Venezuela

María Chuecos "la del coronaparty" responde a la jauría de las redes

María Chuecos, una modelo española que fue arrestada en Caracas acusada de violar la cuarentena por el nuevo coronavirus, durante una fiesta en Los Palos Grandes, da su propia versión y responde a los implacables ataques que recibe en redes sociales.

Publicidad
Foto: Cortesía.

María Chuecos es una modelo y estudiante española, radicada en Londres. También es una de las 18 personas detenidas recientemente en la denominada “coronaparty”, en Caracas. La han señalado de drogadicta, “enchufada”, de ser la paciente cero en Venezuela y hasta de prostituta. Ella tiene mucho que decir al respecto.

El pasado martes 31 de marzo fueron detenidas las 18 personas en lo que parecía ser una fiesta normal en Los Palos Grandes, un acomodado barrio residencial de Chacao en Caracas. La fiesta fue bautizada por la saña de las redes como «la coronaparty».

En el pequeño municipio Chacao se han detectado varios casos de Covid-19, y las autoridades municipales restringen la circulación de personas y vehículos.

La razón de las detenciones, anunciadas por la fiscalía del chavismo  fue una alegada violación de la cuarentena preventiva impuesta por Nicolás Maduro para intentar contener la epidemia.

Entre las personas detenidas figura María Chuecos Fernández, una mujer española de 24 años que es modelo internacional y estudiante. Su vida profesional la desempeña entre Milán y Londres, donde vive.

Algunos meses atrás viajó a México por trabajo y para celebrar su cumpleaños. Más recientemente  vendría a Venezuela, como “turista cero” (nunca antes había venido). En Caracas celebró con una amiga venezolana, a la cual conoció en la capital del Reino Unido.

Su vuelo fue desde la ciudad de México hasta Caracas, haciendo escala en Panamá.

A través de un contacto telefónico, ofreció esta entrevista a El Estímulo, y da su versión del escándalo que sacudió a las redes sociales en Venezuela en plena cuarentena y paranoia por el nuevo coronavirus.

“El plan era venir 5 días para celebrar en Los Roques el cumpleaños de una amiga”, dijo de entrada.

Y así lo hicieron, su llegada a Caracas fue el día 8 de marzo.

coronaparty

Tan solo habían pasado tres días después de la fecha en la que aterrizó el famoso vuelo de la aerolínea española Iberia, donde según el gobierno chavista, llegaron a Venezuela los dos primeros pacientes portadores de Covid 19, la enfermedad respiratoria desencadenada por el nuevo coronavirus.

Esos dos casos fueron detectados y anunciados por la vicepresidente de Maduro, Delcy Rodriguez.

Las amigas celebraron, como lo hacen muchos venezolanos y extranjeros pudientes, en el paradisíaco archipiélago de Los Roques. Regresaron el 12 de marzo a Caracas para encontrar el aeropuerto cerrado al tratar de regresarse a sus respectivos países.

“Nosotras eramos 5, una de Rumania, una de Marruecos, dos venezolanas y yo”, explica.

Al llegar se encerraron y estuvieron 16 días de cuarentena, según declara Chuecos.

Se resguardaron desde el día 13, cuando estaban programados sus vuelos para regresarse, hasta el día del evento en el que se vieron involucradas, la que sería bautizada como la «coronaparty».

La amiga que provino de Marruecos es Dj y quería en ese entonces hacer un “live”, en Instagram, para promocionar su música durante la cuarentena.

El grupo de amigas recibió una llamada de un amigo de unos amigos, invitándolas a participar en una cercana parrillada, o una “barbacoa”, como le dice Chuecos.

Ellas vieron una oportunidad de escapar del encierro sin arriesgarse tanto. Además, la ocasión era perfecta para que Dj Cuki, la artista marroquí, hiciera el anhelado “live” para sus seguidores.

“Sabíamos que era un riesgo salir pero queríamos ir a otra casa, hacer un plan diferente, pensamos que como ellos también estaban en cuarentena no corríamos un riesgo mayor. Nos equivocamos”, argumenta.

María afirma que de haber sabido a donde iba a parar la situación, ella y sus amigas no hubiesen salido de su casa.

Declaró atenerse a las consecuencias de lo que hicieron, por haber errado saliendo en plena cuarentena, e insiste en tratar de reparar los daños.

Pero afirma que las situaciones políticas que se desencadenaron en torno a este caso, tras el encuentro policial con el grupo de jóvenes, no le competen ni a ella ni a sus amigas. Por ende, no tocó el tema.

Según informaciones obtenidas de otra fuente, uno de los detenidos sería un distribuidor de carne que se encontraba en cuarentena junto a su esposa e hija y fue a esa residencia a vender sus productos para la parrillada.

Después de ser detenidas, las jóvenes fueron llevadas obligatoriamente a un CDI (centro ambulatorio de salud9). La situación fue difícil para las amigas, que no tenían más ropa que la que llevaban puestas y poco pudieron asearse, rememora.

“Las condiciones no eran las mejores pero sabemos cómo es. Debemos decir que los médicos y enfermeras nos trataron estupendamente”.

Por 4 días estuvieron internadas en la institución médica, en un barrio del norte de Caracas. Ahí les hicieron una serie de pruebas. De sangre, cultivos y placas de tórax, en busca de alguna posible infección posible. No encontraron nada. Las pruebas solo arrojaron resultados negativos.

“Se inventaron informaciones, que yo había traído de España el coronavirus y yo ni siquiera venía de España”, dice.

María Chuecos es de la provincia española de Alicante, de un pueblo donde había solo un caso del virus la última vez que estuvo ahí. Después de esa visita fue que viajó a México y luego a Venezuela.

Supuestas ocupaciones u oficios de María y sus amigas se han puesto a la luz pública, a través de las redes sociales, sin decir de donde sacan tal «información».

Son más bien presunciones de hechos, o tal vez ideas de lo que algunos gustan de pensar sobre ellas, señala.

María estudia inglés en Inglaterra, Dj Cuki, la mayor del grupo, tiene un grado en hostelería y un master en el mismo gremio, la rumana estudia negocios internacionales, también en Londres y una de las venezolanas estudia Art Bussines.

“No nos pagaron, no somos prostitutas, veníamos a celebrar el cumpleaños de mi amiga venezolana. Yo nunca había venido a Venezuela, ni siquiera nos íbamos a quedar en Caracas. Las personas con las que fuimos a Los Roques eran nuestros amigos”.

Ninguna de ellas, según declara Chuecos, está buscando o necesita que les paguen por viajar. Sus padres, bien acomodados, resuelven las necesidades que ellas tengan.

En Los Roques, cuando estuvieron, habían 3 fiestas distintas: la más notable era una de los reguetoneros. Allí capitaneaba “el Duque”, un intento de músico.

«El Duque» es hijo de un político venezolano llamado Elvis Amoroso, el Contralor del régimen chavista.

Otra fiesta menos ostentosa era de un grupo de «kitesurfistas», la tercera, era el evento privado de María y sus amigas, en celebración del cumpleaños de una de las chicas del grupo.

“Nosotras no estuvimos con ningún otro grupo que no fuera el nuestro en Los Roques y no pueden decir lo contrario. Hasta dijeron que me contrataron para un videoclip de reguetón y pues no, yo no hago eso”.

Posterior a esto, al llegar a Caracas, el gobierno tomó medidas preventivas con este grupo de amigas, ya que algunas eran extranjeras y además, venían de Los Roques, en donde una de las tres fiestas se prestó como foco de propagación del virus.

Entre las medidas, les recetaron un tratamiento con cloroquina, sustancia delicada que no debe ser mezclada con muchas otras, incluyendo el alcohol, por ejemplo.

“Tampoco somos drogadictas, todas empezamos ese tratamiento el 23 de marzo, por prevención, que duró unos 10 días”, agrega.

La matriz de opinión que involucra a las turistas con una supuesta red de prostitución y drogas en una «coronaparty», fue inventada por la periodista venezolana en el exilio Patricia Poleo y replicada en varias páginas web de chismes, argumenta.

“Todo empezó por esa Patricia Poleo. Ella ha sido la que dio toda la información falsa y a la que todos los links que nos difaman se refieren. No es una buena periodista. Una buena periodista da información real”.

María no habla de otra gente involucrada en la que fue bautizada por las redes como «la coronaparty», ni lo que se dice sobre ellos, cosa que todas aseguran desconocer.

Chuecos se refiere a la información de sus amigas y asegura que cuenta con las pruebas necesarias para que se vea, refiriéndose a Poleo, “que tan buena periodista es”.

También hubo una nota de voz que se viralizó y en el que con un lenguaje típico pero bárbaro, una mujer describía su versión de la «coronaparty».

La modelo y demás señaladas califican ese audio como un intento de llamar la atención.

El tema del audio es lo que más las perjudica a la luz pública, según Chuecos.

“¿Qué persona sabe que unas chicas pasan por una situación tan complicada y crea un audio novelesco sin saber absolutamente nada de nosotras?”, replica.

“¿Qué jeque árabe?” Se pregunta ella en referencia al relato de la nota de voz. “Ni me conoce”.

Las amigas denuncian que el nombre de la autora de la nota de voz es Vanessa Giannone, una mujer venezolana que reside en Miami.

María tiene miedo. Miedo a la incertidumbre que le proporciona el odio a su alrededor, miedo a que la culpen de algo tan grave como expandir una pandemia (siendo ella una paciente negativo y llegando dos días después del primer caso).

“Me sorprende que usen un virus para tratarlo como un delito. Además, a nosotras nos han hecho, desde que llegamos de Los Roques hasta el día de hoy, 8 pruebas en total, a cada una. Todas resultaron negativas para coronavirus”.

Las dos personas que tenían Covid 19 en la denominada “coronaparty” de Caracas, no formaban parte de ese grupo de amigas.

“Todo lo que han dicho sobre mí son chismes e información falsa. He recibido amenazas de muerte y de otros tipos. Entre las peores están las que me piden que me suicide”.

María es la más conocida y a la que más le afectó la situación y el escándalo de la «coronaparty».

Fue de la que más hablaron en las redes, asegura que la facilidad de escribir su nombre latino la hace un objetivo fácil en un mundo donde, según ella, todos buscan culpables.

“La gente me culpa porque se hayan infectado cientos de personas en Venezuela y no se aseguran de donde sale la información. La salud de mi familia, de mi novio y de mis seres queridos también está en riesgo”, dice.

En algún momento de su carrera, las redes sociales la impulsaron. Pero ahora ve esas plataformas como un puente de amenaza y acoso posible. Por eso ella y sus amigas borraron sus cuentas tras el escándalo de la «coronaparty».

“Primero te da para hacerte conocer y eso está bien, pero hay gente que no se alegra de lo que expones y al final, lo estés haciendo bien o mal, tu expones tu vida en redes”, afirma.

Asegura que la facilidad de amenazar “online” se debe a que cualquiera puede asumir cualquier identificación.

También considera alarmante ver proliferar en Venezuela actitudes impunes en contra de ellas a través del Internet. Ese tipo de ataques infundados a las personas son ilegales en otros países.

“Quisiera no haber ido a Venezuela, me voy traumatizada, con mi carrera destruida, con un disgusto muy grande y un malestar para mi novio y mi familia”, exclama.

Por razones de seguridad María pide no revelar su paradero. Asegura que actualmente está cumpliendo con todos los protocolos internacionales de aislamiento.

María Chuecos asegura que buscará mostrar las pruebas que le dan la razón y tratará de rescatar su imagen a como de lugar, tras la «coronaparty» que trastornó su visita a Venezuela.

Publicidad
Publicidad