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Divina Pastora: obispo pide la dura verdad sobre coronavirus en Venezuela

En tiempos de pandemia, la homilía del obispo Víctor Hugo Basabe en la misa de la Divina Pastora llega a los fieles a través de YouTube, en una inusual celebración cibernética del culto mariano en Barquisimeto, estado Lara. "Por misericordia de Dios, les pido en nombre de este pueblo, digan la verdad, por muy dolorosa que pudiera ser. Todos sabemos que están muriendo muchos hermanos, eminentes médicos que están realizando su trabajo en las peores condiciones de bioseguridad y que al morir ni siquiera cuentan para las estadísticas a diario”, proclamó.

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Por primera vez en 165 años, la imagen de la Divina Pastora no salió a recorrer las calles de Barquisimeto un 14 de enero cargada en hombros de sus devotos. Este 2021, la manifestación de fe mariana más esperada por los larenses ocurrió en confinamiento: la procesión fue pospuesta para cuando la pandemia de covid-19 lo permita.

En su lugar, culminó la «Primera Peregrinación al Santuario de Santa Rosa» con una Eucaristía a puertas cerradas, transmitida por medios digitales y en un templo vacío, rodeado de avenidas que parecían llorar la ausencia de pies descalzos sobre el asfalto caliente.

La peregrinación de la Divina Pastora en Barquisimeto se hizo de manera virtual en este 2021 de coronavirus. Foto: Lirio Pérez Petit/El Estímulo.

Monseñor Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe y, a la vez, administrador apostólico de Barquisimeto, admitió que fue una decisión que nunca se quiso tomar y, el peor anuncio que le tocó hacer.

“Muchas personas nos han criticado a mí y a quienes conformamos la comisión central que cada año organiza todo lo referente a la peregrinación de la imagen de la Divina Pastora a Barquisimeto por haber decidido no realizarla en esta fecha y posponerla a la espera de mejores condiciones sanitarias», dijo en la homilía.

«Quiero que sepan que, si algún sentimiento nos movió a tomar tan difícil decisión, no fue otro que el mirar con misericordia a este pueblo y evitarle una tragedia mayúscula, sabiendo que se trata de un virus que se contrae por el contacto personal y ante el cual se deben evitar multitudinarias aglomeraciones”, agregó.

Equipos antimotines

Puntos de control de policías nacionales, municipales y guardias nacionales impedían la circulación por la Avenida Lara, que conduce al pueblo de Santa Rosa. En el arco, su entrada principal, un piquete de uniformados puso escudos antimotines como barricada. Solo personal técnico de las empresas proveedoras de audio, productora de video, internet, canales de televisión y periódicos con equipo mínimo, colaboradores de la Arquidiócesis y animación musical. Nadie más tuvo acceso a la basílica.

El interior del Santuario también está inusualmente vacío. No hay bancos, ni portavelas; solo las gruesas columnas de concreto, el altar removible y – detrás de él – la sagrada imagen de la Divina Pastora ataviada con el traje que usó en la visita del año 2000 y que los propios fieles eligieron que usara a través de un concurso en la página web de la Arquidiócesis.

A la madre de Dios no le importa que la efigie de pastora sevillana que llegó accidentalmente a Santa Rosa haya llevado un atuendo viejo y repetido: estamos en tiempos de austeridad y el verdadero vestido es el amor.

Que sea la primera y última peregrinación virtual

Así como en una acción responsable de pastor que cuida el rebaño, el obispo Basabe aprovechó la homilía de la misa que, a las 5 de la tarde del 14 de enero llevaba más de 22 mil visitas en YouTube, para pedir “misericordia para con este pueblo venezolano que, en medio de esta pandemia, ve día a día aumentar sus sufrimientos como consecuencia de una crisis política, económica y social a la que nos han conducido más de 20 años de decisiones erradas que a lo único que han contribuido es a llevar al país a la ruina».

«Les pido, por misericordia de Dios, a quienes han asumido el ejercicio de la política, entiendan de una vez que es urgente un acuerdo nacional que ponga fin a tanto sufrimiento. Que es urgente un cambio en la conducción del país y sus instituciones y eso puede lograrse con buena voluntad y sin que el país tenga que desangrarse; solo con una mirada y un gesto de misericordia hacia este pueblo, tanto de parte de quienes ostentan el gobierno como de quienes le adversan”, agregó.

Muerte por coronavirus

En otras circunstancias, los obispos que participan en la asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana hubieran venido a la celebración, pero este año 2021 su reunión fue virtual, no viajaron a Lara. Además, lloran la muerte por coronavirus de monseñor Cástor Oswaldo Azuaje Pérez, obispo de Trujillo, y la enfermedad de otros religiosos.

Basabe imploró a la Providencia, pero con un reclamo terrenal a quienes conducen el país por lo desprotegido que está el personal de salud en la red hospitalaria nacional.

“Usar bien un tapabocas es tener un gesto de misericordia para con nuestros hermanos que, además, nos puede salvar la vida; una actitud de misericordia es pensar y mirar con amor a los agentes sanitarios, a nuestros médicos, enfermeros y hasta el más humilde trabajador de la salud que exponen sus vidas atendiendo a quienes son portadores del virus y muchos de los cuales ya la han ofrendado en la lucha en primera línea contra esta pandemia”.

Subregistro oculta muertes y propaga el virus

Así como la muerte del obispo de Trujillo duele a la feligresía trujillana, a sus familiares y a sus compañeros de vida clerical, el coronavirus se lleva a otros venezolanos y no consta en los registros.

“También, invito a las autoridades sanitarias del país a entender que es un acto de misericordia hablar con la verdad. La opacidad y la mentira con la que se está manejando esta pandemia en Venezuela, a lo único que contribuirá es a que ésta más se propague y más tristeza cause en medio de nosotros.

«Por misericordia de Dios, les pido en nombre de este pueblo, digan la verdad, por muy dolorosa que pudiera ser. Todos sabemos que están muriendo muchos hermanos, eminentes médicos que están realizando su trabajo en las peores condiciones de bioseguridad y que al morir ni siquiera cuentan para las estadísticas que se presentan a diario”, agregó.

La Visita 165 no está suspendida. Fue pospuesta. Habrá procesión con miles de fieles caminando 8,5 kilómetros desde Santa Rosa hasta la Catedral. Pero todavía no se sabe cuándo. El deseo unánime es que ésta haya sido una primera y única peregrinación virtual que en ningún momento debe mermar la fe en Dios, sino incrementarla y también afianzar la confianza en el papel intercesor de María ante su hijo Jesucristo.

Acceso restringido

La imagen permanecerá en la iglesia de Santa Rosa. El párroco, Huberto Tirado, informó que, a partir del lunes 18 de enero, se permitirá el acceso a los devotos entre 10 de la mañana y 12 del mediodía y de 3 a 4:30 de la tarde, en grupos pequeños y en lapsos muy breves. Recomendó a los creyentes abandonar sentimientos de decepción o deuda, pues las promesas no tienen fecha: “una promesa es un sacrificio, ofrecer a Dios algo que a usted le cueste hacer y pedir la mediación de la Virgen; también un gesto de desprendimiento. Lo más aconsejable es compartir alimentos con quien menos tenga”.

En 1856, el ruego fue por el cese de la epidemia de cólera. En 2021, por el fin de la pandemia del coronavirus. La eucaristía terminó con un canto esperanzador del acompañamiento musical que estuvo a cargo del padre Badoglio Durán y su grupo:

“Viva María, Divina Pastora, la vencedora de Satanás. En Venezuela hay una nube y al cielo sube: es la oración”.

La basílica de Santa Rosa, a las afueras de Barquisimeto, uno de los escenarios del culto mariano de la Divina Pastora. Este 2021 están vacíos de peregrinos los  alrededores, por las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus. (Foto: Lirio Pérez Petit/El Estímulo).  

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