FOTOS | Manifestantes llenan Plaza Altamira de Caracas en apoyo a Guaidó

«Si estás en contra del gobierno, también eres demócrata», «ayuda humanitaria ya», «no más muertes», «Venezuela libre», proclamaban los manifestantes en la concentración.
Distintas voces se unieron en Altamira en la nueva protesta convocada por el presidente del parlamento que la semana pasada se juramentó ante una multitud como «presidente interino», y en demanda de elecciones libres.
En la plaza se oían las diferentes lenguas de corresponsales extranjeros que están en Caracas para cubrir el acontecer político.
Algunos, los más recelosos todavía les preguntaban a los manifestantes si tenían miedo.
En los carteles y pancartas estaban escritas sus denuncias contundentes sobre la situación  de Venezuela y exigían atención a los derechos humanos. Los cientos de manifestantes, en su mayoría trabajadores, estudiantes y vecinos expresaban su actitud esperanzada por los últimos eventos.
Ya con el espacio a desbordar, un grupo de aproximadamente 15 personas desplegó una bandera de seis metros de largo, y recorrían la plaza. Sandra, de 43, quien era parte de esta procesión, corrió junto a sus compañeros de trabajo con sus tacones puestos y ropa de oficina.
“Aquí estoy luchando por mi país y especialmente por mi hijo de 15 años (…) tiene mucho temor de estar aquí por lo que estamos viviendo”, declaró.

Angélica Blanco también estaba ahí por su hija de un año, para que crezca, según dice, en la misma Venezuela en la que ella se crió. Trabaja para una empresa de recursos humanos del sector, pero se queja de que a pesar de que trabaja todos los días, su salario no es suficiente para costear el costo de la vida en medio de la hiperinflación.
“Estoy apoyando lo que está haciendo el presidente Guaidó”, explica, y dice estar “cansada de las injusticias” y de la separación de sus familiares causada por la migración forzosa.
Sus hermanas viven en España y manifiestan que quieren volver y así poder ver crecer a su sobrina. “Lo principal para que ellas regresen es que salga Maduro y puedan estar tranquilas en cuanto a la seguridad”, declara.

Hay quienes marchan por pérdidas más grandes

Selva Lovera es tía de Juan Pablo Pernalete, uno de los opositores asesinados, el 26 de junio del 2017 en una avenida adyacente a la plaza Altamira.
Su familia no ha perdido la esperanza en el derecho a protestar, ni ha dejado la calle desde la muerte del muchacho.
“Confiamos mucho en la lucha que él tenía, quería una Venezuela libre y solo tenía 20 años. Tenemos muchas esperanzas de poner fin a esta dictadura.”
No son los únicos con esa esperanza. Si a las 11:55 Plaza Francia parecía una rueda de prensa con numerosos periodistas extranjeros, rápidamente se fueron sumando ciudadanos que tenían en común sus motivaciones personales y las mismas demandas.
Ya con el Obelisco atiborrado, se le sumó una multitud que venía en desde el este por la avenida Francisco de Miranda, sosteniendo carteles que imploraban “No más dictadura”. La concentración extendía hasta Parque Cristal, un emblemático edificio de la zona.

El pasado 23 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se juramentó en una protesta masiva convocada por el partido Voluntad Popular y la dirigencia del parlamento.
Para Lorgia Villaroel, vecina de unos 80 años, toda Venezuela se juramentó con él y ahora el diputado constituye “una nueva esperanza”.
Muchos de quienes asistieron a la convocatoria aseguran que se unirán a los planes de la agenda política hasta que sea necesario. Por ello, la señora Lorgia asistirá a marchar el sábado 2 de febrero.
“Yo nací en democracia y en democracia debo de morir”.
Su hija, Ligia Marichal, incluso ve con optimismo una posible intervención por parte de los Estados Unidos, ya que se ha decepcionado varias veces de que cada vez que salen a manifestar los esfuerzos son obstaculizados por las Fuerzas Armadas Nacionales.
Juntas repiten la consigna de Guaidó: “No a la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. Su única preocupación es que en efecto se designe a una directiva imparcial para el Consejo Nacional Electoral (CNE), hoy controlado por el propio Maduro.

Las medidas sobre la mesa

Óscar Arnal, abogado y político de oposición, asegura que el cambio del CNE es la próxima medida de la Asamblea Nacional y que los partidos ya están preparándose para las elecciones democráticas.
Militante del partido socialcristiano Copei, Arnal fue candidato a la Alcaldía del Municipio Libertador en diciembre del 2017 hasta que se retiró, según el tweet en el que retiró su candidatura, “por la violación (a la Constitución) que significa exigir el carnet de la patria (un documento impuesto por el gobierno para controlar sus programas sociales populistas) y chequearlos en los puntos rojos” (toldos instalados por el Partido Socialista frete a centros de votación).
Ahora cree que la oposición está más unida en torno a la Asamblea y asegura que dentro de los partidos ajenos al gobierno se sabe que “no es un momento de disidencias internas de la propia oposición sino de actuar en función de los intereses nacionales.”
A Arnal le parece importante acudir al llamado de protestar por una salida a la “crisis dramática que vive el país” con lo que considera una institucionalidad fraccionada y un poder duplicado:
“Con dos presidentes, un presidente de facto y un presidente de juris; dos fiscales, uno en el exilio y otro en Venezuela; dos tribunales supremos, uno en el exilio y otro nombrado express y dos parlamentos porque la Asamblea Nacional Constituyente también legisla”, dijo.]]>