Tecnología

Estafas cibernéticas: 5 cosas en las que debes fijarte para no ser una víctima

Hacer cambios sutiles en los caracteres de un url, acortar links y ofrecer premios fáciles, son algunas de las fórmulas más utilizadas para los fraudes digitales

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estafas cibernéticas

Para ser víctima de las estafas cibernéticas hace falta un solo movimiento: el del dedo haciendo clic en el link que mandan. Prácticamente todos los fraudes se hacen a través de un enlace que el mismo usuario abre.

Para lograrlo, los estafadores emplean diferentes trucos y cada vez se perfeccionan más. Por ejemplo, usan caracteres holográficos, diacríticos, cirílicos o de cualquier otro tipo para imitar una letra en el nombre de un dominio. Calcan las imágenes y logos de los bancos o de otras empresas. O se aprovechan de la codicia de la gente y ofrecen unos premios fabulosos que, si el usuario se pusiera a pensar, son demasiado buenos para ser verdad.

Al pisar el link, los hackers pueden tener acceso a la información del usuario, incluyendo los datos y claves bancarias, o a las cuentas de redes sociales. Al cambiar las claves, el usuario legítimo ya no puede acceder a ellas. Las estafas cibernéticas suelen llegar por correo electrónico, por chat o por mensajería de texto.

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Foto Energepiccom / Pexels

José Luis Rangel, gerente comercial de Eset en Venezuela, durante un foro con periodistas en la sede de la agencia Comstat Rowland, explicó algunas cosas claves en las que hay que fijarse para no ser víctima de una estafa cibernética.

1. Chequear la URL

Fijarse bien en la dirección web del sitio web de donde viene el mensaje y del destinatario si es un correo electrónico. El url puede ser parecido a aquel por el que se quieren hacer pasar pero siempre hay algún detalle distinto. Por ejemplo, pueden poner una l minúscula en vez de una i.

2. Fijarse en el link que mandan

Igual que con el url, puede parecerse al link original que quieren imitar, pero siempre hay un detalle que cambia. Por ejemplo, pueden recurrir a un caracter que es una i invertida (y el punto está abajo, y no se ve porque está subrayado) o a la alemana ß en vez de una B. En algunos tipos de letra, el cambio es muy sutil. Otras veces son más descarados y escriben, por ejemplo, Fakebook en vez de Facebook. No todos se percatan de ello.

3. Alerta roja: los url recortados

Aunque a veces es necesario recortar links, especialmente para las redes sociales, muchas de las estafas cibernéticas envían por correo o mensajes de chat o teléfono links recortados, porque no dan pistas de la verdadera composición del link y es más difícil determinar si es un link genuino o no.

4. Esos premios fáciles

Ni Nike, ni Starbucks ni Apple regalan premios por cadenas de Whatsapp. Esa es una forma fácil de encontrar incautos que le den clic a links fradulentos.

5. Compartir información por redes sociales

Esto no habría ni que decirlo pero hay gente que lo hace. Ni por mensaje directo a tu supuesto mejor amigo compartas claves y, mucho menos, información financiera.

Foto Nicola Barts / Pexels

Una advertencia: el https (con la s al final) y el candado al iniciar el url ya no son tan seguros como antes. De hecho, a veces al hacer clic sobre el candado se informa que el sitio de donde proviene el link no ha suministrado suficiente información. Lo que ocurre es que los estafadores digitales evolucionan para hacer más creíbles los fraudes.

Y, por último: si algo te da la más mínima sospecha, hazle caso a tu instinto y déjalo pasar. O, al menos, confirma que sea un correo o mensaje verídico llamando al banco o a la empresa que, supuestamente, lo envía.

Se puede saber más del tema por @logintel_ESET

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