Literatura

Nobel de Literatura: un año, dos premios

La Academia Sueca premió con el Nobel de Literatura, en la primera elección doble en casi seis décadas, la "imaginación narrativa" de la polaca Olga Tokarczuk y el "ingenio lingüístico" del austríaco Peter Handke

FOTOGRAFIA: AFP
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El Nobel de Literatura se entregó en esta edición a Olga Tokarczuk y Peter Handke, tras quedar el año pasado en suspenso en medio de una crisis interna que se precipitó a la institución. En el 2017, 18 mujeres denunciaron por abuso y agresión sexual a Jean-Claude Arnault, literato reconocido en Suecia y esposo de la poetisa y académica Katarina Frostenson. Lo que provocó que varios miembros de La Academia Sueca renunciaran a sus cargos.

Tocarczuk recibe el premio aplazado en 2018, y Handke, el de este año, en una elección alejada de las sorpresas de ediciones precedentes, como la bielorrusa Svetlana Alexiévich, el cantautor estadounidense Bob Dylan o el británico Kazuo Ishiguro.

La escritora polaca era una de las candidatas que más sonaba en las quinielas, junto con la canadiense Anne Carson y la guadalupeña Maryse Condé; y Handke, un clásico en los pronósticos desde hace décadas.

La Academia resaltó en su fallo el talento para explorar la periferia y la especificidad de la experiencia humana de Handke, uno de los autores europeos «más influyentes» después de la II Guerra Mundial; así como la «pasión enciclopédica» con que Tocarczuk representa «el cruce de fronteras como una forma de vida».

Olga Tokarczuk

Nació el 29 de enero de 1962 en Sulechów, y estudió psicología en la Universidad de Varsovia. Tras graduarse, tuvo varios trabajos, todos alejados de la literatura, como el de limpiadora en un hotel de Londres o, posteriormente, psicoterapeuta en un centro mental de Breslavia.

En 2018, y como guiño a sus comienzos humildes, se puso los pendientes que usaba a menudo durante su época de empleada doméstica al recibir el Premio Booker, en Londres, a la mejor novela traducida al inglés por Los corredores.

Después de recibir el galardón, la escritora reconoció en una entrevista que se sentía como en un «juego de ordenador», consciente de que ese lauro suponía entrar «en una nueva vida, en un nivel diferente de competencia», un presagio que la Academia sueca confirmó hoy al convertirla en ganadora del Premio Nobel.

Olga

Cuando sus primeras obras literarias comenzaron a ganar popularidad, Tokarczuk renunció a su trabajo como psicoterapeuta para dedicarse de lleno a su pasión, como ella siempre ha dicho: la escritura.

Tokarczuk es autora de 17 libros, entre novelas, colecciones de cuentos, ensayos y guiones cinematográficos. Y, debutó en el mundo de las letras en 1979 en la revista Przelaj, donde utilizaba el seudónimo de Natasza Borodin y donde publicó sus primeros relatos.

Es una de las escritoras polacas contemporáneas más premiadas y en su haber tiene, entre otros, el Premio de la Fundación Koscielski, en 2007 y 2015; y el Premio Literario Nike, en 2008. Tokarczuk se ha convertido en un caso poco frecuente, pues es una de las pocas escritoras valorada tanto por la crítica como por el público.

En 1989 publicó su primer volumen de poesía y en 1993 su primera novela, El viaje de los hombres del libro, un trabajo rechazado inicialmente por varias editoriales que pronto lamentaron no haber creído en esta autora, ya que la novela recibía ese mismo año el Premio de la Asociación Polaca de Editores.

Mayor éxito aún tuvo la novela En un lugar llamado antaño (1996), donde se narra una historia que se desarrolla en una aldea mítica supuestamente ubicada en el centro de Polonia, un microcosmos en el que, en menor escala, se pueden observar las leyes que rigen el universo. El libro Los corredores (2007), galardonado con el Premio Nike (2008) y el Premio Internacional Booker (2018), es un estudio del viajero desde una perspectiva psicológica.

Para la autora, el turismo se ha convertido hoy en una forma moderna de satisfacer el nomadismo, un impulso antiguo que, en su opinión, reside en cada uno de nosotros.

En Los corredores, Tokarczuk describe el mundo de los viajeros modernos, personas en constante movimiento que guardan sus propios artículos cosméticos en pequeños paquetitos y portan en todo momento zapatillas desechables para estar siempre preparados para el próximo viaje.

Después de Los Corredores, Tokarczuk publicó Ara a través de los huesos de los difuntos, que ella misma ha definido como un «thriller moral», donde la heroína principal es una ingeniera metida a profesora de inglés y cuidadora de casas de verano, astróloga en su tiempo libre que asiste horrorizada a una trama de maltrato animal.

El libro, criticado por su radicalismo ecologista, fue adaptado al cine por la cineasta polaca Agnieszka Holland en el 2017 bajo el título «Pokot».

Tokarczuk es una escritora que no duda en involucrarse en las causas en las que cree y son conocidas sus declaraciones en defensa de los refugiados, el ecologismo, los derechos de las minorías o el feminismo, sobre el que dice tener una visión particular.

Peter Handke

Nacido en Griffen, al sur de Austria, en 1942 y que aparecía en las quinielas al galardón desde hace unos años, recibirá el premio por el «ingenio lingüístico con que ha explorado la periferia y la especificidad de la experiencia humana». Su primera novela Die Hornissen fue publicada en 1966 y junto a su obra de teatro Offending the Audience dejó huella en la escena literaria.

El renombrado novelista, también es poeta, dramaturgo, ensayista, guionista y director de cine. Se crió en Alemania junto a su madre y su padrastro durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, pronto regresó a Griffen. Allí, inició sus estudios en derecho en la  Derecho en la Universidad de Graz, carrera que abandonó con debut literario en 1966, gracias a su libro Los avispones. 

En 1969, se sumió en el escándalo por su obra teatral Insultos al público (1982), en la cual sus actores insultarían al público por el simple hecho de asistir. Ésta, junto a Gaspar (1982) y El pupilo quiere ser tutor (1982) marcaron su arte dentro del experimentalismo. Antes de ellas, había escrito ensayos polémicos como Soy un habitante de la torre de marfil (1972) y Cuando desear todavía era útil (1974).

Handke ha generado controversia en la última década por renunciar a varios premios porque prefería no ver su obra «sometida una y otra vez a los insultos plebeyos de semejantes políticos».

hankelit

Tras el anuncio del Nobel, dijo sentirse «en paz y tranquilo», con una «extraña sensación de libertad, como si fuera inocente».

El escritor lleva una vida discreta en una zona residencial de la periferia de París, a media de hora de la ciudad en la que vive su mujer, mientras que él se sirve de una vivienda tranquila para continuar su obra. El alcalde de la localidad, Jean-Jacques Guillet, lo felicitó a través de Twitter por el premio y pidió que se respete su tranquilidad.

«Desde hace mucho tiempo, la ciudad de Chaville esperaba esta buena noticia. Nos enorgullecemos de contar con él entre nuestros ciudadanos. Espero que su discreción y su tranquilidad no se interrumpan por esta distinción», escribió.

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