Hay un debate tormentoso y constante entre los opositores venezolanos al régimen encabezado por Nicolás Maduro: el de si se va o no se va a elecciones, sean presidenciales, parlamentarias o regionales. La discusión hoy es si se participa o no en las regionales del 21 de noviembre.
Dos parlamentos, dos Fiscales Generales, dos Tribunales Supremos y, ahora, dos Presidentes de la República. En la actualidad, el Estado venezolano está dividido en sus poderes públicos, con excepción del Poder Electoral. Ciertamente los dos órganos en el exilio, por esta razón, no han llevado a la ruptura de la unidad del Estado, incluso, la Asamblea Nacional (AN) como Poder Legislativo legítimo, había estado neutralizada por el resto de los poderes, hasta enero de 2019.
La que fue una enorme movilización en la capital y que tuvo como destino la plaza Juan Pablo II de Chacao, terminó con un hecho que podría marcar un antes y un después en la política venezolana. Al cierre de su discurso, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, se juramentó como mandatario encargado del país.
El rechazo de los principales partidos de la oposición venezolana a participar en las elecciones de alcaldes de diciembre aumentó la incertidumbre sobre el desenlace de la crisis, ahora con las presidenciales en el horizonte.
El politólogo Luis Salamanca afirma que Venezuela sufre un "descalabro descomunal" en términos económicos, lo cual la ha colocado en una situación de involución. En lo político sostiene que la oposición debe asegurar las elecciones regionales en 2017.
El politólogo y ex rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), Luis Salamanca, resaltó que el Gobierno logró quitar de la agenda el referendo revocatorio y que se está intentando dejar fuera de juego a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD): “Por primera vez en dos años la agenda la está imponiendo el Gobierno”.
El abogado, politólogo y ex rector del CNE, Luis Salamanca, advirtió que las autoridades del ente electoral están llevando a cabo un plan para alargar y crear nuevos procedimientos con el fin de evitar el referéndum en 2016: "El CNE se ha tomado más de la mitad del año para el 1%, me pregunto ¿Cuánto se tomarán para el 20%?".
Luis Salamanca consideró que, a través de esta comisión, Maduro quiere "tratar de ganarse unos puntos ante la opinión pública, mejorar en las encuestas y su imagen internacional".
“El 2015 ha sido terrible, que se vaya, y que quede como recuerdo”, dijo Nicolás Maduro el 17 de diciembre al hacer el balance de un año, que podría haber sentado las bases de todos los desafíos que deberá enfrentar en 2016 el jefe de Estado.
Gusten o no los resultados, los venezolanos vivirán a partir de la mañana del siete de diciembre cambios en los principales actores de la política venezolana. Una posible victoria de la oposición, vislumbrada en las encuestas, no cambiará de un plumazo a las instituciones ni sacará a patadas al inquilino de Miraflores.
Con unas elecciones en puertas y una situación de baja popularidad para el Gobierno, los analistas concuerdan en que este tipo de decisiones benefician la popularidad del sector opositor, o en su defecto a uno de sus principales representantes, Leopoldo López.