Opinión

Comando Sur y aliados coronan ejercicios militares en Guyana y Esequibo

Guyana fue anfitrión de los ejercicios militares Tradewinds que encabeza el Comando Sur de EEUU con el propósito manifiesto de cuidar la seguridad de la región. Delegaciones militares de 14 países, entre ellos miembros del CARICOM participaron durante dos semanas. El gobierno de Nicolás Maduro ha calificado estas acciones de las fuerzas militares estadounidenses en el Caribe como una amenaza para la estabilidad de su gobierno y regional.

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Desde el pasado 13 de junio se realizaron en Guyana los ejercicios militares Tradewinds 2021 patrocinados por el Comando Sur de Estados Unidos, con la participación de once países latinoamericanos y tres europeos. Se trata de un operativo multidimensional centrado en la seguridad del Caribe que se lleva a cabo en los dominios terrestre, aéreo, marítimo y cibernético. El ejercicio multinacional en su edición 36 se extendió hasta este 25 de junio.

Esta es la edición que debió llevarse a cabo en 2020, pero que fue pospuesta debido a la pandemia del coronavirus.

Las fuerzas estadounidenses, que buscan profundizar sus alianzas con la región, se unieron a las naciones participantes del Caribe con especial participación de los miembros del CARICOM para llevar a cabo esta capacitación conjunta, combinada, centrada en aumentar la cooperación regional en operaciones de seguridad multinacionales complejas.

A pesar de la grave situación que padece Guyana afectada por fuertes inundaciones, el ejercicio siguió adelante. También participaron fuerzas de Brasil, Reino Unido, Francia, Canadá y Países Bajos, en una exhibición de estrategia militar y despliegue de ayuda humanitaria en situaciones de desastres naturales.

Entre militares e inundaciones

El presidente de Guyana, Irfaan Ali, declaró oficialmente la “situación de desastre nacional” después de que las diez regiones administrativas en las que está dividido el territorio se vieron afectadas las lluvias.

La apertura tuvo lugar en la base militar de Camp Ayanganna y fue presidida por el jefe del Estado Mayor de Guyana, Godfrey Bess y con la asistencia de los países participantes encabezados por EEUU y el anfitrión, Guyana. Con ellos estuvieron presentes las delegaciones militares de Canadá, Reino Unido, Francia, Bermudas, Brasil, Belice, Haití, Jamaica, Países Bajos, Las Bahamas, República Dominicana y Trinidad y Tobago.

Como anfitriones, 350 efectivos de la Fuerza de Policía de Guyana (GPF) y de la Fuerza de Defensa de Guyana (GDF) se formaron en diversas habilidades militares, incluyendo el combate cuerpo a cuerpo.

Las filas locales también han recibido formación en puntería, evacuación médica de emergencia, respuestas de búsqueda y rescate y recuperación y reparaciones mecánicas y de ingeniería para el transporte aéreo y acuático, entre otras áreas.

«El objetivo general de todos los que participamos aquí es garantizar la creación de una coalición internacional que garantice la paz y la estabilidad de esta región, que garantice la seguridad y que garantice que esta región nunca se convierta en un refugio seguro para la delincuencia transnacional», dijo Irfaan Ali la noche del jueves 24. El presidente fue anfitrión de un brindis de clausura con los comandantes de Tradewinds, reseñado por los servicios informativos del gobierno de Guyana.

Tensiones con Venezuela

La designación de Guyana como centro de este ejercicio militar multinacional despierta tensiones, especialmente con Venezuela, profundizándose entre ambos países tras el ascenso a la presidencia de Mohamed Irfaan Ali, del Partido Progresista del Pueblo-Cívico, en agosto de 2020.

Irfaan dio un viraje a su política exterior y favoreció las inversiones extranjeras y la alianza con EEUU y la Unión Europea, dejando atrás los vínculos que mantuvieron sus antecesores con el eje representado por Rusia, China e Irán; con Cuba y los países latinoamericanos alineados con el Foro de Sao Paulo, los amigos favorecidos en gobiernos anteriores.

En su larga presidencia, Hugo Chávez había generado una distensión con Guyana, poniendo en el congelador la disputa territorial por el Esequibo, por intermediación de Cuba. Pero desde el momento de las grandes inversiones en la zona en reclamación y los descubrimientos de importantes yacimientos de petróleo por parte de las multinacionales desde 2008, comenzaron a privar los intereses económicos por encima de la alianza ideológica.

A partir del cambio de gobierno se reinició el conflicto por la disputa territorial cuando Guyana llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia, la cual se declaró competente para conocerlo y dictar un fallo para resolver el conflicto limítrofe.

Provocaciones

Las tensiones entre ambos países se agudizaron el pasado mes de enero cuando Nicolás Maduro estableció la creación del llamado Territorio Marítimo para el desarrollo de la Fachada Atlántica, que abarca la costa del territorio Esequibo en disputa con Guyana.

La ex colonia británica se adhirió al Grupo de Lima que apoya un cambio político para Venezuela y promueve que se hagan elecciones libres. Incluso el Grupo de Lima emitió una declaración donde “condenan cualquier provocación o despliegue militar que amenace la paz y la seguridad en la región”. Hacen un llamado al régimen de Maduro y a las Fuerzas Armadas de Venezuela para que desistan de acciones que violen los derechos soberanos de sus vecinos.

Aunado a este conflicto histórico, la nueva alianza entre Guyana y EEUU revive nuevas tensiones fronterizas, no solo en el mar territorial sino a lo largo de toda la línea fronteriza en donde grupos armados han protagonizado enfrentamientos con las fuerzas policiales guyanesas.

Militares británicos participan en los ejercicios Tradewinds, con Guyana como anfitrión. Foto: Royal Navy UK

Venezuela en desventaja

El último ejercicio naval con EEUU, practicado en el mar territorial en disputa, ocurrió el pasado mes de enero y fue calificado como una “amenaza” por parte del régimen venezolano. Este nuevo ejercicio Tradewinds, reafirma las nuevas alianzas que adelanta el gobierno de EEUU, especialmente con el CARICOM y los países vecinos de Venezuela, iniciada por Donald Trump y continuada por Joe Biden.

En septiembre de 2020, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo y el presidente de Guyana Mohamed Irfaan Ali, acordaron desplegar patrullas conjuntas, que operarán en el mar y en el espacio aéreo del Caribe para detener el contrabando de estupefacientes, pesca ilegal y contrabando de minerales ilegales en su frontera con Venezuela. En su visita a Guyana firmó con el nuevo presidente importantes acuerdos políticos, económicos y militares.

Desde que se instauró el gobierno chavista, Venezuela ha dejado de participar en acciones conjuntas con EEUU y se produjo una ruptura de los acuerdos militares para la región.

En relación a la operación Tradewinds, en 2015 la Fuerza Armada Bolivariana produjo un informe en el que “alerta por peligrosas actividades actuales del Comando Meridional de EEUU que involucran a la República Bolivariana de Venezuela’. Según ese informe: “Estados Unidos urde una estrategia de dominación del continente so pretexto de luchar contra el narcotráfico”. Sobre este nuevo episodio, voceros del régimen madurista han señalado que esta es una “operación tenaza” en la que estarían Colombia, Brasil y Guyana.

Guayana se abre a trasnacionales

En tanto se profundiza la disputa territorial por el Esequibo que ha sido llevada a la Corte Internacional de Justicia por parte de Guyana, Venezuela ha ido perdiendo su industria petrolera, tiene paralizadas sus más grandes refinerías, la población padece la escasez de gasolina y gasoil que afecta la producción de alimentos y bienes en todo el territorio. A diferencia, Guyana se ha aliado con las más grandes empresas petroleras del mundo, no solo con las estadounidense sino también con las de China; aparte de explorar y desarrollar todo el potencial de crudo que existe en la zona en reclamación y su mar territorial.

El juego geopolítico, además de tener un componente de seguridad del hemisferio frente al avance de Irán, China y Rusia en Latinoamérica, cuenta con un factor económico para consolidar estas alianzas. Ahora Venezuela, en total desventaja, clama por inversionistas con sus industrias semiparalizadas.

Las mayores reservas

En 2015 fue descubierto el bloque de reserva petrolera Stabroek, en el mar territorial que posee Guyana, considerado la segunda mayor reserva petrolera en el mundo. Ocupa una extensión de 26.800 kilómetros cuadrados en la cuenca entre Guyana y Surinam. Este yacimiento, está siendo manejado por la empresa Exxon Mobil, de EEUU. Otras naciones del bloque antioccidental también entraron en el juego geopolítico, como China con la empresa China National Off Shore Oil Company (CNOOC). China no sólo está invirtiendo en las plataformas petroleras sino que le han asignado importantes obras de comunicación terrestres para conectar con Brasil a través de la selva amazónica y obras de infraestructura para el desarrollo de aeropuertos y la nueva central hidroeléctrica para Guyana.

La influencia de Exxon Mobil ha jugado un rol fundamental en esta estrategia geopolítica que, más allá de las inversiones petroleras, ha financiado además gastos judiciales al gobierno guyanés en la disputa territorial con Venezuela en la Corte Internacional.

Guyana crece

El crudo ha comenzado a dar dividendos económicos a Guyana. En medio de la crisis mundial por la pandemia y la recesión que afecta a la mayoría de los países, esta pequeña nación vecina, de cerca de 700 mil habitantes, considerada desde hace años como una de las más pobres del continente, acosada por ineficientes gobiernos e instituciones corruptas, es una de las pocas en el planeta que registrará un inusual crecimiento económico. Es el efecto de una acertada política de apertura a las inversiones y desde luego el descubrimiento de al menos 18 importantes yacimientos desde 2008 con consorcios encabezados por Exxon Mobil y CNOOC, que ya generan 120 mil barriles diarios. Se estima que la economía guyanesa duplicará su tamaño en solo un año; mientras la venezolana retrocede en casi 70% y ocupa el segundo lugar como el país más pobre en el continente.

Uno de los fenómenos que se están dando en la nueva Guyana, es el regreso de miles de sus connacionales que durante más de 30 años optaron por irse a países vecinos y a EEUU; mientras, la diáspora venezolana tiene ahora en Guyana una de sus opciones para iniciar una nueva vida. Se estiman la presencia de unos 40 mil venezolanos.

Exxon y Tradewinds

Es tal el vínculo de Guyana con sus empresas trasnacionales y la importancia de sus inversiones petroleras, que una de las áreas que se trabajaron durante los ejercicios Tradewinds fue el tema de seguridad en las plataformas petroleras del mar territorial en la cual se pondría a prueba su capacidad para responder a situaciones de emergencia como derrames de petróleo.

El director general de la Comisión de Defensa Civil de Guyana, CDC, el teniente coronel Kester Craig, dijo que “este ejercicio es particularmente importante para Guyana como un nuevo estado petrolero, para probar su sistema de respuesta”.

Para estos entrenamientos se utilizaron las plataformas de Exxon Mobil.

En estos entrenamientos participaron representantes del Departamento de Energía, Servicio Geológico, Centro de Desastres del Pacífico, Oficina de Planificación y Gestión de Crisis Marítimas de las Fuerzas Armadas de las Antillas francesas en el Caribe. También, de la Oficina de Política de Respuesta Ambiental Marina de la Guardia Costera, Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID)-Oficina de Asistencia Humanitaria para Desastres en el Extranjero (OFDA). Igualmente, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, todos organismos de EEUU.

Elecciones libres

Es evidente que las políticas de Venezuela hacia Guyana no solo han fracasado, sino que en estos 20 años Venezuela perdió la oportunidad de extender su influencia cuando PDVSA y la industria petrolera contaban con las más avanzadas tecnologías y capacidad en inversión.

Las políticas estatistas y la alineación con el Foro de Sao Paulo y la corrupción, han puesto al país en una condición de debilidad frente a su vecino. El chavismo perdió con Guyana el aliado que tanto trató de cultivar Hugo Chávez desde que asumió el poder hasta su muerte en 2013. Esa distancia la ratificó el presidente Irfaan Ali en su encuentro con el Secretario de Estado de EEUU, el primero de ese rango que hacía una visita a Guyana:

“Nosotros respaldamos la necesidad de elecciones libres y justas en nuestro hemisferio”, dijo Alí refiriéndose al caso venezolano. “Con urgencia, creemos que los valores y principios democráticos deben ser respetados también en Venezuela”.

De allí en adelante las inversiones, la ayuda económica y las visitas de altos jefes militares y representantes de diversas instancias del alto gobierno de EEUU se hacen cada vez más frecuentes.

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