Internacionales

Oposición española ataca a Sánchez por manejo de crisis venezolana

Sánchez defendió las relaciones de su Ejecutivo con el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, al que se refirió como "líder de la oposición"

Pedro Sánchez. AFP / España
AFP |EFE
Publicidad

La oposición española convirtió este miércoles las relaciones con Venezuela en el foco de las críticas al Gobierno de Pedro Sánchez y la coalición izquierdista. El motivo: la polémica presencia de la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Madrid.

Sánchez y los ministros de Interior y de Transportes, tuvieron que responder este miércoles a una batería de críticas de la oposición en la primera sesión de control en el Parlamento del nuevo Ejecutivo, protagonizada por este asunto.

Sánchez reiteró que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, quien mantuvo un encuentro con Delcy Rodríguez en el aeropuerto, «hizo su deber», al evitar una crisis diplomática con el chavismo, ya que la funcionaria tiene prohibida su entrada a territorio de la Unión Europea debido a las sanciones contra altos cargos del régimen de Maduro.

Además, defendió las relaciones de su Ejecutivo con el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, al que se refirió como «líder de la oposición».

España, junto a una cincuentena de países ha reconocido a Guaidó como residente encargado de convocar elecciones democráticas en Venezuela y en la embajada española en Caracas está acogido como «huésped» del embajador el líder opositor Leopoldo López.

Sin embargo, cuando Guaidó visitó Madrid el pasado mes de enero, dentro de una gira internacional, no se reunió con Sánchez. En su lugar, se entrevistó con la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, lo que provocó las críticas de la oposición.

Delcy Rodríguez, munición para la oposición española

La filtración a medios de prensa españoles en enero pasado de que la vicepresidenta chavista había estado en el aeropuerto madrileño durante una escala aérea, pese a tener prohibido pisar suelo de la Unión Europea, y que allí se había entrevistado con el ministro Ábalos, causó una tormenta política en España que no ha amainado tras varias semanas.

Este encuentro, posteriormente confirmado por el Gobierno español, se produjo días antes de la llegada a España de Guaidó.

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en su respuesta a la oposición, insistió en que Rodríguez no entró en el espacio de la Unión Europea.

Pero la diana de la mayoría de las críticas fue Ábalos, a quien el Partido Popular (PP), Ciudadanos y Vox le pidieron la dimisión.

El ministro de Transportes, que estuvo respaldado en el Congreso por Sánchez y los demás miembros del Ejecutivo defendió sus actos al asegurar que logró «modestamente» que se cumplieran las restricciones de la UE sobre el régimen de Nicolás Maduro.

Ábalos, que además es el «número dos» del Partido Socialista (PSOE), consideró que en este debate solo es «una pieza instrumental» para la oposición. Además, acusó al grupo de convertir a Venezuela en un elemento más de desgaste para el Gobierno.

Relaciones España-Venezuela traspasan fronteras

Ábalos acusó a la oposición de «poner en cuestión» la credibilidad de España a nivel internacional y de tratar de enfrentarla con Estados Unidos. Sus palabras legaron en un momento en que hay tensiones por la aplicación de aranceles estadounidenses contra productos españoles y del resto de la UE.

Esta polémica con el chavismo traspasó las fronteras españolas y el pasado martes se debatió en el Parlamento Europeo. Ahí el Partido Popular pidió que la Comisión Europea iniciara un procedimiento de infracción contra España por haber permitido la presencia de Rodríguez en Barajas. Por su parte, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, rechazó la solicitud.

Este debate también ha llegado a Venezuela, y la Asamblea Nacional, presidida por Guaidó, solicitó al Congreso español una «exhaustiva investigación» de Rodríguez. También pidieron averiguar «los motivos detrás» de su encuentro con Ábalos.

Publicidad
Publicidad