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El profesor Briceño regresa a un mundo igualito pero diferente

El Profesor Briceño regresa con stand up online en medio de la nueva normalidad. Este sábado 27 de junio presentará “Y quedamos igualito”, un espectáculo con verdades incómodas y en clave de humor sobre la postpandemia y el mundo del mañana que ya llegó.

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Bajo el título de “Y quedamos igualito”, el Profesor Briceño presentará este sábado 27 de junio su nuevo show de stand up, el primero que realiza en el universo del ciberespacio; es decir, vía online. Y para estar a tono con los tiempos que vivimos, abordará “la nueva normalidad” post pandemia del coronavirus. Con una mirada en clave de humor indagará en torno a si seremos los mismos, “luego de este período de estrecha convivencia con quienes amamos… o con quienes odiamos pero no lo sabíamos”.

Una propuesta que no será detrás del teléfono o de la computadora, como nos obliga la cuarentena a accionar en esta modalidad del espectáculo, pues el humorista estará en una sala teatral para ofrecer una experiencia escénica en vivo. Aunque a la distancia, con sonido, luces y todos los elementos de un montaje, con la intención de que la audiencia sienta que está en un teatro.

Acostumbrado a hacer saltar con carcajadas la realidad venezolana en espectáculos en el mundo antiguo, ahora se monta en una propuesta que sale de la hiperlocalidad.

Verdades incómodas

Sobre su nuevo stand up, el Profesor Briceño conversó con Omar Lugo, director de El Estímulo, entrevista que desde ayer se encuentra en nuestra cuenta de Instagram @elestimulo, de la cual ofrecemos algunos de sus aspectos más interesantes y reveladores. Ya no solamente del show como tal, sino también sobre el muy particular e interesante punto de vista de su protagonista sobre el tema que expondrá.

-Yo particularmente lo que trato es que haya esa mirada a un aspecto de la realidad que solamente con humor somos capaces de tragarnos. Hay cosas que solamente se le pueden decir a la gente con humor, porque quizás no te van a escuchar de otra manera. Y eso es parte de lo que va a ser este show del sábado 27, que es mirar la pandemia desde el humor y poder decir algunas cosas que quizás hemos pensado y no podemos decir en voz alta.

-¿Cómo mantener el humor, el optimismo o la racionalidad en medio de lo que vivimos?

-Algunos siempre se debaten en torno a si se trata de una cualidad, o un defecto del venezolano, usar el humor como medio de relacionarse con la realidad: si nos hace evadirnos y posponer las soluciones, o si es algo que nos ayuda a sobrellevar el hecho de que por momentos no logramos las soluciones. Creo que el humor tiene la función de recordarnos nuestra fragilidad. Yo no lo hago con la intención de que eso sea lo que debe hacerse, sino que este es su resultado natural. Es una forma de mirar angularmente la vida y de descubrirla.

-Hoy en día -prosigue-, y las encuestas son muy interesantes al respecto en Estados Unidos, una importante cantidad de personas, a veces han sido hasta la mayoría, han decidido recibir las noticias a partir de los programas de humor, como lo fue en su momento Reporte Semanal. Tienden a creerle más al humorista, que va a tener que ceñirse a la verdad. Porque detrás de la verdad es que está el chiste. Ya estamos muy claros que en Estados Unidos, entre Fox, CNN y NBC hay una polarización tal, que la gente dice: ¿de dónde voy a sacar la noticia?

Mejor escucho a los comediantes que están trabajando con la noticia.

-¿Qué decir de las relaciones interpersonales entre parejas, familia o amigos, una de las cosas que se han puesto a prueba durante este confinamiento?

-Tu le agregas a una pareja el trabajar desde casa, le agregas la escuela en casa, si ya tienen niños, y solamente las parejas que vivieron el paro petrolero de 2002 pueden tener la fortaleza para aguantar todas las presiones que eso conlleva. Es un momento de grandes ironías. Es un momento en que todo el mundo tiene las manos limpias, pero no le puede dar la mano a nadie. Todo el mundo tiene tiempo libre pero no puedes salir a visitarlos.

Las autopistas están divinas; bueno aunque en nuestro caso no hay gasolina, o no puedes salir precisamente. El aire está más limpio y uno tiene que usar tapabocas. Aquí la verdad más cruda que hay es que el mundo cambió, el mundo va a ser mucho más difícil. Punto. Y creo que lo más triste, o donde yo puedo encontrar la comedia, es todas las maneras que han encontrado líderes políticos, creadores de teorías de conspiración, etc. para dorarnos la píldora o para aprovechar la píldora.

-El liderazgo político, en vez de hablarle claro -como sí lo hicieron en Nueva Zelandia, y Mongolia, en países donde erradicaron el asunto-, le dijeron, bueno esto es una gripe que de repente pasa en julio, para abril estamos rumbeando hermano, no se preocupen. Hubo muy poco liderazgo. Y hablo de liderazgo real. Además, estamos viviendo en el mundo de los extremos: o era salvar a la gente o salvar la economía, como si la economía y la gente no estuvieran interrelacionadas y no hubiera una zona intermedia. Porque estamos viviendo en el mundo de la polarización. Lo que pasa es que al venezolano, que ya vive la polarización desde hace 20 años y quizás más, le es más natural este universo.

Influencers vs. científicos

-Estamos viviendo en un mundo tan loco donde, o estás con la tecnología y eres pro vacuna; o tienes que saber que estás en contra de ella, porque detrás de ella está “big stick” y hay que desmontarlo con el nuevo orden mundial. No saben que hay unos científicos que están tratando de hacerlo lo mejor que pueden con las herramientas que ellos tienen, que se llama método científico. Es imperfecta, pero es mucho más perfecta que una influencer en YouTube diciéndote que Bill Gates, como decía Miguel Bosé, nos quiere inocular con un vacuna que tiene un polvo inteligente. Si es de Bill Gates (ríe), de cajón que es un polvo inteligente, no va a ser un polvo bruto, que ese hombre sabe lo que hace.

En ese mundo estamos y muy pocas personas nos hablaron directamente a nosotros y nos dijeron “todo cambió”. Los terremotos son más honestos. El terremoto viene y tumba edificios, entonces el gobernante no tiene potra cosa que decir: “bueno, ocurrió un terremoto y ahora vamos a tomar la decisión de reconstruir”. Pero con esto todo el mundo jugaba con las expectativas de “¿Y si pierdo popularidad porque sobre reacciono?

¿Y si pierdo popularidad porque soy yo el que da el parte de los muertos? Ahí tienes a Bolsonaro, quitando los datos de la pantalla, diciendo que ya no está la página web, como aplicándotela de “Pare de sufrir”. Es como si quisiera decir con esto: “ponemos un manto sagrado sobre la computadora y ya no hay coronavirus”. De verdad, tú no me puedes pedir que no haga comedia con todo esto.

¡Virus!… ¡a discre…ción!

¿De verdad cree que en Venezuela el virus puede actuar como un soldado y detenerse durante siete días y los otros siete días volver a actuar? Esto parece creado en un cuartel y no en una sala de expertos en salud…

-Venezuela es el único país del mundo donde uno lee cosas que un extranjero no nos va a entender. Tu estás viendo televisión con un extranjero que acaba de llegar aquí y le dicen en la TV que a partir del lunes va un siete por cero y el extranjero piensa: “Aquí hay una cantidad de casos importantes”.

Y lo que está pensando el venezolano es: “Oye, se acabó la gasolina”. Nosotros relacionamos cuarentena con gasolina. Relacionamos el tema del carnaval con que va a llegar el agua. Nosotros hacemos unas relaciones que nadie se puede imaginar porque somos nosotros los que las vemos: aquí jugaron con mis sentimientos. Porque cuando dijeron 5 por 2, yo dije: se leyeron el manual de los israelitas, qué maravilla: cinco días en que, si tú te infectas, estás dentro del lapso de los 14 días, por lo tanto debes pasar los últimos 10 en tu casa, cosa que si te dan los síntomas, los puedes reportar, pero no estás regándolo.

7×7 no son 49

Y luego, si llegas a los 15 dias en total, lo más probable es que esté libre del Covid-19 y puedes volver a trabajar cinco días. Yo dije: maravilloso, me quito el sombrero. Pero luego dijeron: “No, vamos a 7 por 7”, pero eso no tenía que ver con ningún método. Luego pasamos a cero por cero.

Entonces tú dices, ¿cómo se maneja un virus cuando no hay confianza en el liderazgo? Ese es el drama que ha vivido la mayoría de los países. Un tipo que sale en California con una mascarilla, que dice: “El Covid-19 es un engaño”. Pero si es así, ¿por qué no te quitas la mascarilla? Lo que en realidad te está diciendo es: “Yo ya no creo en nadie” y esa es la verdadera crisis, el verdadero mundo que nosotros construimos y es el reto que tenemos ahorita.

Nueva interacción

-Su show simulará un stand up de los de antes, en un teatro, ¿es un saludo al mundo que posiblemente no vuelva en términos idénticos? O es simplemente una forma de adaptarse y hacer lo mejor de ambos tiempos…

-Yo creo que es una forma de adaptarse. Yo quiero que vuelva el mundo de los teatros, a mi me urge eso, porque en el mundo de los teatros y de los bares es donde uno construía sus rutinas y las calentaba y las iba puliendo. Ahorita uno anda haciendo unos lives a la medianoche, haciendo un show de Zoom por allí; oyes una media risita en Zoom y dices: “¡Oye, eso fue buenísimo!”. Con una sola risita te tienes que convencer que lo que acabas de decir es un acto de genialidad cómica.

Y la idea es que se transmita en vivo, que haya un mínimo de interacción con el público, que la gente sienta lo mágico que es el teatro, que la persona está allí. Y si está fracasando, si está triunfando, si está diciendo lo que está diciendo, te lo está diciendo en vivo y está contigo en vivo en ese momento. El tema es simple y llanamente stand up.

Es una transmisión que hacemos junto con la Comedia Local, el equipo de Emilio Lovera. La parte técnica va a tratar de que usted tenga esa sensación, esa posibilidad de “estoy en una sala”. Yo no le voy a decir que se ponga zapatos ni pantalones, pero por lo menos no prenda la licuadora mientras estamos en el show, por favor.

Un mail vs una lágrima

-Alfredo Bryce Echenique dijo una vez que un email no podía ser nunca borroneado por una lágrima, hablando de que él prefería escribir cartas que mandar los email que estaban surgiendo. Para un humorista, ¿estas carcajadas distantes tienen el mismo efecto alentador sobre el ánimo, sobre el espíritu creativo, sobre las ganas? ¿Es una forma de interactuar con la electrónica, con los aparatos más que con la gente? ¿Cómo mantener el espíritu creativo en alto?

-Bueno, te diría, respondiendo también a Bryce Echenique, que cuando no has recibido una carta de una persona en dos meses, cuando recibes un mensaje de texto, así sea un mensajito de texto, eso es para uno una explosión muy particular. Ciertamente no es aquello que uno recuerda, que uno añora, que es esa risa inmediata, ese ping pong con la audiencia y la masa; porque además no es solamente de parte de uno con ellos, es de cada uno con los demás, de cada uno de los que están allí contigo. Es el sentirse comunidad, porque todos nos estamos riendo de lo mismo, o nos estamos escandalizando de lo mismo. Pero cuando tu llevas tanto tiempo sin poder estar juntos, la posibilidad de estarlo, así sea por este medio, es sumamente gratificante. ¿Qué quiero que vuelvan los teatros? Sí. ¿Qué vamos a arriesgar la vida de la gente para hacerlo? No.

Un mundo raro

-Hay una cosa que mucha gente quizás no haya caído en cuenta: no solamente enfrentamos una crisis sanitaria a partir de la epidemia, sino también una crisis económica profunda. Para los venezolanos que dejaron este país, ¿qué supone este cambio tan profundo de expectativas, de esperanzas, de posibilidades. ¿Cómo haría un humorista para echar ese cuento, sin llorar en el intento?

-¿Pero por qué no llorar? Yo, porque hago comedia, ¿pero por qué no admitir la tragedia del asunto? El comediante, por ejemplo, no niega la muerte, puede reírse de aspectos de la muerte, pero no la niega. A mí lo que me da rabia de todo esto es que no se le hable claro a la gente, que esto implica un cambio total, que esto es un terremoto, así inclusive no se hubiera hecho nada, que se les hubiera dicho:

“Sigan saliendo, vamos a desarrollar lo que se llama inmunidad de la manada, que hubiera provocado el colapso de los sistemas de salud a un nivel en donde hubiéramos visto imágenes verdaderamente dantescas. Pero el ser humano es muy curioso, porque hasta que no ve la gravedad del asunto frente a su casa, no la cree.

Que la OMS se hubiera buscado a Tarantino y que dirigiera unos videos de gente explotando en las salas de emergencia, que a uno le diera pánico la mera idea, a ver si todos empezábamos juntos.

Todos juntos o nadie

Porque el otro tema es que no hemos podido ni siquiera ver cuán efectivo es esfuerzo porque no lo hemos hecho todos juntos. Los países que lo han logrado son los que entraron en el asunto todos juntos. En Corea del Sur con una sola loca que dijo: “Yo lo tengo todo, yo no estoy bien”, se les disparó todo con una sola loca, la famosa paciente 35. Esto también ha sido una prueba para que cualquier esfuerzo que vayamos a hacer juntos, tenemos que hacerlos todos juntos. Voy a plantear esto con la comedia.

-Nosotros hemos estado creyéndonos que dominamos el mundo y el universo, y que porque montamos unos satélites a una escasa distancia, estamos a salvo de virus y de volcanes, estamos a salvo de tsunamis. Nuestro paraguas que habíamos vivido realmente nos protege muy poco. Se puede desaparecer, todos podemos desaparecer, y eso es lo que nos hace apreciar más la vida, que creo que es lo importante. Parece un cliché, pero eso es muy cierto.

Este ha sido el período, por más que nos llenen las noticias de locura, en que más gente ha salido de la pobreza. en que hemos curado a más gente de enfermedades que antes azotaban y arrasaban con todo, en que se han creado más empleos, con todas las crisis económicas, con todo y la burbuja del 2008. Estas han sido las últimas décadas en que mejor le ha ido a la humanidad.

-¿Y cuál es el verdadero drama?

-Que aquellas personas a quienes les deberíamos exigir que nos entretengan, les estamos pidiendo que nos den norte. Y al político, que debería ser el tipo que nos hable pragmáticamente, que nos dé norte, que nos dé las malas noticias, si nos la tiene que dar, le pedimos que sea popular, que sea interesante. Por ejemplo, el caso de Trump, que a muchos venezolanos les gusta. A mí no me gusta, porque creo que coloca mucho interés en seguir siendo popular, a veces a pesar de las decisiones de Estado que tiene que decir, afirmar y tomar. Tu le hablas a la gente de Trump y te dice:

“Tienes que reconocer que el tipo es un crack, que es una expresión que uno utiliza con los comediantes. con el bateador, con el tipo que tienes que elogiar que trolea, que troleando es un show. Y yo le digo: “Hermano, yo no quiero un presidente que sea un show, si yo quiero ver un show, voy y pago un show. Pero nosotros invertimos todo. Desde hace tiempo pedimos que todo lo que nos den tiene que ser popular.

Coordenadas

Esta única función de “Y quedamos igualito”, del Profesor Briceño se emitirá a las 4 de la tarde, hora de Venezuela, Chile y Estados Unidos (Nueva York/Miami). A las 3 pm de Colombia y Perú; 5 pm en Argentina y Uruguay; 9 de la noche en Portugal y 10 pm en España e Italia. La producción es de Johanna Moya directora de La Comedia Local.

Las entradas siguen a la venta a través de www.ticketplate.com para todos los países y en www.tickethoy.com para Argentina. También se suministra información, llamando, vía Whatsapp, al +58 414 9174770 o a través de @lacomedialocal

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