Economía

¿Venezuela entra en default con la reestructuración de deuda?

El presidente Nicolás Maduro anunció el inicio de un proceso de refinanciamiento de la deuda pública externa de Venezuela y de Pdvsa, de inmediato las alarmas se activaron entre los inversionistas y el viernes comenzaron reuniones entre ellos para tratar el tema. Para muchos, con la medida el país entra en un default técnico, pero otros consideran que no, ya que el gobierno aún mantiene su posición de que pagará.

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FOTO: AP | Archivo

¿Cayó Venezuela en un default o impago tras el anuncio de la reestructuración o refinanciamiento de la deuda externa? Es la pregunta que los venezolanos se hacen tras la medida tomada por el presidente Nicolás Maduro de iniciar este proceso con los bancos de inversión y tenedores de bonos, a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos a su gobierno.

Analistas consultados destacan que con tan sólo la declaratoria de reestructurar deuda, el país entra técnicamente en un default porque está avisando que no pagará más. Sin embargo, otros afirman que el gobierno ha señalado que seguirá pagando sus acreencias externas y habrá que esperar cómo avanza el proceso de refinanciamiento y de si finalmente cumple con los pagos atrasados de 7 títulos de deuda.

El director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, sostiene que no necesariamente, este anuncio coloca al país en un evento de impago.

«Es un anuncio confuso, ambiguo. Allí hay varias cosas claves: primero, lo que viene en los próximos días, con los pagos pendientes y segundo, ver cómo maneja la reestructuración la Comisión que se creó para ello», dijo.

«Ahora un escenario unilateral de reestructuración es un evento crítico de default«, acota Oliveros.

El diputado José Guerra, apuntó que la Asamblea Nacional había planteado hace cuatro años una reestructuración de la deuda venezolana, tema que retomaron en 2016 cuando se le propuso a los actuales ministros del presidente Maduro en 2016.

«Hoy en día ese refinanciamiento es improbable, dejaron correr mucho tiempo. Un default sería una catástrofe. Una salida sería cambiar las políticas económicas del gobierno», dijo.

Para Russ Dallen, socio de Caracas Capital, aunque no hay anuncio de default de deuda por parte del gobierno venezolano, ya el anuncio está generado complicaciones a la deuda.

«Primero permítame decir que si bien nuestros modelos habían apuntado a un default como este como algo inevitable, es increíblemente triste haber llegado finalmente a este devastador punto», indicó.

Resalta Dallen que si bien no se ha anunciado oficialmente un impago (Maduro usó los términos “renegociar” y “reestructurar”) y si ningún pago de interés o de bonos ha alcanzado un nivel oficial de “evento de default”, la Emerging Markets Trading Association (EMTA, asociación de traders en mercados emergentes) ha decidido que los bonos se negociaran ahora sin intereses, con todos los derechos a dicho interés pasando al comprador.

El director de Datanálisis, Luis Vicente León, recalca que el presidente Maduro no declaró cesación de pagos. «Dijo que seguirían pagando. Esto es más una declaración de deseos y un intento a futuro de negociar, pero no creo que va a default…por ahora».

Aunque el anuncio de Maduro de reestructurar hasta ahora una decisión unilateral, León reiteró que «para que sea un default tiene que cesar el pago y eso no es lo que anunció, de ahí a que pueda hacerlo habrá que esperar».

A juicio del economista Alexander Guerrero, la declaratoria de reestructuración forma parte ya de un default técnico, ya que el gobierno está señalando que tiene dificultades para seguir pagando.

«Esto lo convierte en un default a secas, porque se busca simultáneamente dinero fresco y cambios en los pagos, términos e intereses y fechas de vencimientos de nuevos títulos», explica. 

El diputado Guerra destacó que la deuda venezolana es hoy insostenible. Recalcó que buena parte de los ingresos que se obtuvo por ella contribuyó a la salida de capitales, a través de las emisiones de bonos bolívar-dólar. Indicó que Venezuela tiene una deuda total, en todas sus modalidades e incluyendo el gobierno central y a Pdvsa, cercana a los 150.000 millones de dólares que genera un pago anual de casi $10.000 millones anuales.

«Para los años 2018, 2019 y 2020 los pagos están concentrados a $9.000 millones cada año, en un contexto de precios petroleros moderados y la declinación de la producción de crudo, lo que quiere decir, que la restricción financiera externa continuará», afirmó.

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