Venezuela

La Ponderosa, una manera diferente de ver al adulto mayor

Esta casa hogar fue fundada por Firu Anselmi y el médico Aquiles Salas que notaron la falta que hacía una institución realmente capacitada para atender al adulto mayor, con personal entrenado en las enfermedades de este grupo poblacional, con actividades que los estimulen y con afecto

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Daniel Hernández

El término “ponderosa” nada tiene que ver con ponderar y mucho menos con polvorosa, al googlearlo (con hambre, si pensaste en una polvorosa de pollo), verás que ponderosa se refiere a algo “que pesa mucho o que se hace con mucho cuidado”.

La segunda parte de la definición es la razón del nombre de La Ponderosa, una casa hogar fundada hace poco más de una década. Entre sus paredes se atiende, con más que cuidado, a adultos mayores.

Sus fundadores, Firu Anselmi y el doctor Aquiles Salas, notaron la falta que hacía en Venezuela una institución que atendiera las necesidades del adulto mayor. Y no solo dignamente, que aseguran es el factor diferenciador de toda su estructura, sino a nivel especializado en enfermedades cognitivas degenerativas mayores.

De este vacío en las casas hogares nació la voluntad de los dos de crear el proyecto. Hoy La Ponderosa, ubicada en Las Mercedes, Caracas, tiene la capacidad de hacer diagnósticos, efectuar evaluaciones y mantener a sus pacientes en terapias ocupacionales, fisioterapias y cuidados personalizados.

Dignificar al ser humano

No hay que edulcorarlo. Un adulto mayor puede sentir que su vida está llegando a su fin. Por eso la intención del proyecto, según Anselmi, es aumentar la calidad del tiempo que les quede a quienes acuden al lugar.

“Buscamos dignificar al ser humano. Hacer que se sientan de nuevo como una vida sucediendo y no como una deteriorándose” declaró a El Estímulo.

Todas las fotos son de Daniel Hernández

Según ella, en muchos casos la familia no sabe cómo tratarlos. Se normaliza una falta de paciencia que viene de la frustración que genera ver al adulto mayor afectado a nivel cognitivo, de acuerdo a la socia de La Ponderosa.

“Las terapias con la familia son fundamentales, porque educan al cuidador o a la persona que más se relaciona con los pacientes en la manera ideal de tratarlos”

En ese trato y ese poco tiempo, una preocupación de cualquier familiar es si su ser querido es feliz. Difícil de definirlo, pero el personal asegura que sí lo son.

A nivel operativo, cada paciente cuenta con cuidadores y enfermeras. Se suelen confundir los trabajos de ambos y hasta los mezclan, pero en La Ponderosa no.

La enfermera (en su mayoría mujeres en este lugar), es especializada. Está acostumbrada a la enfermedad. Se encarga de monitorear la salud del paciente. El cuidador, en cambio, asiste en las tareas básicas al adulto mayor y está entrenado en el manejo de crisis.

Enfermedades comunes

Varios ancianos que padecen de enfermedades fronto-temporales, donde el Alzheimer es la más común, pero hay muchas más presentes, encuentran  paz en La Ponderosa.

Mucho menos nombrada, la Demencia con cuerpos de Lewy se basa en depósitos inusuales de alfa-sinucleína (una proteína) en el cerebro. Las partes afectadas normalmente se relacionan con la memoria, el pensamiento y movimiento. Se ha atendido esta enfermedad ahí. También la de Huntington, que provoca el desgaste de células nerviosas en el cerebro.

Están capacitados para las mal llamadas “enfermedades de viejo”, siempre que no haya un cuadro psiquiátrico severo.

Entre su personal, además de aquellos que acompañan a los pacientes día a día, cuentan con psicólogos, una neuropsicóloga, un médico general y fisioterapeutas. Ellos actúan según las necesidades específicas de cada caso.

Una semana en La Ponderosa

Entre lunes y viernes, se concentra la actividad más “fuerte” para estimular a los ancianos lo más posible, sin agotarlos.

Pueden incorporarse al área de arte, construir modelos bajo supervisión, hacer rompecabezas 3D, juegos didácticos de palabras, manualidades, cálculos sencillos y ejercicios de formación de oraciones, entre otros.

Hay tareas simples que especialistas han concluido que les emociona participar y también los estimula. Esto va de la mano con las anécdotas de La Ponderosa: doblar la ropa o “ayudar” a recoger la mesa después de comer. La música hace un gran acto de presencia en sus vidas. Durante el día casi siempre está sonando una canción en algún lugar de la casa.

Los jueves hay una visita regular del médico general y del doctor Aquiles, segundo socio de La Ponderosa. Se les hace revisiones y exámenes si corresponde, se ajustan medicamentos y se comunica a la familia si hay algún arreglo.

De contar el paciente con médico externo, se busca establecer un canal de comunicación sólido para formar un buen equipo de trabajo.

Atención médica

En este aspecto, un problema típico es que los pacientes están sobremedicados. Suelen sedarlos, como error común, especialmente cuando quien administra las medicinas no es profesional.

La neuropsicólogo encargada de monitorear, entre otras cosas, el nivel de progreso de la enfermedad, es Katherin Vergara, egresada de la UCV y con estudios en la Universidad de Salamanca.

Son tres socios quienes componen la junta directiva: Otto Marx, Aquiles Salas y Firu Anselmi. La última, abogada de profesión, cumple con el rol de gerente de Operaciones, aunque ella se describe humildemente como “la ama de llaves”.

Es más. Se pasea por toda la casa como si fuera la suya propia, saludando y tratando de entretener, atender o simplemente acompañar a los “viejitos”.

Para atender a los que llegan tienen diferentes planes. Hay veces que acuden al sitio solo para hacerle un diagnóstico a un adulto mayor o una evaluación cognitiva.

Las estadías permanentes se manejan con un solo pago adicional a una inscripción única, que incluye las evaluaciones y la “construcción” del tratamiento.

«Day care» y cuartos tipo hotel

En La Ponderosa cuentan con una nueva modalidad de “day care”, una especie de guardería para los ancianos. Quien desee participar puede hacerlo mediodía, 5 días a la semana desde la mañana hasta la tarde o solo asistir a terapias específicas.

Tienen alto nivel de demanda por la calidad y especialmente, por el ambiente de familiaridad que se respira en La Ponderosa. Actualmente hay pocos cupos para estadías permanentes y tienen un poco más de disponibilidad en el day care.

Los que deciden vivir en esta amplia casa, ubicada a pocos metros del Tolón Fashion Mall, ocupan habitaciones con concepto hotelero, incluso se les dice a algunos que están en un hotel, para que el cambio no impacte tanto.

Los cuartos cuentan con camas y baños privados y se les hace el mantenimiento diario correspondiente.

“La persona que ha vivido con un adulto mayor en un cuadro de enfermedad cognitiva degenerativa, sabe que el adulto se despierta, vigila, porque tiene miedo o simplemente por horarios invertidos”, establece Anselmi.

Por esto, los adultos son monitoreados las 24 horas del día, sin que esto sea un proceso invasivo.

Visitas a cualquier hora

Las visitas también se pueden realizar en cualquier momento del día. Eso, como establece una de sus dueñas, es una regla de la casa. Los familiares pueden visitar cuando quieran a un paciente, apelando a su buen juicio.

Como anécdota, Firu Anselmi compartió que manejaron el caso de un familiar de un piloto que “tocaba tierra” e iba a visitar a su mamá. Una vez se quedó dormida con ella, al costado de su cama y se le dejó dormir, tranquilo.

Mucho enseñan, según ella, los adultos mayores. Como suena a cliché, debe tener mucho de verdad. Las risas no se agotan en La Ponderosa y de aquellos que saben olvidar, se aprende. Las angustias se convierten en otra cosa y los problemas son pasajeros. Estos adultos mayores tienen necesidades afectivas importantes.

La Ponderosa busca también hacer manejable esta carencia que viene con la edad.

Cuando los hijos están lejos

Por la migración forzada o elegida, cualquier casa hogar ha lidiado con adultos mayores separados de su núcleo familiar y ellos no son la excepción.

Para esto, facilitan dispositivos a los pacientes para conectarse e incluso piden constantemente videos de saludos, eventos importantes, fotos, etc. Aunque no sustituyen la presencia, por lo menos aliviana la distancia.

La comida, según Firu Anselmi, es fundamental. No pueden tener hambre ni tampoco comer mucho por obvias razones. A veces se les olvida comer o se les olvida que ya comieron y en ambos casos hay que estar pendientes.

En esta, como muchas otras cosas, según los profesionales de la casa, no se les puede contradecir abiertamente, porque se descolocan.

Con 3 comidas al día, más meriendas a media mañana y en la tarde, los pacientes se ven satisfechos en este aspecto.

Como dicen con otras condiciones, estas enfermedades se monitorean, al igual que su progreso, pero no son curables. Los pacientes y el entorno tienden a desarrollar resistencia al tratamiento, pensando que todo está perdido.

“Hay muchos tabús también, la gente piensa: ‘¿cómo voy a meter a mi viejo en un lugar ajeno?’, pero en realidad son pocos los lugares acondicionados para esta atención, pocos hogares lo tienen por ejemplo. Por eso no solo nosotros, debe haber más motivación para que exista casas hogares como esta” establece Anselmi.

En resumen, lo que se busca con el paciente es mantener las funciones que se vienen presentando de buena manera, el desaceleramiento de la enfermedad y que sea lo que les quede de vida, lo vivan a plenitud.

Lo único que nos faltaba era preguntarle a la gerente de Operaciones si ella misma “metería” a su madre, por ejemplo, en la Casa Hogar La Ponderosa.

“Si. Porque yo sola no la puedo cuidar así, de tan buena manera”, respondió.

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