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Las horas más oscuras

Cuando se creía que la muerte del expresidente de la FVF, Jesús Berardinelli, era el punto más bajo del fútbol venezolano, aparece una Junta Normalizadora que lo ha empeorado todo

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Las horas más oscuras

“Darkest Hour”, en inglés, es el título de una excelente película de 2017 que revela los primeros días del gobierno de Winston Churchill como primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial, justo en el momento en el que el dominio de la Alemania nazi sobre Europa era probable.

Las horas más oscuras para Churchill en aquel momento, las horas más oscuras para el fútbol venezolano en la actualidad. Cuando se creía que con la controversial muerte de quien fuera presidente de la FVF, Jesús Berardinelli, se había tocado lo más profundo del fondo, aparece una Junta Normalizadora que con sus acciones hace honor a su epónimo: mantiene la normalidad de las cosas, no las ha transformado para bien.

Alguien en Twitter me llamó iluso cuando hace un tiempo aplaudí con optimismo la conformación de una Junta Normalizadora en la FVF, bajo la óptica de FIFA. Creí que su nombramiento, independientemente de los nombres que la conformarían, serviría para dar inicio a las necesarias y urgentes transformaciones que amerita el fútbol venezolano, sumido en la más profunda crisis financiera e institucional de su historia. Y me toca bajar la cabeza y darle la razón a ése amigo que, a tono burlesco, me llamó iluso. Me equivoqué.

Las muestras de incapacidad de gestión han quedado evidenciadas en las últimas acciones. Una entidad que en los tiempos de Rafael Esquivel decidió cerrar la posibilidad de patrocinio privado con un portazo en la cara a quienes venían sosteniendo con su financiamiento a las selecciones nacionales, ahora se ahoga en deudas y no encuentra la manera de salir al paso para hacer reflotar económicamente al único elemento que une a una sociedad políticamente dividida: la Vinotinto. No hay quien venda. No hay quien lo haga atractivo publicitariamente. Dárselo a otro ha sido la “solución”.

No han encontrado la manera de financiar el proceso de selección Sub 20 y la decisión ha sido entregarla a terceros, lo que condujo al peor desaire hecho contra un profesional del fútbol en Venezuela como José Hernández. La FVF, el ente que por estatutos de la FIFA rige el fútbol en Venezuela, ya no hace eso. Se ha convertido en una mera figura depositaria de mandatos y ordenamientos, pero todo el financiamiento que debe otorgar al conjunto de selecciones nacionales ha quedado en manos de factores externos a la federación. Las cosas ahora se harán como las diga el que pone la plata. ¿Para qué existe entonces un ente federativo?

Hace unos días le dije a José Hernández, el técnico que ha dejado de serlo en la selección nacional Sub 20, que su poca “malicia” y el ser tan buena gente, le ha costado no haber crecido más en el fútbol nacional. Un tipo con su experiencia y conocimientos, ha quedado como una servilleta usada por la FVF, que le dejó a la deriva sin poder seguir dirigiendo y al que de paso, le debe un año de salario. Ha irrespetado a quien siempre acudió para asesorarse, a uno de los activos más valuados y reconocidos que tiene nuestro balompié. Una maniobra que le aparta del camino sin otra razón que no sea que ya la selección nacional Sub 20 pertenece a quien la financia. Eso sí, desde la perspectiva moral, la que más valor tiene para la integridad del ser humano, José ha quedado incólume, fortalecido. Es un hombre de principios y ahora más que nunca lo ha demostrado.

Seguimos en las horas más oscuras.

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