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#Prostitución forzada

La prostitución en Venezuela, un mal negocio

A ella la llaman “Bola de Nieve”, pero su seudónimo nada tiene que ver con su apariencia; ella es una mujer de 19 años de edad, morena, alta, delgada, con unos senos firmes y naturales que no han sido tocados por ningún bisturí, de una piel tersa, su pelo negro como el azabache le cae de forma natural hasta la mitad de la espalda, las uñas de sus manos y pies son impecables, viste un vestido blanco, que se ciñe a su perfecto cuerpo como una segunda piel, acompaña su atuendo con una cartera roja que hacen juego con sus sandalias de un alto tacón, completa su presentación con un perfume cuyo olor invade los espacios donde llega y en los que no puede dejar de ser desapercibida. Es una mujer bella, parece una alta ejecutiva de una importante empresa, es tan bella que parece una reina de belleza. Pero no es una miss, es una dama de compañía. Es una prostituta.

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