Salud

El juego de la asfixia, una práctica letal con varios rostros

Las redes sociales se inundaron de denuncias y videos de adolescentes que se ahorcaban entre ellos -o a sí mismos- para lograr “experimentar” cosas que no podrían hacerse normalmente, elementos que para ellos representa un simple juego

Publicidad
Fotografía: EFE/Miguel Gutiérrez Imagen de referencia

“Shocking Game” o “Juego de la Asfixia” se volvió viral a raíz de la publicación de un video donde unos jóvenes ejercían esta actividad peligrosa. Sin embargo, esta modalidad tiene mucho tiempo circulando en el país, solo que ha permanecido en las sombras bajo otros nombres.

El doctor José María Vargas explicó que cuando el cerebro deja de recibir oxígeno (uno de los pilares para que este órgano funcione correctamente junto a la glucosa) comienza a ocurrir muerte neuronal, mientras mayor sea la duración de la ausencia de este mayor será la perdida de neuronas.

Esto deriva en convulsiones inducidas y los efectos que se desencadena conduce a la pérdida del habla, de la memoria, hemiplejía (parálisis de un lado del cerebro por una lesión) , paraplejia ( parálisis en la médula espinal) hasta llevarlo a la muerte cerebral.

El director del CICPC, Douglas Rico, alertó en días pasados a través de los medios de comunicación que en Venezuela “se está desatando un juego que puede llevar a la muerte a los estudiantes de los planteles”, mismo que puede traer como consecuencia responsabilidades penales y que las víctimas, por lo general, eran por bullying (acoso escolar).

Al respecto, el presidente de Cecodap, Oscar Misle, advirtió que este peligroso juego no está vinculado con el bullying sino que en la actualidad es la presión social a la que los jóvenes están sometidos, lo que les lleva a replicar estas conductas para encajar en un grupo.

Señaló que el “shocking game” no es nuevo, ya que la organización registró dos casos aislados en 2016. Pero luego de la viralización del video, indicó que en Cecodap recibieron varias notificaciones de los usuarios mediante las redes sociales donde mostraban señales de preocupación y les pedían que investigaran con mayor profundidad sobre este tema.

En 2018, la organización inició ciclos de cine-foros en planteles privados y públicos, donde comenzaron a recabar información: 1 de cada 5 estudiantes tenía noción del “shocking game” pero este recibía otro nombre.

Misle explicó a El Estímulo que dependiendo del género del estudiante, la técnica varía al momento de llevar a cabo el juego de la asfixia. Los niños se estrangulan entre sí, mientras que a las niñas les presionan la boca del estómago.

¿Rozar la muerte?

El presidente de Cecodap advirtió que los adolescentes que están practicando este juego sienten que se trata de “una cuestión de poder”, ya que de alguna manera están buscando tener control sobre la muerte.

Resaltó que los estudiantes que lo llevan a cabo están conscientes de que ese juego se puede salir de control y que no desean cometer un asesinato.

“La mayoría de los adolescentes son vulnerables, por eso caen en ese juego para buscar aceptación”, lamentó.

Acotó que existe una variante alarmante con el juego de la muerte porque “lo pueden hacer de manera grupal, donde otra persona le inhibe el oxígeno y está la individual donde utilizan objetos para ejercer presión”.

Agregó que a la falta de alguna persona que esté presenciado el “shocking game” se pueda trasformar en un aparente suicidio, pues se pudo exceder del tiempo de la inhibición de oxígeno en el cerebro, ocasionando la muerte.

La cultura de la violencia trasciende las barreras

El contexto social que está viviendo actualmente Venezuela ha dado rienda suelta a que la violencia tome las aulas. Cecodap ha registrado que los estudiantes entre 13 y 15 años tienen noción del “Shocking Game”.

Una profesora de un plantel privado en el estado Anzoateguí declaró que sus alumnos de 5to grado saben de qué trata ese juego y alertó que cinco de ellos han practicado juegos similares a este.

La docente acotó que la institución está tomando medidas, dándoles charlas a los estudiantes sobre esa actividad nociva y a los representantes, ya que los menores de edad no tenían conocimiento de las consecuencias que pueden desencadenar.

El rol de los padres y de los maestros ante esta amenaza

Uno de los problemas que afecta directamente a las familias es que existe poca comunicación entre padres e hijos, esto ocasiona que los progenitores no puedan detectar con mayor facilidad lo que está sucediendo en el entorno de sus hijos.

Ante esta situación que se encuentra latente en el mundo escolar, los padres deben tomar medidas al respecto, así como las autoridades y docentes de los planteles, ya que los menores de edad pasan más de seis horas diarias aproximadamente en estas instituciones y esta actividad letal se ha registrado en esos recintos.

Amaris Peraza, periodista y timecoach (coaching para la organización) , enfatizó que ante esta situación que se desencadenó, “los colegios deben de generar actividades y charlas para los jóvenes, tener una mayor vigilancia, generar sanciones que sean difundidas, para que los jóvenes las conozcan. Así como trabajar casos puntuales de chicos que puedan tener el perfil del juego”.

Explicó que la nueva generación es mucho más agotadora para los padres porque sus hijos manejan mucha información. “Los papás debemos estar al día y hablar de los temas sin ponerle juicio, para indagar y dar herramientas”.

Expuso que la situación que atraviesa el país es difícil, pero que es el momento de “sacar con mucha creatividad lo mejor de cada ciudadano y de eso nos debemos agarrar los adultos para ser el ejemplo de los jóvenes”.

 

Publicidad
Publicidad