Salud

Madres del JM de los Ríos: “Sufrimos al ver a nuestros hijos sufrir”

Catorce niños están a la espera de un transplante de médula ósea en el Hospital JM de los Ríos.

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FOTOGRAFÍA: REFERENCIA - DANIEL HERNÁNDEZ

Entre ellos está el hijo de nueve años de Zulema González, que tiene dos años esperando ser operado.

Zulema presenció cómo la seguridad del hospital le impidió el acceso a varias organizaciones no gubernamentales que iban a entregar donativos.

“Imagínate cómo me siento. Si mi hijo no tiene ese transplante, se muere”, dice con lágrimas en los ojos al presenciar que no se permitiera la entrega de algunos insumos en un contexto de escasez e imposibilidad de pagar lo que se encuentra.

El hijo de Zulema, por ejemplo, necesita un medicamento llamado Exjade que sirve para botar el exceso de hierro. AL no poder conseguirlo en el país, debe hacer “magia” para traerlo de otro país.

Otro ejemplo es que la prueba de compatibilidad que requiere para la operación cuesta 8.000 dólares. Dinero que Zulema no tiene.

Viene desde Río Chico, estado Miranda, cada semana o cada 15 días dependiendo de la salud de su hijo. Las últimas veces ha tenido que pagar hasta 10.000 bolívares diarios solo en pasaje y sin un lugar dónde quedarse.

Aunque reconoce que la Unidad de Hematología está mejor que la de otros hospitales, recuerda con dolor que el año pasado fallecieron ocho niños a quienes ella y su hijo conocían.

“Si yo veo que están falleciendo niños, en cualquier momento puede fallecer el mío”, dice.

Zulema clama por la ayuda humanitaria y porque la situación delJM de los Ríos mejore.

Ofreció su testimonio exponiéndose a que no la dejarán ingresar de nuevo. Esa ha sido la amenaza del personal de seguridad contra familiares de pacientes y el propio personal del centro de salud.

Aún así decidió alzar la voz por su hijo.

Igual lo hizo Amarelys Suarez. Su bebé tiene diversas patologías, entre ellas, labio leporino y una cardiopatía que requiere ser operada.

Sin embargo, “los médicos que realizan esa operación, se han ido del país”. Esa es la respuesta que le han dado en el Cardiológico Infantil Latinoamericano mientras que en el JM la respuesta es que no se cuenta con los recursos para dicha operación.

Amarelys dice estar desesperada. Viene de Barquisimeto, estado Lara. Ella vende galletas para sobrevivir mientras su esposo trabaja en una empresa del Estado devengando sueldo mínimo que “evidentemente, no nos alcanza para nada”.

“A veces, siento que voy a tirar la toalla pero lo miro y recuerdo que depende de mí y bueno, sigo luchando”, dice con su bebé en brazos esperando que la situación del país cambie.

Ambas madres piden que ingrese la ayuda “como sea», porque es necesaria. «Estamos sufriendo viendo a nuestros hijos sufrir”, expresaron.

Los médicos denuncian la falta de insumos y exigen que el hospital sea dotado con los insumos y con las plantas eléctricas, que no prendieron con el apagón del pasado 7 de marzo.

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