrentar el autoritarismo y desencadenar el cambio político

Protestas marchas 2017 mayoría
AFP
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Nuevamente, tenemos en el panorama la realización de unas elecciones en Venezuela. Con partidos políticos descabezados y un nuevo Consejo Nacional Electoral entronizado, ambas cosas por decisión del TSJ, el chavismo avanza a toda máquina hacia los comicios pautados para el venidero 6 de diciembre.

Encuentro entre mis archivos un artículo que, en su momento, publiqué en El Nacional a propósito del desafío que representaba, para los adversarios del régimen, constituirse en mayoría en Venezuela. Lo escribí poco después de las elecciones presidenciales de octubre de 2012. A estas les siguió un evento que tuvo lugar en los espacios de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

Ser mayoría era el asunto que estaba sobre el tapete durante el último trimestre de 2012. Apenas concluyeron las elecciones presidenciales del 7 de octubre de ese año, en las cuales se impuso nuevamente el entonces presidente Hugo Chávez, comenzó a generarse en el seno de la UCAB una serie de reflexiones e intercambios de opiniones e inquietudes que desembocaron, finalmente, en un seminario de dos días, que se tituló “La política venezolana y la construcción de mayorías más allá de lo electoral”.

La fachada neoautoritaria

Esa actividad, que coordinó el investigador y catedrático Marcelino Bisbal, logró reunir a dos docenas de destacados analistas, académicos y expertos en política, comunicación y política socioeconómica.

Las elecciones de ese octubre, si bien tuvieron factores distorsionantes en el uso de los recursos del Estado en favor de una parcialidad política, dejaron en claro que persistía una conexión entre parte importante de la sociedad y el liderazgo del presidente Chávez.

La lectura de aquellos resultados, junto al llamado del organizador del seminario de ver la política más allá de lo electoral, configuraron un retador escenario para que los expositores presentaran, desde distintos ángulos, una agenda política, comunicacional, social y económica para consolidar, no una oposición, sino una genuina alternativa democrática ante un régimen cuya pretensión era, muy claramente, perpetuarse en el tiempo. Y eso no estaba reñido con la convocatoria de elecciones. Pero siendo estas solo una coartada que escondía la naturaleza autoritaria o neoautoritaria del régimen, como apuntara en esa ocasión el sociólogo Tulio Hernández.

El accionar ciudadano

Ante tal contexto, la respuesta ciudadana y democrática no podía ser cruzarse de brazos. Se trataba, justamente, de consolidar una mayoría políticamente activa. El objetivo: contraponer, desde las urnas electorales y otros espacios de la vida pública, un proyecto democrático frente a un régimen que lo era cada vez menos.

Aquel seminario, al que tuvimos oportunidad de asistir, propuso cuatro espacios de discusión claramente diferenciados: 1) ¿El liderazgo religioso de Hugo Chávez?; 2) El país desde lo electoral; 3) Política electoral versus política social; 4) El proyecto país en la encrucijada.

Producto de aquellos dos días intensos de debates y reflexiones se produjo el libro La política y sus tramas. Miradas desde la Venezuela del presente, editado por la UCAB y la Fundación Konrad Adenauer.

Una oportuna revisión

¿Por qué, transcurridos ocho años, es oportuno volver sobre este evento y sobre aquella discusión que giraba en torno a ser mayoría? Lo hago, básicamente, para dejar sobre el tapete la acertada capacidad analítica que ha exhibido la sociedad democrática, incluyendo a sus partidos y dirigentes políticos, así como a la intelectualidad y la academia. Lamentablemente, tal capacidad se ha enfocado en analizar lo que se hizo, lo que se dejó de hacer o lo que hizo el chavismo para imponerse.

Esa capacidad analítica, centrada en lo que ya pasó, no ha alimentado -ni antes ni ahora- la necesaria visión prospectiva y estratégica. No ha podido responder, de cara al país, si ya sabemos por qué ha ocurrido esto o aquello. Si tenemos clara la pretensión hegemónica del régimen o qué hacemos políticamente para hacerle frente.

El chavismo, como modelo de gobierno y de redistribución de la renta, fracasó. Y lo hizo estrepitosamente. Hoy, la mayoría está del lado del descontento y del anhelo de cambio. Sin embargo, seguimos careciendo de respuestas. Continúa sin aparecer la capacidad de amalgamar esa mayoría ciudadana, brilla por su ausencia una estrategia unitaria con objetivos factibles.

Volviendo a las discusiones de hace 8 años, el quid del asunto no era solo convertirnos en mayoría, que hoy lo somos, o efectuar un análisis/descripción de la situación (que nos sobran). El quid, antes y ahora, sigue siendo el mismo: qué hacemos con lo que somos para enfrentar al que nos domina, en aras de desencadenar el cambio.

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