Venezuela

El chavismo logró entrar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

No funcionó la campaña diplomática, ni la búsqueda de apoyos de Estados Unidos, Chile, Brasil ni el Grupo de Lima para impedir el ingreso del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El chavismo detentará uno de los dos puestos posibles este año para América Latina y permanecerá los próximos dos años en el organismo.

Arreaza pieza del chavismo
Foto: Archivo El Estímulo
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Brasil obtuvo 153 votos y Venezuela tuvo 105 votos, Costa Rica quedó fuera con 96 votos. Nueve fueron los sufragios que marcaron la diferencia para el chavismo que ingresó al Consejo de Derechos Humanos.

En Caracas, en la Casa Amarilla, sede del ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, un exultante –si se le puede llamar así al representante de exteriores del chavismo- Jorge Arreaza afirmó: “Victoria popular lo alcanzado en Nueva York, Samuel Moncada y todo el equipo los felicitamos”.

Arreaza celebró como un importante logro el puesto alcanzado para el período 2020-2022, pese a las críticas de ONGs y países de la región. Afirmó que con lo votación, entra Maduro, que es el pueblo venezolano.

«Hoy venimos a informar y a celebrar una nueva victoria de la diplomacia bolivariana de paz», dijo el canciller del chavismo Jorge Arreaza.

Venezuela se mantiene junto a naciones de pésimo registro en derechos humanos como Mauritania, Libia y Sudán. También resultaron electos en el consejo Alemania, Armenia, Brasil, Corea del Sur, Indonesia, Japón, Libia, Islas Marshall, Mauritania, Namibia, Países Bajos, Polonia.

Duras críticas

Sin embargo no todo es color de rosa para Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos. Varios países expresan su preocupación por las graves violaciones y abusos a los derechos humanos en Venezuela, tomando como bases los informes de la secretaria del organismo Michelle Bachelet.

«Pudo escuchar testimonios sobre torturas en centros de detención, arrestos de personas por ejercer sus derechos civiles y políticos, violencia a manos de las fuerzas de seguridad, impunidad y falta de garantías de acceso a la justicia», se lee en ese texto.

En el se denuncia el agravamiento de la crisis humanitaria en Venezuela. Más de cuatro millones de personas (10% de la población nacional) salieron. Un éxodo que se aceleró en junio, con unas 8.000 salidas diarias del territorio.

«La precariedad del derecho a la sanidad, por la escasez de medicinas y equipamiento, el éxodo de profesionales del sector, el deterioro de la calidad del agua y los servicios, y frecuentes apagones que contribuyen a la crítica situación».

También se resalta el surgimiento de enfermedades que en su momento se consideraban erradicadas en la región.

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