Gastronomía

Comida china a la venezolana, un gusto que se afianza en España

El gran número de venezolanos que ha tenido que emigrar se han adaptado a sus nuevos lugares de residencia, pero por encima de todo llevan en la memoria afectiva sus gustos epicúreos y se resisten a perderlos. La decepción de Mario Feliciano al probar en Madrid un arroz chino insípido "con unas gotas de soya", lo llevó a abrir Chinawok Express, que cada vez tiene más clientes

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comida china
Dibujo: Daniel Hernández. Fotos: David Placer, Gabriel Carta, Alberto Veloz y Pinterest

En la memoria afectiva de la diáspora venezolana permanecen los recuerdos de cuando salían a divertirse, ir a un restaurante o simplemente solicitar un servicio de comida china a domicilio.

Actualmente es posible conseguir oferta de comida venezolana casera, con mucha facilidad, en todas las ciudades y hasta en los pueblos donde han llegado los emigrados venezolanos.

Esa es la comida del afecto, la que se consume a diario en cualquier hogar venezolano, tanto dentro como fuera del país. Esa demanda ya está satisfecha porque en la actualidad se consiguen los ingredientes y productos, bien sea para prepararla o ya lista para comer.

En casi cualquier parte del mundo, y en primerísimo lugar, se puede comprar harina de maíz precocida, generalmente de la marca PAN para preparar arepas, bollitos o hallaquitas. También está la opción de adquirir las arepas listas en paquetes refrigerados. Este punto, casi de honor, está resuelto.

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Tequeños y cachapas congelados

Igualmente, en los mercados donde los venezolanos tengan un puesto de venta, se pueden adquirir tequeños, empanadas, pastelitos, cachitos de jamón, cachapas, golfeados, quesos blancos frescos, caraotas negras, plátanos, Diablitos, chocolates de las marcas nacionales más reconocidas, chucherías de todo tipo, donde no faltan el Cocosette, los Toronto, Pirulín y la Susy, la apetecida malta, refrescos como Frescolita y cervezas nacionales.

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La Frescolita es uno de los refrescos que se encuentran en muchos países

Por supuesto, en la época de Navidad no faltan las hallacas y el pan de jamón. Por cierto éste último se consigue casi todo el año.

En cuanto a la comida más elaborada, también en la sección de congelados se encuentran bandejas listas para consumir un asado negro o un pabellón bastante resuelto, carne mechada, polvorosa de pollo, tequeños y un sinfín de productos, perfectamente bien empaquetados y con la sazón casera que remite al recuerdo familiar de la mesa dispuesta por mamá.

La comida del afecto, la del hogar del emigrado, ha visto en estas ofertas una manera de resolver su distanciamiento físico, ya que con relativa facilidad está cada vez más presente y al alcance de nuestros compatriotas.

Comida del afecto con sello comercial

Pero podríamos categorizar otro tipo de alimentos, quizás más comercial pero que también se inscribe en la comida del afecto, que es la consumida usualmente cuando ese ciudadano, mientras vivía en Venezuela, podía comer con facilidad, especialmente para llenar ratos de ocio, como una manera de darse un “gustico” e ir a un restaurante o simplemente encargarla vía telefónica para que el delivery hiciera lo suyo.

Arroz chino a la venezolana. Foto Archivo

En este punto aparece la figura de la comida china del restaurante de la esquina; del local que abrió la familia de chinos en el barrio o del elegante comedor de exóticos platos en la urbanización del este; de la fonda que instaló el chino Hung en el superbloque.

Sin distingos de clase social, la comida china siempre estuvo allí, con sus pequeñas o muchas diferencias de presentación y quizás de alguno que otro plato o ingrediente, pero con una sazón de cebollín, salsa de soya y jengibre que la uniforma, la democratiza y que por lo general gusta a casi todos, donde reinan la lumpia y el arroz frito, sin dejar por fuera la creación occidental del chop suey.

Esa es la comida comercial del afecto. Desde hace muchas décadas esa comida llegó al país e inmediatamente, con el sentido comercial del hombre oriental, se impuso como gastronomía foránea y ofreció dos variantes, además de servirla en sus locales, siempre estuvo el sempiterno cartelito, a veces hasta en luces de brillante neón: Servicio a domicilio y Comida para llevar, lo que ahora en anglosajón llaman delivery y pick up.

El Palmar era uno de los emblemáticos restaurantes chinos en Caracas. Foto Archivo

Ver reportaje: Delivery versus reparto a domicilio

La China de Guangdong o Cantón

Lo que se ofrece como comida china en Venezuela, con sus similitudes y diferencias, por razones obvias aunque no es igual a la consumida por casi 1.500 millones de chinos, al menos gran parte de sus ingredientes si son muy similares en sazón, sabor y técnica a la comida proveniente de Guangdong, región de China castellanizada en la palabra Cantón.

No nos referimos a la comida que se consume en otras regiones de la vastedad de China, donde coexisten muchas escuelas culinarias como las de Szechuán, Shandong, Fujian, Hunan, Xinjiang, entre otras, con notables diferencias de productos, sazones, aromas y presentaciones, lo que un occidental considera cocinas muy exóticas.

comida china portada
Comida típica china. Foto Archivo

En Caracas existen algunos restaurantes que ofrecen esa culinaria quizás menos conocida, más auténtica y parecida a las de otras regiones diferentes a Cantón, aunque cada vez son menos los locales que la ofrecen.

En este punto hay que distinguir la comida proveniente de Cantón, provincia de donde llegaron la mayoría de los chinos que se radicaron en Venezuela desde hace casi un siglo, a diferencia de las muchas cocinas regionales que conviven en ese enorme país asiático.

La comida cantonesa es la más internacional y variada de China, por lo tanto es la más conocida y consumida en el mundo entero. Entró al continente americano por la costa oeste de los Estados Unidos donde surgieron cambios y adaptaciones al gusto occidental, pero lo que marca la gran diferencia entre la “original” y la “adaptada” es la ingente presencia de materia grasa en sus preparaciones siendo para occidente una mínima parte de la consumida en su lugar original, pero siempre conservando su esencia y sabores.

Las técnicas de cocción son las mismas que van desde estofados, frituras, asados, salteados hasta el más usado que es el vapor.

Ver: Restaurantes chinos, unos parecen y otros si son

Memoria afectiva

Después de todo lo expuesto, la respuesta es muy sencilla. Cientos, miles, millones de venezolanos salieron del país por las más disímiles razones, pero llevan en la memoria sus gustos epicúreos y se resisten a perderlos.

El caso venezolano es atípico y ha sido una diáspora de mucha gente en corto tiempo y muy heterogénea en su conformación socio económica, de diferentes clases sociales y formación profesional.

Desde el emigrado que salió a pie, para luego recorrer algunos trayectos en autobuses o camiones con un itinerario que remonta picos y desiertos para completar una ruta como por ejemplo Cumaná-Bogotá-Lima-Buenos Aires o hasta el viajero que se fue en la primera clase de un jet para llegar con prebendas y mucho dinero e instalarse cómodamente en Miami o Lisboa.

Una vez resuelta la alimentación diaria con la comida del afecto que tiene su punto álgido en la arepa, se debe cubrir la del afecto que nace del divertimento, la de la oferta comercial que permite darse un gusto diferente al casero y la que tiene el venezolano más cercana siempre ha sido la comida china, por su accesibilidad económica, por su sabor entre dulce, agrio y salado que tanto nos gusta y por la rapidez en su entrega.

No existe una categoría para encasillar esta culinaria enraizada en nuestra memoria gustativa plena de arroz frito, wonton con chop suey, muchos sabores agridulces y el frasco de salsa de soya en la mesa que sustituye al kétchup de la fuente de soda.

Comida china venezolana. Foto Archivo

Nace una estrella (china)

Hace una década aproximadamente a ningún venezolano se le hubiera ocurrido abrir un restaurante de comida china con la sazón que conocemos de esta cocina fuera de Venezuela.

Un negocio, para no utilizar la manida palabra emprendimiento, que ofrece “auténtica comida china estilo venezolano” abrió en Madrid en medio de una pandemia que azota al mundo entero.

Mario Feliciano (24 años) fundador de Chinawok Express llegó a Madrid para “hacerse la Europa”. Comenzó trabajando como conductor de Uber. Con afán y tesón logró un pequeño capital porque una de sus metas era poder independizarse.

comida china a la venezolana
Mario Feliciano al frente de su restaurante Chinawok Express. Foto Cortesía

En una ocasión Feliciano fue a un restaurante chino en Madrid porque comenta que le hacía falta “su arroz frito especial”. Cuando le sirvieron el Arroz tres delicias que había ordenado, lo más parecido en el menú al “arroz especial chino” que recordaba, no tenía nada que ver con lo que estaba acostumbrado a comer en Venezuela. Explica que aquel era un arroz blanco, insípido, con zanahorias y guisantes, unas gotas de soya y más nada.

Así nació la idea: “esta gente va a necesitar comer chino como lo hacemos en mi país -pensó Feliciano- y para mis paisanos recordarles el sabor de nuestro arroz chino. El de nosotros lleva soya oscura, es más condimentado, más cantidad y variedad de vegetales, las proteínas son mejor procesadas, algunas a la parrilla y otras horneadas”.

“Allí fue cuando comencé a buscar un cocinero chino-venezolano y encontré a Juan Mok, un chef con 35 años de experiencia y decidimos llevar el negocio a otro nivel”.

Para lograr su sueño comenzó con la idea de ofrecer por delivery, cuatro platos que le recordaran gustativamente a sus coterráneos inmigrantes, igual que él, los sabores de aquella comida china que tanto saborearon en su ahora lejana Venezuela, en compañía de la familia o amigos y siempre con una Polarcita helada.

Como el negocio del delivery comenzó a crecer decidieron abrir un restaurante en la zona de Villaverde Bajo de Madrid, donde fueron incorporando otras preparaciones con la misma orientación culinaria de sabor y texturas de lo que ahora se llama “cocina china-venezolana”, expresado con mayor exactitud “… al estilo venezolano”.

Mario Feliciano da instrucciones sobre la decoración del restaurante

“Me gustaría expandirla en toda España, comenzar a franquiciar los locales para que así otros emprendedores puedan comprar nuestra marca y tener un negocio rentable”, nuevo anhelo de Mario Feliciano.

Lo que más piden es el arroz frito especial, lumpias y “pan chino” que ha sido una verdadera revelación. “Si al momento de hacer sus pedidos no tenemos pan -comenta- los clientes dicen: yo espero el pan hasta que salga del horno para que me envíes la comida”.

Pan chino al estilo venezolano

Asesoría en marketing

Chinawok Express comenzó tímidamente con una oferta culinaria que solo tenía arroz frito especial en tres versiones; lumpias, chop suey y pan “chino”, luego agregaron el pollo y las costillitas agridulces hasta llegar al menú actual con 60 preparaciones diferentes.

Así lo explica Gabriel Carta, asesor de marketing de la marca, quien junto al fundador y creador del negocio, Mario Feliciano, lleva a cabo las ideas de promoción, y agrega que “todos los platos son muy solicitados, no solo por la colonia venezolana residente en Madrid, sino que la clientela española ha crecido de una manera impresionante. Fuimos los pioneros en este tipo de negocio”.

Fachada del restaurante Chinawok Express cocina china venezolana en Madrid

A la pregunta de cuál es el perfil de ese cliente español, comenta que “generalmente es un público entre 30 y 60 años que prueba esta cocina como algo novedoso, ya que los restaurantes chinos en España no se asemejan en nada a la sazón china al estilo venezolano y en los últimos meses hemos tenido mucha demanda de personas de la tercera edad quienes invariablemente preguntan si somos chinos, chinos de verdad. Por cierto, algo que comercialmente es importante, son clientes que repiten”.

“La demanda es altísima, los pedidos por Instagram se multiplican cada semana, pero eso nos pone al descubierto debilidades en algunas partes que nos hace falta mejorar, por ejemplo ampliar la cocina y en eso estamos trabajando arduamente”, explica Gabriel Carta quien agrega que ya tienen 12 empleados con miras a seguir creciendo.

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Comida china al estilo venezolano en Chinawok Express en Madrid

Gabriel Carta (39 años) es Ingeniero en Computación, asesor en Mercadeo Digital, quien con sus conocimientos en este campo logró captar a emprendedores venezolanos, así como a muchos amigos que emigraron e iniciaron con esfuerzo algún tipo de negocio en tierras desconocidas. “Vivir en Venezuela no es una limitante para asesorar a esas personas”, comentó.

También era un albur si esa sazón china a la venezolana les podría gustar a los españoles y demás latinoamericanos. Resultó y “la pegaron” como se dice coloquialmente cuando el negocio funciona.

La exótica oferta

“Para nosotros -agrega Carta- siempre fue vital tener una oferta gastronómica muy amplia y parecida a cualquier restaurante de comida china que se puede encontrar en Caracas, que en nuestra opinión es la cuna de la gastronomía china-venezolana”.

En el menú figuran preparaciones como las lumpias tradicionales pero también han incluido unas lumpias, no muy ortodoxas, rellenas de queso fresco o de jamón York. Por supuesto el consabido chop suey, tallarines y arroz en más de ocho versiones con muchos vegetales crujientes; el pollo está en cinco presentaciones. Wonton frito con rellenos variados.

Calamares y langostinos rebozados; y para no perder el sello español figuran unos camarones al ajillo al igual que una tortilla, pero versión china, porque el abigarrado relleno está compuesto de zanahoria, cebolla, pimiento, apio (celery), gambas, cerdo y pollo en salsa de ostras con champiñones. Nota del redactor: De tortilla esto pasa a ser un pastel multisápido.

Algo más exótico de este menú -para el español común que no está acostumbrado a esas combinaciones- son los cubos de carne o pollo en salsa de ostras o las costillas de cerdo con salsa de ajo, miel y ajonjolí; igualmente han causado sensación los fideos de arroz al estilo Singapur en salsa de curry semipicante (sic).

El súmmum de lo sofisticado está en la Sopa de aletas de tiburón, la Crema de maíz con pollo a la que le agregan trocitos de jamón York, embutido muy común en España y el Pato laqueado Pekín que se debe encargar con dos días de anticipación.

Mok está al frente del wok

El chef Juan Mok tiene la destreza y agilidad para saltear en el enorme wok grandes cantidades de vegetales y granos de arroz, fideos y carnes o mariscos que se van oscureciendo a medida que llueven las salsas de soya, de ostras, de frijoles chinos, en proporciones sabiamente equilibradas y justas para que den sabor y no se convierta el “frito especial de la casa” en una salmuera.

Igual manejo despliega Juan Mok con los pollos, langostinos y demás proteínas que cuece al grill o saltea en el curtido wok con la llama a toda mecha, unos de los platos más demandados por los españoles que lo consumen con grandes cantidades de vegetales cocinados al dente, al estilo “chino-venezolano”.

Esta maestría la aprendió de su padre chino quien todavía regenta el restaurante donde se inició en el Centro Comercial Pro Patria en Caracas y de su larga estancia en Hong Kong. “Hoy en día podemos decir que hemos vendido esta comida como un arte culinario a los españoles”, dice con satisfacción el chef Mok.

Con Juan Mok al frente de los fogones el éxito continúa porque él sabe reproducir la sazón, el sabor, los tiempos de cocción con las técnicas orientales de los platos elaborados al estilo chino que los venezolanos añoran en el recuerdo de los famosos “potes de plástico” que se popularizaron tanto y pasaron a ser una medida de cantidad: “…la ración es como la de un pote chino”, frase que se suele utilizar entre los venezolanos.

Woki, el personaje

La cuenta de @chinawokexpress tiene un contenido que atrae mucha clientela porque es totalmente diferente a todas las páginas de gastronomía, están constantemente sorprendiendo a sus seguidores y para lograrlo encontraron a un personaje, lo que se conoce como un gif (Graphics Interchange Format) que se llama Woki.

Woki, imagen de Chinawok Express

Este gracioso jovencito oriental es un diseñador gráfico que vive en Malasia y quedó sorprendido cuando vio su imagen publicada en una cuenta que promociona un restaurante de comida china, estilo venezolano, en Madrid.

Explica Gabriel Carta que en su búsqueda de una situación o un personaje gracioso, encontró a Woki en un sitcker que este publicó, lo incluyeron en la cuenta para una promoción del Día de los Enamorados y de inmediato el personaje se viralizó, atrajo mucha gente a la página.
Woki funciona como un gancho para sus promociones, anuncios, ofertas, premios, celebraciones, presentación de nuevos platos, todo lo que signifique publicidad, un auténtico descubrimiento para el marketing.

Los socios de Chinawok Express se comunicaron con él para que siguiera siendo la figura central de la cuenta y Woki, que su verdadero nombre es Justin Khaw, no entendía nada, puso cara entre avergonzado y asombrado pero de mucha satisfacción por lo que aceptó ser la figura de las redes de Chinawok Express.

Pioneros, competencia y lumpias

Chinawok Express es la pionera de este tipo de negocio en Madrid. Otros también vieron la luz pero con ofertas más sencillas, algunos cerraron porque el cliente quiere más variedad y no limitarse solo al arroz, lumpias y chop suey.

Por cierto, solo en Venezuela y Colombia se le da el nombre de lumpias a lo que internacionalmente se conoce como rollito de primavera, spring rolls o egg rolls.

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Lumpias

Las lumpias son parecidas al popiah fresco o a los rollitos de primavera fritos, generalmente servidos en el sudeste asiático y originarios de la provincia china de Fujian.

Por algún misterioso motivo conservó casi intacto su nombre en nuestros países, a pesar de una larga travesía de años y kilómetros. En Holanda, Bélgica y Francia se les conoce como loempia, voz de la antigua ortografía indonesia.

La lumpia se popularizó tanto en nuestro país que se convirtió en integrante fundamental de la extensa familia de pasapalos venezolanos, servidos con su sempiterna salsa agridulce. A veces compite en ciertos momentos de las fiestas porque “a falta de tequeños buenas son lumpias”.

Pero no solo Madrid se disputa en ofrecer esta comida china, Miami tiene su Salón Cantón restaurante de origen caraqueño; Doral, Orlando, Santiago de Chile y Buenos Aires también ofrecen sabores chinos en clave venezolana.

Mientras existan migrantes venezolanos en el mundo, esta sazón agridulce cargada de cebollín, jengibre, salsa de soya… pica y se extiende.

Coordenadas

Chinawok Express, Calle de la Alianza 33, Villaverde Bajo, Madrid.

Instagram: @chinawokexpress

Fuentes consultadas

Entrevista a Gabriel Carta, gerente de Mercadeo de Chinawok Express.
Fotos: David Placer, Gabriel Carta, Alberto Veloz y Pinterest.

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