Representantes de ambos países instaron a las autoridades a trabajar por el bien de la población de ambos lados de la frontera. El primer paso debe ser el retiro de los contenedores que obstaculizan la vía
Para avanzar en la reactivación comercial de la frontera entre el venezolano estado Táchira y el departamento colombiano de Norte de Santander, se desarrolló un segundo encuentro entre empresarios, industriales y gremio en San Antonio del Táchira. La primera reunión se desarrolló el 17 de marzo en la ciudad colombiana de Cúcuta.
A la mesa de trabajo acudieron representantes de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac), la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), Zona Franca de Cúcuta, Consecomercio Cámaras de Industria y Comercio, sector turismo, hotelero, aduanas, transporte de carga pesada, empresarios y comerciantes.
Los participantes consideraron fundamental integrar al trabajo a las autoridades de Colombia y Venezuela. Se debe buscar una vía que conlleve, primero, a la reactivación de los puentes internacionales Francisco de Paula Santander, Simón Bolívar y Unión para el intercambio comercial y, posteriormente, el paso peatonal de ciudadanos.
“Queremos reactivar ese intercambio comercial formal entre Venezuela y Colombia, con las medidas de bioseguridad. Y cuando las condiciones lo permitan hacer lo propio con el paso peatonal. No se puede obligar a la gente a atravesar una trocha para ir al médico o buscar productos”, precisó Carlos Luna, del Comité Intergremial de Norte de Santander.
La necesidad de abrir la frontera es un tema de derechos humanos y de activación económica pero también de comunicación histórica, social y cultural de dos pueblos que, por diferencias políticas, no pueden seguir siendo golpeados, dijo Luna.
“Es fundamental una reunión entre el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano con la gobernadora de Táchira, Laidy Gómez y el representante del gobierno nacional Freddy Bernal, para tratar la apertura comercial”.
Se respetan las diferencias políticas y diplomáticas, pero no debe haber una actitud política en el tema de reactivación comercial. Lo que debe prevalecer es la generación de empleos y restablecer lazos históricos y comerciales.
La representante de Fitac, Sandra Guzmán ofreció un balance de las pérdidas generadas por el cierre comercial de la frontera desde el cierre en el 2019.
En enero se exportaban de Colombia a Venezuela 16 millones de dólares y en febrero, fecha del cierre, apenas se alcanzó a 2 millones 900 mil dólares, una disminución que representa el 81,05% de las exportaciones a Venezuela.
La situación llevó a que los exportadores llevaran sus productos a la frontera de Paraguachón que permanece abierta. Allí las exportaciones desde Colombia a Venezuela en valor representan 92 millones de dólares. De Venezuela a Colombia, 10 millones 138 mil dólares.
“Esta cantidad de operaciones son las que hemos dejado de percibir por la frontera de Cúcuta con San Antonio del Táchira. No entendemos la desigualdad, ¿Por qué la Guajira si puede trabajar horario solar, tener movimiento de operaciones y nosotros, que estamos más cerca a Venezuela, no?”.
Desde febrero de 2019, cuando se hizo un intento de ingresar ayuda humanitaria a través de la frontera con Colombia, los puentes internacionales que unen a ambos países fueron cerrados, atravesando un par de contenedores en plena vía. Allí siguen.
Mientras los contenedores no se retiren, el tráfico entre un país y otro continuará siendo una utopía. Así coinciden empresarios y representantes gremiales.
Los empresarios han puesto a disposición de los gobiernos de Colombia y Venezuela, 20 montacargas para levantar contenedores y 2000 unidades de transporte, dijo Álvaro Rodríguez Paz, de la Cámara Social de Transporte de Carga del Táchira.
Por su parte, Nelson Urueña, empresario aduanero, detalló que existe una crisis social en la frontera que solo se superará con la apertura de los puentes.
“Representamos una fuerza laboral. Por eso invitamos a los gobiernos de Venezuela y Colombia a bajar la guardia y escuchar a quienes hacemos vida en la frontera. Se debe frenar la crisis que se está viviendo. Vengan y conozcan la situación. Estamos en la disposición de acogernos a las normas. Solo falta retirar los contenedores y ponernos a trabajar».
Amílcar Mirep, del sector hotelero y turístico de Colombia, precisó que luego del cierre abrupto de la frontera en agosto de 2015, el sector empezó a decaer.
Cúcuta se mueve por el comercio binacional y de allí la necesidad de abrir el paso por los puentes internacionales. No se puede condenar a más de tres millones de personas a no tener desarrollo o hacerlo de manera más lenta que el resto de ciudades de Venezuela y Colombia.
“El primer paso es remover los contenedores. Luego hacer una hoja de ruta y establecer protocolos de seguridad. Los líderes deben olvidar el pasado, ordenar el presente y planificar el futuro. Eso es lo que pedimos a los gobiernos de Venezuela y Colombia”.
Los empresarios señalaron la necesidad de impulsar el tema económico a través de la puesta en marcha de la Zona Económica Especial de Frontera. Este plan debe ir de la mano al paso fronterizo por los puentes internacionales.
Varios participantes asistieron por vía Zoom. Se conectaron desde Norte de Santander, Caracas y Bogotá. Entre ellos, Ramón Hoyos, presidente de la Asociación Venezolana de Exportación y Germán Umaña, de la Cámara de Comercio Colombo -Venezolana.
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