“Tienen derecho a exigirle al gobierno de Maduro una explicación sobre el derrumbe de la producción petrolera, a pedir cuentas sobre el uso y el destino de la hacienda pública. Tienen derecho a confiar de nuevo en sus instituciones, a obtener medicamentos oportunos y poder hacer mercado con el fruto de su trabajo”, dijo desde el hemiciclo.
Moleiro lamentó el camino oscuro por el cual transita los medios nacionales, víctima en su mayoría de la mano dura del oficialismo, el cual ha hecho de la censura un aliado en su dinámica por cerrar ventanas desde la cuales se muestra la realidad del país
“Vivimos en un país que ha sido devastado y saqueado por la élite política dominante”, siguió.
A su juicio, el chavismo, “se ha decidido a escamotear, trastocar y adulterar el equilibrio institucional del país, una vez que pudo comprobar que la crisis que habían creado, crisis que fue advertida en incontables ocasiones por los expertos en economía, produjo un terremoto político que los dejó convertidos en una irremediable minoría”.
La sesión ordinaria también sirvió para discutir y rechazar la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, detenido desde el 26 de junio por su supuesto vínculo con un presunto plan organizado por civiles y militares cuya finalidad era generar un cambio en el mando político del país, así como asesinar a Maduro y parte de su equipo de trabajo.
Bajo el control de los cuerpos de seguridad del oficialismo, Acosta Arévalo habría sido víctima de tortura, según denunció la abogada Tamara Suju una vez lo vio durante su audiencia de presentación el día 28 del mencionado mes.
