Venezuela

Morir apuñalado: el horror que se repite en Caracas

En los últimos cuatro meses, al menos 40 personas han muerto en la capital venezolana después de haber sido heridas con un arma blanca o cuchillo. Este fin de semana dos sexagenarios fueron asesinados

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En Caracas, cualquiera empuña un cuchillo y perpetra un crimen, sin importarle la obvia consecuencia: un pasaje al infierno, o lo que es igual, reclusión en una cárcel. La coincidencia en los casos denota la gran descomposición social que vive Venezuela: es un miembro de la familia el que comete el homicidio.

El pasado sábado 6 de marzo, por ejemplo, Luis Díaz Padrón de 69 años de edad, terminó su jornada de trabajo cerca de las 6 de la tarde en la avenida Sucre de Catia, en el oeste de Caracas. Tenía un pequeño local en la antigua fábrica de clavos, en el cual, en horas diurnas vendía frutas, verduras, charcutería. En horas de la noche, le servía como morada para reposar. Tenía 20 años en ese lugar. Luego de cerrar, el hombre se acostó a dormir.

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En plena madrugada, cuando sólo se oye el andar de algún carro por aquella avenida y a los lejos el son de algún vallenato, sujetos armados con cuchillos irrumpieron en el negocio de Díaz para robar el dinero que hizo durante el día de trabajo. Al día siguiente, los vecinos de la zona dieron la alerta al dueño del local comercial, al ver que el domingo en horas del mediodía, el trabajador no abrió. El propietario fue hasta el negocio donde encontró el cuerpo sin vida con varias heridas en el cuello.

La versión de sus familiares en la morgue caraqueña, es que los sujetos pudieron haber tomado la decisión de cometer el homicidio al no encontrar un gran botín. Díaz tenía cuatro hijos que este lunes esperaban la entrega de su cadáver en el recinto forense. Sin mucha esperanza por lo que pudiera suceder, piden que encuentren a los responsables.

Puñalada en El Cementerio

Otro sexagenario fue asesinado este fin de semana, como consecuencia de varias heridas por arma blanca. Giovani Alexis León de 67 años, se encontraba cerca de su casa en Los Rosales, Parroquía Santa Rosalía, cuando trató de mediar en una discusión entre un hombre y una mujer. Sin embargo, en lugar de ayudar a apaciguar los ánimos, uno de los que discutía tomó un cuchillo en sus manos y le causó mortales heridas. El fallecido presentó lesiones  en el tórax y otras en la espalda. No conforme con esto, cuando León cayó al suelo, el agresor lo acuchilló en la cabeza.

León era jubilado. Tenía siete hermanos y una hija de nombre Giovaniza que esperaba su cuerpo en la morgue de Caracas. “Quiero que se haga justicia, la persona que cometió el asesinato es conocida en la zona, es un hombre moreno con un tatuaje, y lo conocen en el sector, se llama Jackson Requena Sosa”, afirmó la hija del infortunado hombre.

Una mujer que conocía a Giovani León pasó por el lugar justo cuando terminaba de suceder el hecho. Se estacionó y llevó en su camioneta a León hasta el hospital Universitario de la UCV, donde momentos después falleció.

Hallazgos de un femicidio

Esta vez la escena del crimen fue la población de Ospino, ubicada entre Guanare y Acarigua, en el estado Portuguesa, entidad que hace menos de 10 días vio como un hombre violaba, mutilaba y asesinaba a dos mujeres de 17 y 20 años, mientras que otro disparaba en la cabeza de otra mujer por no querer reanudar su relación sentimental.

Apuñalado

Maikelis Daniela Morales Pérez, joven de 22 años de edad, salió con su hija de la casa ubicada en el municipio Ospino, el pasado 22 de septiembre de 2020. La mujer se dirigía a la casa de su expareja quien le entregaría dinero para comprarle algunos medicamentos a la niña. Pasaron las horas de aquel día y Maikelis Daniela no regresaba al hogar. Quien sí se acercó fue Daniel José Martínez Flores, de 25 años, expareja y padre de la hija de la muchacha.

Daniel José alegó que su exnovia salió de su residencia, ubicada en el sector Negra Hipólita, caserío El Chigüire, con rumbo desconocido y dejó a la niña a su cuidado. La familia de la joven se vio sorprendida, pero, dejó a la niña con el hombre, quien al dar la espalda no sólo se marchó, bajo la mirada incrédula de aquel grupo familia, sino, que dejó el pueblo.

Pasaron algunas semanas y Maikelis Daniela no regresaba a su casa. La familia sospechaba de aquel hombre, pero, no tenía ningún fundamento para decir que éste había atentado contra la joven. Igualmente, se enteraron  de que Daniel José estaba en el estado Lara. Es entonces cuando en el mes de noviembre de 2020 acuden a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Quibor, estado Lara, para denunciar la desaparición de Maikelis Daniela y dar la ubicación de quien para ellos, podría tener alguna responsabilidad en el hecho.

A partir de allí, funcionarios de la policía científica van hasta la casa de Daniel José para hacerle algunas preguntas sobre la desaparición de Maikelis Daniela. Este tomó una actitud hostil ante los cuestionamientos de los investigadores. Incluso, trató de agredirlos físicamente. Como consecuencia, fue arrestado. De igual forma, y con el sujeto tras las rejas por ultraje al funcionario público, se le practicó interrogatorio a la niña, quien manifestó que su papá había golpeado a su mamá y la había lanzado al río.

La delegación del Lara le comunicó a su similar en Acarigua los hallazgos y funcionarios de esta entidad acudieron a la cada de Daniel José a realizar algunas pruebas de campo. Cuando los expertos científicos del Cicpc realizaron pruebas de luminol en la referida residencia, encontraron trazas de sangre, lo que los llevó a determinar que al menos en ese lugar algo violento había ocurrido.

Al interrogar nuevamente en Daniel José, este no tuvo otra opción que admitir que dio muerte a Maikelis Daniela. La habría golpeado con un objeto contundente en la cabeza. El presunto homicida fue trasladado desde Quibor hasta Ospino, para que llevara a los sabuesos hasta el sitio donde había enterrado a la mujer. Daniel José los llevó hasta el patio de la casa que abandonó tras cometer el crimen. Lugo de excavar el pasado fin de semana, fue encontrada la osamenta a la que se deben practicar exámenes de odontología y antropología forense para determinar la identidad de los restos.

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