Venezuela

En Los Corales la lluvia acabó con todo

Carmen López, jefa civil de la parroquia Soublette en Maiquetía, presenció como el agua arrasó con Los Corales, la comunidad donde vivía junto a su familia

En Los Corales se perdió todo
Daniel Hernández
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Hace 20 años, Carmen López, era la jefe Civil de la parroquia Soublette en Maiquetía. En sus oficinas se habilitó el 14 de diciembre uno de los primeros refugios para la atención de unas 30 personas damnificadas por las lluvias en el estado Vargas.

“Todos los informes señalan que la tragedia de Vargas comenzó el 15 de diciembre, pero hay que remontarse meses atrás cuando las lluvias comenzaron a generar emergencias”, relata Bernardo Martínez, habitante del sector Los Corales, y que hace 20 años trabajaba en la Corporación para la Recuperación y Desarrollo del estado Vargas.

Este despacho funcionó días enteros para ayudar a las personas necesitadas, especialmente a los niños, víctimas de la tragedia.

El 15 de diciembre la funcionaria llamó a su casa ubicada en Los Corales para ver cómo se encontraba su familia conformada por su esposo Jesús Chacón y sus tres hijos, Cecilia de 11 años de edad, Celimar de 5 y Jesús de 4. Su esposo le informó que el río San Julián se salió de su cauce e inundaba la calle.

Era el mismo día en que se realizó el proceso de consulta sobre la aprobación de la nueva Constitución para Venezuela, propuesta por el entonces presidente Hugo Chávez Frías.

A pesar de las lluvias, el gobernante no pensó, ni por un momento, suspender las elecciones. Por el contrario retó a la naturaleza, pretendiendo emular al Libertador Simón Bolívar tras el terremoto de 1812, Chávez desafiante repitió: “si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y la haremos que nos obedezca”.

La lluvia arrasó a la comunidad

Al mediodía uno de los funcionarios, entró a la sede de la jefatura e informó que el río San Julián se desbordó y destruyó toda la zona de Los Corales. Se presumía que muchas personas habían muerto y otras tantas estaban desaparecidas, entre ellos, la familia de la jefe Civil, Carmen López.

San Julián fue solo uno de los 30 ríos y quebradas, que se desbordaron, de oeste a este, en todo el estado Vargas.

Una casa en Ruina en Los Corales

Los informes presentados señalaron que también desbordaron su cauce los ríos Chichiriviche, Oricao, Carimagua, Picure, Mamo, La Zorra, Tacagua, Las Pailas, Curicuti, Piedra Azul, Osorio, Cariaco, La Alcantarilla, Macuto, El Cojo, Camuri Chico, San Julian, Seca, Uria y El Limón, dejando a su paso destrucción, desolación y muerte.

El día siguiente

El 16 de diciembre ya se conocían los resultados de la aprobación de la nueva Constitución. Pero la noticia quedó en segundo plano, la tragedia de Vargas acaparaba toda la atención nacional y mundial.

En el transcurso de ese día continuaron las emergencias. No dejaba de llover, el agua que desbordaba los ríos y quebradas y el lodo barrieron con todo a su paso, en especial las zonas Carmen de Uria, Los Corales y Macuto, que quedaron arrasadas.

Mientras que las autoridades se terminaban de organizar para trazar las operaciones de rescate y atención, Carmen López, jefe Civil de la parroquia Soublette, inicio una caminata de 15 horas bajo la lluvia, en medio de las montañas de lodo en la cual se habían convertido las principales vías, viendo a su paso la tragedia que había producido el aguacero, todo para poder llegar hasta Los Corales, donde debía estar su familia, su esposo y sus tres hijos.

Un edificio derruido en Los Corales

Llegó hasta el lugar que alguna vez había sido su hogar. Pero tal como le informó el funcionario, todo en Los Corales había desaparecido. Su casa estaba completamente tapiada por el lodo. Carmen pensó lo peor.

Intentó hablar con sobrevivientes de la zona, algunos les decían que rescataron a su familia, otros que no les dio tiempo de salir.

Carmen, al igual que muchos venezolanos, revisó varias de las listas de las personas que habían sido rescatadas, sus hijas aparecían clasificadas en algunas listas como rescatadas, damnificadas o aparecidas.

Supo que su hijo llegó a La Casona, uno de los improvisados refugios para la tragedia, pero estas informaciones nunca se corroboraron.

Carmen no volvió a saber más de su familia, por años estuvo buscando a sus pequeños, pero no tuvo más pista de ellos.

En Los Corales la lluvia acabó con todo

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