Opinión

Un país sin gasolina llamado Venezuela

La noticia de que vienen cinco tanqueros iraníes con gasolina sólo daría alivio temporal a la crisis que se hace crónica. Si los cinco llegan con una carga completa eso significaría gasolina para unos 25 -30 días

sin gasolina
Daniel Hernández |El Estímulo
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No deja de ser una de las más duras paradojas. Los venezolanos, todos, estamos encima de lo que suponen sean una de las mayores reservas de crudo de todo el mundo. Este país, Venezuela, perdió la capacidad de producir gasolina, uno de los productos de refinación clásicos que emanan del petróleo.

Este 18 de mayo se han cumplido 9 semanas desde que dejara de surtirse gasolina de forma regular y en cantidades adecuadas a las estaciones de servicio. Fuera de Caracas han sido más de 60 días consecutivos con las estaciones de servicio desoladas, en su gran mayoría, prácticamente abandonadas.

La crisis del Coronavirus ha terminado siendo la coartada perfecta para decretar un confinamiento, pero en el fondo la crisis grave que nos atraviesa es la ausencia de combustible.

Cuando Nicolás Maduro decretó la cuarentena, que entró en vigor el 16 de marzo, ya habían transcurrido un par de semanas desde la última vez que había llegado un tanquero con gasolina a Venezuela, según reportes de la agencia Bloomberg.

La decisión de la petrolera rusa Rosneft de retirarse de Venezuela dejó al chavismo sin un poderoso intermediario, que gracias a una intrincada red naviera y comercial lograba traer gasolina al país a pesar de que desde enero de 2019 había sanciones de Washington sobre las actividades de PDVSA.

Así las cosas, la recomendación internacional de mandar a la gente a su casa para evitar la propagación del Coronavirus terminó cayéndole al chavismo como anillo al dedo. Gracias al virus tuvo una justificación para no vender más gasolina, como de hecho ha ocurrido.

El único país sin gasolina

Venezuela es el único país del mundo en el cual en medio de la Cuarentena no ha gasolina para el público, pero eso ya en verdad no parece importarle a nadie, salvo a los que padecemos la crisis.

La extensión de la Cuarentena, por parte de Nicolás Maduro, hasta el 13 de junio más que certezas nos devela nuevas interrogantes: ¿Para entonces habremos llegado al pico de contagios de COVID-19? Y tal vez la más acuciante pregunta: ¿Habrá gasolina en Venezuela para mediados de junio?

Cuando escribo este texto, las redes sociales habían estado encendidas en torno al envío de tanqueros con gasolina desde Irán. El debate giraba en torno a si debía pedirse una excepción, en las sanciones de Estados Unidos, para permitir que esa gasolina llegase el país.

Dudo de que, si este combustible termine por llegar a Venezuela, vaya a tener –como pregonan algunos- fines humanitarios tales como proveer de gasolina a ambulancias, médicos y personal de salud. Hasta ahora el chavismo no ha tenido ningún gesto, para dar una respuesta genuina a la crisis humanitaria que el propio régimen creó.

En medio de una crisis generalizada de gasolina, la poca que llegue terminaría siendo objeto de transacciones en el mercado negro.

Ciudades como Maracaibo, Barquisimeto, San Cristóbal, Trujillo, Mérida, San Fernando, Puerto Ayacucho, Barinas y Acarigua, todas en el occidente y sur del país, cumplen ya 9 semanas sin suministro formal de gasolina. Conversé con colegas periodistas de esas ciudades y allí se mantiene un despacho a vehículos oficiales. Esto último ha generado un mercado negro, en el cual el litro de combustible se vende hasta en 4 dólares estadounidenses.

Un alivio temporal

En la Venezuela de hoy no existen cifras oficiales sobre el consumo interno de combustible. Azotado por una crisis y contracción económicas severas, en el país se ha reducido el volumen de consumo, eso lo hemos percibido por el número –reducido- de vehículos en calles y autopistas.
Según periodistas especializados en energía, el consumo de gasolina en toda Venezuela se puede ubicar entre 100.000 y 200.000 barriles diarios. Estas cifras corresponden a la situación antes de que se decretara la Cuarentena por el Coronavirus.

Para tener una idea de cómo se ha achicado Venezuela, sólo la ciudad de Bogotá (capital de Colombia) consume esas cantidades de gasolina por día. La actual producción venezolana de gasolina, también reducida, escasamente llega a 20.000 barriles diarios.

La noticia de que vienen cinco tanqueros iraníes con gasolina sólo daría alivio temporal a la crisis que se hace crónica. Cada tanquero tiene capacidad entre 350.000 y 500.000 barriles. Si los cinco llegan con una carga completa eso significaría gasolina para unos 25 -30 días.

¿Podrán reactivarse las refinerías?

El chavismo es experto en dar respuestas situacionales. No en resolver un asunto de fondo. Se trata de poner un pañito de agua tibia y atender otra situación.

Un escenario posible es que se siga con la política de administrar a “cuentagotas” la poca gasolina que hay y que se consiga, como ha ocurrido en las últimas semanas. Se ha destinado a la distribución de lo que el chavismo llama “sectores estratégicos”, fundamentalmente unidades policiales y militares de transporte, traslado de alimentos y agua potable, en algunas ciudades se incluyen ambulancias y en otras hasta se le otorga combustible a los médicos.

La reactivación de la refinería de “El Palito”, según la propia PDVSA, aportará al mercado nacional 54.000 barriles diarios de gasolina. Sin embargo, esto que el chavismo anunció con bombos y platillos ha estado, en verdad, rodeado de sospechas y conjeturas, sin que se tenga una versión confiable de cuál es el volumen de producción.

En Caracas, en tanto, se sigue aplicando un esquema de racionamiento en medio de un menguado y corrompido suministro. Tal vez este esquema, que se usa en Caracas, termine siendo nuestro futuro: suministrar un número reducido de litros según el último digito de la placa. También será una cruda paradoja.

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