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Duque afirma ante la ONU que Maduro tiene nexos con narcotráfico y terrorismo

El presidente de Colombia, Iván Duque, aprovechó su discurso de intervención ante la 75va Asamblea Anual de Naciones Unidas para fustigar el régimen chavista venezolano que encabeza Nicolás Maduro, y abogó por unas elecciones libres en este país sumido en una grave crisis económica, política y social.

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Iván Duque

El presidente de Colombia, Iván Duque, afirmó este martes en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela se financia con recursos del narcotráfico, alberga terroristas y es una amenaza mundial contra la democracia.

«El régimen dictatorial de Maduro se sostiene con los recursos del narcotráfico, alberga terroristas y es una amenaza constante para la democracia en la región y en todo el mundo», dijo Duque en su discurso en formato virtual.

El mandatario conservador llamó también a rechazar las venideras elecciones para renovar el parlamento venezolano, convocadas por el chavismo para el 6 de diciembre.

La mayoría calificada del parlamento fue ganada por la oposición en 2015, pero las funciones del poder legislativo fueron anuladas por el chavismo a través del Tribunal Supremo de Justicia y de una asamblea constituyente con poderes «originarios y soberanos» que le permite a Maduro gobernar por decreto.

La oposición, cuyos partidos han sido proscritos o desmantelados y sus juntas directivas removidas por el chavismo, denuncia la falta de garantías para unas elecciones libres y competitivas. Mientras, el país sufre  una severa crisis económica y social en medio de la pandemia del coronavirus.

«Necesitamos hacer un llamado enérgico a todas las naciones del mundo para que eleven sus voces reclamando elecciones verdaderamente libres, y no la orquesta prefabricada electoral a la que se quiere llevar al pueblo venezolano en este mes de diciembre únicamente para perpetuar la dictadura», añadió Duque.

Colombia, que comparte con Venezuela una frontera de 2.200 km, ha dicho insistentemente que los grupos guerrilleros que se nutren del tráfico de droga encontraron refugio en territorio venezolano con la complicidad de autoridades chavistas.

El presidente colombiano destacó en su discurso el informe que la ONU presentó el 16 de septiembre sobre Venezuela, en el que denuncia a Maduro y sus principales ministros de estar vinculados con posibles «crímenes de lesa humanidad».

«Lo que se busca en Venezuela con los crímenes de lesa humanidad es perpetuar la tiranía. Y todos, absolutamente todos en la comunidad internacional, tenemos que rechazar esa situación», instó.

Las elecciones en Venezuela están previstas para el 6 de diciembre y Maduro aseguró que es «imposible» posponerlas, pese a las recomendaciones de la Unión Europea.

El Grupo Internacional de Contacto (GIC) sobre Venezuela, compuesto por países europeos y varios latinoamericanos, anunció que no enviará observadores a dichas elecciones, a falta de condiciones para unos comicios «transparentes» y «justos».

Venezuela rompió relaciones con Colombia en febrero de 2019 luego de que reconociera, junto a medio centenar de países, al jefe de la oposición Juan Guaidó como presidente interino.

Este es el discurso completo de Duque, reproducido por la Presidencia de Colombia:

‘EL FUTURO ESTÁ EN NUESTRAS MANOS’

Intervención del presidente de la República de Colombia, Iván Duque Márquez, ante la 75 Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU)

Bogotá, 22 de septiembre de 2020.

«Señor presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, Volkan Bozkir.

Señor secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres.

Excelentísimos señores jefes de Estado y jefes de misiones.

Es un honor para mí estar nuevamente ante esta Asamblea en nombre del pueblo de Colombia.

Sobre todo, en un año como este en el que conmemoramos el aniversario número 75 de la Organización de las Naciones Unidas, que marca un hito en la decisión de las naciones, hermanas en la democracia, de encontrar y desplegar espacios para el crecimiento común.

Mi país ha comprendido la importancia del diálogo para superar obstáculos, la urgencia de la conversación franca para encontrar puntos de encuentro. Por eso, somos ejemplo de una larga tradición de participación en los escenarios multilaterales.

Este año, para dar algunos ejemplos, nos convertimos en el miembro número 37 de la OCDE y recibimos las presidencias pro tempore de ProSUR, la Alianza del Pacífico y la Comunidad Andina de Naciones.

Esto demuestra nuestro compromiso con el multilateralismo y es prueba de un compromiso regional en la búsqueda de soluciones conjuntas que nos lleven a que, en el marco del llamado que hace la Organización de las Naciones Unidas, nadie se quede atrás.

Avances de Colombia en la protección de la biodiversidad

La pérdida acelerada de la biodiversidad es, actualmente, una de las grandes problemáticas mundiales.

La actual coyuntura nos ha demostrado la estrecha relación entre la salud humana y la salud de los ecosistemas, cuya disminución pone en riesgo nuestra supervivencia como especie.

Colombia se destaca por ser el segundo país del mundo con mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado. Tiene la fortuna de contar con el 50 por ciento de los páramos del planeta, en medio de un territorio en el que el 30 por ciento corresponde a selva amazónica.

Colombia ha logrado una reducción acumulada de 30,9 millones de toneladas de CO2 y hemos dado una lucha contra la deforestación como en ningún otro momento de la historia de nuestro país, por lo que incluimos la defensa del medioambiente como un propósito de seguridad nacional.

Es así como hemos reducido la deforestación en un 19 por ciento en los últimos dos años y, por medio de la campaña Artemisa, ejecutado nuestra decisión de hacer de la diversidad un activo estratégico.

Y, por eso, hemos recuperado más de 6.000 hectáreas de los Parques Nacionales Naturales e impedimos que 23.000 hectáreas de bosque fueran deforestadas, mientras sembramos más de 35 millones de árboles, acercándonos a nuestra meta de 180 millones de árboles sembrados para agosto del año 2022.

El aumento de capacidad en energías renovables ha sido otro de los aspectos en los que hemos avanzado sobre la lucha contra el cambio climático.

Mientras en 2018 contábamos con 30 megavatios de capacidad conectada a la red nacional, hoy hemos ampliado casi cinco veces esa capacidad, y llegado a más de 140 megavatios adicionales, y con la meta puesta de seguir creciéndola para alcanzar una expansión 20 veces frente a lo que teníamos en el año 2018, para que en el año 2022 nuestro país supere las 2.200 megas.

Ratificamos también nuestro compromiso para que el Convenio de Minamata se haga realidad y donde también expresamos que avanzamos como nación en la Ley que prohíbe el uso del asbesto, así como la promoción del uso de los vehículos eléctricos.

Así mismo, estamos a la espera de la aprobación por parte del Congreso de la República del denominado Acuerdo de Escazú, el cual firmamos a finales del año pasado.

El Pacto de Leticia es una realidad

El Pacto de Leticia, que hace un año anunciaba en el marco de esta Asamblea, materializa parte de ese llamado realizado por el Gobierno colombiano y, en torno a él, nos hemos unido 7 Estados para implementar un Plan de Acción concreto, que hoy contiene 52 acciones específicas para la conservación y el desarrollo sostenible de la Amazonía, reconociendo su importancia como un ecosistema estratégico para el planeta.

Colombia ha logrado que más de 2.800 familias de la Amazonia hoy estén asociadas a proyectos de reconversión ganadera y a la producción de elementos no maderables.

Adicionalmente, que más de 17 mil familias indígenas estén siendo beneficiadas con proyectos de gobernanza y economía sostenible y que 15 mil se encuentren bajo esquemas de Pago por Servicios Ambientales para cerca de 219 mil hectáreas es una demostración de lo que estamos alcanzando soñando con el futuro.

Estrategia global para la defensa de los páramos

Y así como hemos liderado acciones para proteger la Amazonia, los bosques tropicales y los océanos, queremos convocar a todas las naciones del planeta para que protejamos los ecosistemas de alta montaña.

Colombia es el hogar de la mitad de los páramos del mundo, y hoy los invito a que nos acompañen en la creación de una estrategia global para la defensa de los páramos, con la que garanticemos la supervivencia de estos ecosistemas y la sostenibilidad de las comunidades que los habitan. Los páramos son verdaderas fábricas de agua potable y el lugar de nacimiento de las cuencas hídricas que irrigan a gran parte de nuestro territorio.

Por eso, la convocatoria también se extiende a que las naciones del mundo aporten recursos y que entendamos que la protección de los páramos es un deber universal.

Logros de la política de Paz con Legalidad

Colombia es un país maravilloso, habitado por mujeres y hombres tan diversos como nuestra naturaleza. Hemos vivido los embates de la violencia y de la pobreza, y por eso estamos empeñados en construir un futuro sostenible a partir de la equidad.

La paz real es la decisión social de edificar prosperidad a partir de la verdad, de la solidaridad, del apego a la legalidad y del rechazo contundente a cualquier forma de violencia.

Este Gobierno ha diseñado una política de Paz con Legalidad, fundamentada en la estabilización social y la consolidación institucional de los territorios más golpeados históricamente por la violencia y la pobreza.

La política de Paz con Legalidad está beneficiando a más de 6 millones de compatriotas en sus territorios, con una inversión que supera los 780 millones de dólares, apoyando a los más de 13.500 excombatientes y, además, cambiando sus vidas, pero cambiándolas con un sentido de propósito legal, con garantías de no repetición para más de 9 millones de víctimas.

Homenaje a víctimas y líderes sociales

Quiero aprovechar este espacio para honrar a las víctimas de la violencia en mi país. Igualmente quiero exaltar la labor de quienes todos los días realizan los millones de esfuerzos que son necesarios, esfuerzos que los hacen realidad líderes y lideresas sociales que construyen una sociedad más digna, más generosa y que, a pesar de las dificultades, no cesan en su empeño de construir un país para todos.

A ellos y a todos los colombianos les reconocemos esa vocación para construir futuro, para hacerlo zanjando heridas, sanándolas, pero, al mismo tiempo, para que la fraternidad, en el marco de una legalidad certera, nos haga sentir orgullosos.

La contribución de la comunidad internacional

Hoy en Colombia no hay dilemas entre amigos y enemigos de la paz; hoy somos un solo país que avanza sin importar si el viento está a favor o en contra.

Las herramientas multilaterales han sido claves para la contribución de la comunidad internacional a este propósito, en especial en cuanto a la reparación de las víctimas, el fortalecimiento del desarrollo rural, la formalización de la propiedad en los rincones remotos de nuestro país.

Destaco y agradezco el acompañamiento de la Misión de Verificación de la ONU, que es testigo de excepción de los grandes avances de nuestro Gobierno en el propósito de alcanzar una Paz con Legalidad, es decir, una paz de verdad.

Narcotráfico, una amenaza común

Desafortunadamente, todos los esfuerzos que realizamos tienen una amenaza común: el narcotráfico y las economías ilícitas que genera. Para mi país, la lucha contra el narcotráfico es un imperativo ético, porque engendra todas las corrupciones, participa de todas las cadenas del delito y es el germen de la degradación social.

El narcotráfico nutre la trata de personas, el tráfico de armas, la extracción ilegal de minerales, la deforestación, el contrabando. El narcotráfico fractura a las familias, quiebra los valores sociales, atenta constantemente contra la vida de millones de personas en todo el mundo y promueve la desigualdad, sembrando en tierras pacíficas el odio, la violencia y la muerte.

El narcotráfico trasciende las fronteras y mi país ha sido víctima de este hecho deleznable.

Este crimen transnacional demanda la actuación conjunta de todos los Estados, con sentido de corresponsabilidad. Y en estos desafíos comunes, en los que debemos actuar de la mano sin dubitaciones, con energía y sin vacilaciones, hay que hacerlo por un deber con las nuevas generaciones.

Solidaridad y colaboración entre naciones para enfrentar covid-19

La coyuntura ocasionada por la covid-19 también se ha convertido en una amenaza para el resquebrajamiento de las inequidades sociales.

Esta crisis mundial ha evidenciado tanto las fortalezas como las debilidades de las herramientas multilaterales. Por un lado, demostró que aún es necesario definir mejores mecanismos de cooperación en circunstancias de crisis, al tiempo que esas mismas herramientas han conducido la búsqueda de soluciones conjuntas para superarla, por ejemplo, en cuanto a la adquisición de vacunas.

El trabajo mancomunado con organizaciones como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido crucial durante todo este año 2020, y lo continuará siendo mientras podamos encontrar posibles soluciones ante esta crisis.

Mecanismos como Covax, donde Colombia participa activamente, son fundamentales para que varias naciones colaboren en la búsqueda y la distribución de una eventual vacuna. La solidaridad entre naciones y la colaboración permanente son esenciales si queremos atravesar con éxito el temporal de la pandemia.

La pandemia está siendo un punto de inflexión para pensar en un futuro sostenible y justo. Ahora que estamos en miras de reactivar nuestras economías y nuestra vida productiva, es necesario que la sostenibilidad ambiental sea el punto de encuentro para la construcción de un mundo más sostenible, más responsable.

Llamado a rechazar proceso electoral prefabricado que busca legitimar la dictadura de Maduro

Dentro de este marco, la protección de la democracia regional es un elemento fundamental. Las amenazas a la democracia que vemos hoy atentan contra las libertades de las naciones y también impiden la integración regional y la cooperación para la superación de retos como los que actualmente enfrenta la humanidad.

El régimen dictatorial de Maduro se sostiene con los recursos del narcotráfico, alberga terroristas y es una amenaza constante para la democracia en la región y en todo el mundo.

Las constantes violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura, las que denunciamos en nuestro país y las que hemos denunciado en los foros internacionales, incluyendo la Corte Penal Internacional, han sido confirmadas recientemente por la Organización de Naciones Unidas.

¿Por qué? Porque lo que se busca en Venezuela con los crímenes de lesa humanidad es perpetuar la tiranía. Y todos, absolutamente todos en la comunidad internacional, tenemos que rechazar esa situación.

Y necesitamos hacer un llamado enérgico a todas las naciones del mundo para que eleven sus voces reclamando elecciones verdaderamente libres, y no la orquesta prefabricada electoral a la que se quiere llevar al pueblo venezolano en este mes de diciembre únicamente para perpetuar la dictadura.

Por eso, tenemos que rechazar ese proceso que busca legitimar la dictadura de Maduro.

Invitación a los países a trabajar unidos

Hoy Colombia le dice al mundo que mira al futuro con optimismo, con la frente en alto, y llama a sus líderes para unirnos como nunca antes desde que existe esta Organización, para que juntos superemos las dificultades inéditas que estos tiempos nos han puesto en frente.

Estoy seguro de que en nuestra propia humanidad está nuestra mayor fortaleza; estoy convencido de que cuando miremos hacia atrás y recordemos estos difíciles meses, encontraremos pueblos resilientes, que le pusieron el pecho a la historia y navegaron con sabiduría las tempestades.

Señores presidentes y jefes de delegación: el futuro está en nuestras manos.

Muchísimas gracias».

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