Política

Moisés Naím: "América Latina es un continente rojo"

El autor de "La venganza de los poderosos" y conductor del programa "Efecto Naím" conversó con los miembros del Caracas Press Club sobre las amenazas que se ciernen sobre la democracia

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AFP/ Archivo

Un alerta que lanza desde su último libro “La venganza de los poderosos” el analista y escritor venezolano Moisés Naím es que la democracia es una especie en peligro de extinción.

Asegura Naím que la democracia está en amenaza de desaparición en el ecosistema político del mundo. Desde su lanzamiento, el pasado mes de febrero, el libro se ha convertido en una referencia global de quienes observan con preocupación el debilitamiento de las democracias occidentales y la aparición de nuevas formas de autocracias.

Sostiene en su libro que en todo el mundo las sociedades libres se enfrentan a un enemigo nuevo e implacable que no tiene ejército ni armada; no procede de un país que podamos señalar en un mapa; está en todas partes y en ninguna parte porque no está ahí afuera sino adentro. En lugar de amenazar a las sociedades libres con la destrucción desde el exterior, como lo hicieron los nazis y los soviéticos, amenazan con corroerlas desde su interior.

Para conversar sobre este tema, Naím aceptó la invitación que le hizo el Caracas Press Club (CPC) el pasado 9 de mayo, del foro virtual para intercambiar puntos de vista. Naím fue miembro fundador del CPC, sus artículos sobre la realidad mundial son publicados por los principales diarios de América Latina y es director y presentador de “Efecto Naím”, programa de televisión semanal sobre temas internacionales, transmitido en EEUU y Latinoamérica, además de contar con una amplia trayectoria en organismos internacionales.

Vuelta a la izquierda

Al ser consultado sobre lo que está ocurriendo en América Latina, expresó con preocupación que la región se va a mover a la izquierda en los próximos años: “Es un continente rojo”. Asegura que todo indica que Luis Inacio Lula Da Silva va a ganar en Brasil, Gustavo Petro pareciera tener la ventaja en Colombia y López Obrador en México está consolidado y con altos niveles de popularidad; Alberto Fernández en Argentina, y “el bochornoso presidente Pedro Castillo se mantiene en Perú, pero no lo sacan porque hay temor de que venga alguien aún peor, en términos de su barbaridad, primitivo e ignorante que es”.

Sobre Chile, señala el experimento del joven de izquierda Gabriel Boric en un país que fue modelo económico para el resto del mundo; un país pobre, chiquito y subdesarrollado que pudo crear una economía y sacó de la pobreza a millones de personas, pero cuyos conflictos lo condujeron a su inestabilidad actual. A pesar de eso, piensa que Boric podría tener la oportunidad de llevar a Chile a ser un país más manejable.

Necrofilia política

Para Naím lo que ocurre en Latinoamérica lo identifica con lo que denomina la necrofilia política. Es decir, esa perversión que sufren algunos seres humanos de una atracción incontenible por cadáveres. Este mal tiene su versión política: el amor ciego a malas ideas muertas. Es la adoración por ideas que han sido probadas en el mundo, que vuelven a ser probadas y siempre fracasan generando mayor miseria, desigualdad y corrupción.

“Solo basta escuchar a Gustavo Petro en Colombia, a Pedro Castillo en Perú, a Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, a Lula Da Silva retornando con ganas de revancha. Cuando se oye a López Obrador en México desde su programa en cadena nacional de televisión ‘Las mañaneras’ parece que se está oyendo a alguien del siglo pasado”.

Convivir con ideas distintas

Para la preservación de las democracias considera Naím que deben plantearse acuerdos entre grupos que no compartan las mismas ideas o hasta con gente que se detesta. El futuro de las democracias va a depender mucho de la capacidad de los sistemas de integrar a la gente que tiene diferencias.

“Si uno observa a América Latina se pregunta: ¿cómo hace un continente rojo para satisfacer esperanzas y expectativas de la gente en momentos en que la situación se va a ser aún más difícil?”. Resalta que el continente tiene a su favor los precios de las materias primas, que es la variable que más define su ámbito económico y político: “Cuando los precios de las materias primas, que son sus productos de exportación, están altos; los gobiernos de la región son más estables y menos estridentes, y cuando sus precios bajan se vuelven más autoritarios, menos funcionales y más represivos”.

Sostiene Naím que “hay dos tendencias mundiales que van a afectar a América Latina. Una, es la insatisfacción con la democracia y la otra, la inflación. Estamos viviendo un momento en el que gran parte de la humanidad nunca ha vivido con inflaciones altas salvo excepciones como Venezuela, Argentina, Turquía. Pero, en la mayoría de los países desarrollados, EEUU, entre ellos, hasta dos generaciones no la conocían. Los venezolanos sabemos muy bien lo que es la inflación y sus consecuencias políticas; lo duro y distorsionador que resulta. La inflación combinada con insatisfacción y frustración con la democracia es una combinación explosiva que va a estar con nosotros en América Latina. La inflación podría ser compensada por los precios de las materias primas que logren exportar y que podría dar cierta estabilidad económica a la región”.

Naím

Ucrania y el triunfo de las autocracias

En relación a lo que está ocurriendo en Ucrania y hasta dónde puede llegar Rusia existe la interrogante de si, al final, los regímenes autocráticos van a tener más peso que los gobiernos democráticos.

Naím afirma que la tragedia sangrienta de Ucrania va a tener algunas consecuencias buenas. Una será la derrota de Vladimir Putin. Podrá declararse vencedor; pero el resultado neto es que Rusia saldrá, a partir de ese conflicto como un país mucho más pobre de lo que era antes. Rusia ha perdido capital humano, cientos de miles de profesionales talentosos han dejado el país y seguirán migrando. Es un país con una economía muy pequeña en un territorio gigantesco.

“Para mantener el control Putin va a tener que recurrir a mayores represiones, por lo que no es un triunfo, todo lo contario, es un fracaso del autoritarismo sanguinario y cruel. Putin odia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Este organismo, que estaba a punto de desaparecer y sobre el cual Donald Trump dijo que no servía para nada y que había que eliminarlo, ahora está fortalecido, reformado y es un jugador importantísimo”.

“Otro elemento que surgió, y es una sorpresa, es que Europa descubrió que era una superpotencia y no lo sabía. La unidad entre los países le permite actuar como un jugador importantísimo en todo este proceso y lo logaron gracias a la unidad que no se quedó en los discursos en Bruselas, sino que se fueron adelante con una serie de decisiones determinantes. ¿Quién se iba a imaginar que Suiza iba a abandonar la neutralidad? No lo hicieron ni siquiera con Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora se declararon en contra de la Rusia de Putin. Los alemanes decidieron que van a gastar 2% de su PIB en fortalecer sus fuerzas militares, lo cual es muchísimo dinero siendo la tercera economía más grande del mundo”.

A su juicio, es una tragedia lo que está sucediendo en Ucrania; pero está teniendo consecuencias inesperadas en el panorama mundial. El discurso del 9 de mayo de Putin todos lo esperaban como algo importante en ocasión del aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, no pronunció la palabra “Ucrania” ni anunció nada significativo. Para Naím, Putin está contra las cuerdas. Tiene mucho poder y la posibilidad de colonizar regiones de Ucrania; pero en estos momentos está perdiendo la guerra.

Trump contra la democracia

Consultado sobre si los nuevos populistas podrían imponerse en democracias sólidas como la de EEUU, señaló que esta ha demostrado ser vulnerable y quizás podría ser transitoria. Como ejemplo recuerda lo que pasó el 6 de enero de 2021 con el ataque al Capitolio estimulado por Donald Trump, lo cual es algo muy grave que está siendo procesado y no se sabe que consecuencias tendrá.

“Lo que está pasando en EEUU está sucediendo en muchas partes del mundo. En las próximas elecciones Trump va a ser candidato. Si Trump llega a ganar las elecciones tendrá el control del Parlamento y la Corte Suprema, lo cual se agrega a sus tentaciones autoritarias ya conocidas”. Por lo que considera que “lo que está en juego en las próximas elecciones en EEUU no son las virtudes de un candidato A sobre el B, sino que un candidato se puede cargar a la democracia en EEUU. En ese sentido comienza a ser muy importante, no solo tener un candidato que a uno le guste, pero también impedir que un candidato antidemocrático, que va a socavar la democracia desde adentro para consolidarse y quedarse en el poder, sea el presidente del país más poderoso del mundo”.

Esa posibilidad no la ve remota. No está clara, pero el peligro está allí. Todavía hay millones de personas que creen en Trump. 74 millones de personas votaron por él, menos las que votaron por Joe Biden, pero es una fuerza política indudable. Tiene el control del Partido Republicano y ya trabajan en todos los centros electorales de EEUU para garantizar que la logística de las elecciones esté bajo su control.

Populistas trancan el juego

Uno de los aspectos destacados en su libro es la forma de operar de los nuevos autócratas. Señala que en los países donde se combinan “el populismo, la polarización y la posverdad un efecto que siempre ocurre es que se tranca el juego”. Se bloquea la gobernabilidad, en donde las dos o múltiples partes enfrentadas no aceptan dar legitimidad ni derechos al otro y están dispuestas a hacer lo que sea para que el otro no avance.

Resalta que incluso EEUU ya vivió eso antes y lo vivirá de nuevo en ese punto donde se tranca el juego en las cámaras. Donde los demócratas se sostendrán por dos años más en la Casa Blanca, pero no obtendrán la Cámara Baja que seguramente perderán en las elecciones pautadas para el 8 de noviembre y no se sabe qué pasará con el Senado bajo control republicano actualmente.

Cuidado con la burbuja

Una inquietud que resaltó durante el foro con Naím es si podría producirse un acuerdo para suspender o al menos limitar las sanciones financieras contra el régimen de Nicolás Maduro, dadas las conversaciones que algunos factores políticos y económicos de EEUU han promovido.

En ese escenario polarizado que se está dando en EEUU, no ve posibilidades de negociaciones con Venezuela. Más aún si los republicanos toman el control de la Cámara Baja. No ve ninguna simpatía ni entusiasmo por tener relaciones armoniosas con Nicolás Maduro.

“La normalización de las relaciones con Estados Unidos a la que aspiran sectores venezolanos que están cansados de las sanciones y tienen la esperanza de que se produzca cierta normalización, yo no veo esa posibilidad acá en Washington. No veo un acuerdo que facilite la relación de Estados Unidos con Venezuela. Hay una palabra que se ha puesto de moda: la burbuja, pero hay que tener cuidado de confundir la burbuja con el país completo. No se puede extrapolar una muestra muy peculiar y muy pequeña con lo que puede pasar en el resto del país”, concluyó Naím.

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