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Lava del volcán de La Palma hierve el mar y crea una lengua de piedra

La colada alcanzó el océano la noche del martes al miércoles en la costa oeste de la isla del archipiélago atlántico. Seguía cayendo sin pausa en el agua, generando "un delta de lava que poco a poco gana terreno al mar", según señaló el Instituto Español de Oceanografía.

Lava del volcán Cumbre Vieja, en La Palma llega al mar
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La lava que emana de la erupción en la isla española de La Palma y que cae al mar desde la pasada noche ha creado un «enorme delta» de aproximadamente medio kilómetro de ancho, mientras que el océano a su alrededor ha cambiado de color por los efectos del material volcánico.

Según la más reciente estadística del sistema de satélites europeo Copernicus, desde su erupción el pasado día 19 la lava del volcán Cumbre Vieja ha afectado a 744 edificaciones, de las que 656 están destruidas.

La superficie cubierta por el magma es de 267,5 hectáreas y los kilómetros de carreteras afectados alcanzan los 23,1, de los que 21,5 están destruidos, según este recuento, que corresponde a las 07.08 horas del 28 de septiembre.

Lava del volcán en La Palma llega al mar y forma un delta
TIJARAFE (LA PALMA), 29/09/2021.- La colada del volcán de La Palma, que llegó al mar la pasada noche, ha formado un pequeño delta de lava. EFE/Ángel Medina G.

Lava al viento

Desde el buque Ramón Margalef, que se encuentra a un kilómetro de distancia de la colada y que está en La Palma estudiando los efectos de la erupción, Eugenio Fraile, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), explica a Efe que la lava cae de forma tranquila al mar.

Solo en el momento de contacto entre el material volcánico y el mar se forman pequeñas nubes de gases, que son transportadas por el viento, pero que se diluyen rápidamente, explica el científico, jefe de la misión del IEO en La Palma.

Lluvia de cenizas

Lo que sí es abundante es la ceniza cae y que ha obligado a cubrir los instrumentos de investigación de los que dispone este buque.

Fraile indica que también se ha constatado una decoloración del océano y se unen áreas en turquesa y otras marrones, especialmente en la zona cercana a la lava.

El científico señala que en la zona de los acantilados donde ha caído la lava también se ha producido un pequeño derrumbe.

Valora que antes de la caída al mar de la lava hayan podido realizar una batimetría del «punto cero» en el que ahora se acumula el material volcánico en forma de un abanico abierto.

De las muestras recogidas se ha hecho un análisis químico, biológico y microbiológico que será comparado con lo que se obtenga «del punto uno» y se sabrá cómo se comporta el océano ante un fenómeno como este.

En su opinión, esta erupción volcánica es un tragedia medioambiental, pero también social en la isla de La Palma.

La ciencia como ayuda

Los investigadores y la tripulación del Ramón Margalef, desolados por las consecuencias de este proceso volcánico, están convencidos de que la única manera de ayudar es «haciendo ciencia» y sacando las mayores claves científicas de cómo se comporta esta erupción.

Según Fraile, «sí o sí» en el archipiélago español de las Canarias se volverá a vivir una erupción volcánica y la ciencia puede ayudar a minimizar sus efectos.

La actual erupción es una oportunidad para conocer «una pieza más del puzle» de estos procesos naturales y disponer de instrumentos más precisos «para adelantarnos a sus efectos», añade.

Cosechas perdidas

Más de 6.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares, pero hasta el momento no ha habido heridos ni muertos, aunque sí graves daños materiales.

La lava ha arrasado ya 656 edificaciones –no todas viviendas– y cubierto 268 hectáreas, según el sistema de medición geoespacial europeo Copernicus, citado por la agencia AFP.

«En toda esa extensión no queda nada más que lava, el paisaje será otro, la devastación es tremenda (…) La isla de la Palma en esa zona es otra isla», se lamentó el presidente regional canario, Ángel Víctor Torres, quien detalló que las coladas han llegado a tener un ancho de «600 metros».

La Palma, cuya principal actividad económica es el cultivo del plátano, o banano, produce un tercio del total de las islas Canarias. «La cosecha actual está perdida por completo», señaló Torres.

Los expertos calculan que la actividad puede durar varias semanas, incluso algunos meses.

Las dos erupciones precedentes en La Palma ocurrieron en 1949 y 1971, provocando la muerte de tres personas en total, dos de ellas por inhalación de gases.

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