Farándula

El “Prince” de la polémica que comandó el Miss Earth Venezuela

Si el protagonista de cualquier historia es Julio César Cruz, el presidente del Miss Earth Venezuela, hay que leerla entre líneas para saber la verdad. Diseñador de modas enamorado de los escándalos, protagoniza una guerra de tronos con Osmel Sousa, “El Zar”, su reinado y su legado de la belleza

Portada: princejuliocesar.com
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Desde bebé, al hijo de Carmen e Ivo le decían “prince”, así, en inglés. Siempre le recalcaban que él era el príncipe de la casa y que todo lo que hiciera lo debía hacer como tal. No lo llamaban por su nombre, Julio César Cruz, sino por el apodo que decidió incorporar como nombre artístico cuando años después inició su carrera como diseñador de modas. Tenía 17 años y comenzó a firmar con su nuevo apellido, adaptando el mote familiar. «Yo fui criado por una reina; por eso me convertí en un príncipe de verdad. Mi mamá me enseñó a vivir como eso y no estoy hablando de tener dinero, sino de comportarte frente a la vida como un príncipe y asumir los retos como tal», confesó en entrevista en Globovisión durante semanas previas a la transmisión por ese canal del Miss Earth Venezuela, que ahora comanda.

Eran tiempos de búsqueda, de querer codearse en los circuitos de la belleza, de colearse en los saraos del Miss Venezuela. Él mismo lo contó a Cala en una entrevista en 2014 cuando habló del lanzamiento de la línea Patric Love.

A sus 34 años, ahora Prince Julio César se presenta como presidente del concurso Miss Earth Venezuela. Nacido en Valencia el 10 de octubre de 1982, se graduó como Abogado en la Universidad de Carabobo pero lo suyo era el showbusiness y, también, el escándalo. Por eso viste tacones. Por eso lo han visto en vestidos. “A los siete años utilicé los primeros”, le dijo en esa misma entrevista al periodista cubano.

Pero viene de ser un desconocido en el mundillo del fashion criollo. Lo recuerdan en la Quinta Miss Venezuela como uno de los arroceros favoritos de la noche tan linda y demás actividades conexas. Un diseñador que le gustaba ver y ser visto, siempre llamativo, siempre acompañado y siempre apoyando a la Miss Carabobo de turno. Sus plumas son harto conocidas, y por qué no habrían de serlo. «Yo nací gay. Amo las mujeres y las respeto, pero para vivir mi vida como pareja no idealizo a una mujer. Cuando tuve esa conversación con mi mamá ella me dijo que toda mamá sabe lo que trae al mundo y que si iba a ser gay tenía que serlo de la mejor manera», le soltó a Rocío Higuera.

Su primera vez en el mundo de los concursos fue de la mano de Juan Carlos Pineda, quien manejaba el Miss Carabobo que entregaba una seleccionada al Miss Venezuela de Osmel Sousa. Su «mentor», le dio la oportunidad de «encargarse del outfit de las candidatas».

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En aquel ambiente regional dio sus pinitos hasta ser escogido para animar la elección en la edición 2014. Fue su primer encontronazo con el emporio venezolano de las pasarelas. Varias exmisses fueron convocadas para ser presentadoras de aquella cita, como Migbelis Castellanos, y él se presentó con un elegante smoking y unos altísimos zapatos de aguja negros de 15 centímetros. Pero no era cualquier tipo de tacones, sino unos parecidos a los que usó el domingo 20 de agosto: Christian Louboutin valorados en más de mil dólares y que en Venezuela se venden por unos 1,6 millones de bolívares.

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Prince asegura que el asunto había sido acordado con los productores, pero en el Miss Venezuela nadie lo recuerda. Al contrario, lo que quedó en la memoria fue cómo se encendieron las alarmas, los chismes de pasillo, las correderas y, por supuesto, las redes sociales.

El hombre se convirtió rápidamente en Trending Topic de una noche muy acontecida que tuvo retrasos –terminó a las 2 de la mañana–, molestias, cansancio, desorganización y faltas de coordinación, hasta un apagón de 10 minutos. Los periodistas que atestiguaron la gala aseguran que el productor Juan Carlos Pineda quiso hacer un espectáculo de altura. No pudo.

Como resultado, Osmel Sousa, quien ni siquiera se apareció en el evento, decidió retirarle a Pineda los derechos para el uso de la franquicia. Cuentan que no solo por «todos los desastres», sino también por los zapatos de Prince y su actitud. “La gente que operaba esa franquicia tiene muy mala reputación en Valencia”, dice un trabajador de aquella gala. Sostiene el informante que “se dice de que no sólo le cobraban un dineral a las muchachas por participar, sino que las ofrecían como acompañantes de lujo para altos ejecutivos. Algo de lo que también se ha acusado al Miss Venezuela y a Osmel a lo largo de la historia”, el señalamiento viene sin pruebas. Pero la trata de blancas en este negocio es una acusación recurrente. El propio Cruz ha señalado que, en el caso del Miss Venezuela, “es lo que se escucha, (aunque) yo no lo puedo afirmar”.

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«A mi amigo le quitan el concurso por mis tacones», confirma la versión Julio César. El “Zar” había dicho que el look del carabobeño era ridículo. El otro respondió que «vestirse de lentejuelas» podría ser calificado como «bizarro». Desde entonces hay enemistad, confesa y pública. La firma productora de Pineda siguió aliada con Prince, tanto que fue la encargada de montar el Miss Earth Venezuela 2017 que transmitió Globovisión, la primera entrega del concurso ahora comandado por el diseñador en tacones y la coronada con ese título en 2012, Alyz Henrich, su socia.

El escándalo, sin embargo, le sirvió a Prince para despegar. Se inició su etapa más internacional. Entre 2014 y 2015 fue uno de los conductores del espacio Policías de la moda transmitido en Estados Unidos y Venezuela por Unimas y Venevisión Plus, respectivamente, y logró alcance global por un retrato junto a la top model canadiense Linda Evangelista.

La revista Vogue lo seleccionó para una portada junto a la maniquí y él le había ganado, según dijo, a John Galliano la posibilidad de ser el diseñador de Patric Love, una nueva línea de alta costura que debutaba con el pie derecho. Tenía el apoyo de la publicación más reconocida de la moda y se instalaba con una primera tienda en Los Ángeles. En 2015 abría otra en República Dominicana y se prometía para finales de ese año una en Caracas.

Pero el local nunca abrió, y nadie sabe qué pasó con la marca. Su página web no funciona, la cuenta de Twitter no se actualiza desde abril de 2016, como tampoco la de Instagram. En la tienda de Santo Domingo, ubicada en el Blue Mall de la capital dominicana, el teléfono suena desconectado. “Aunque todo fue verdad al principio, con el paso del tiempo, la gente de Vogue se dio cuenta de quién era Julio César y le fueron cerrando las puertas. No volvió a saberse ni de la línea, ni de las tiendas y hasta se mudó a Nueva York. Ahora opera entre esa ciudad y Miami”, revela una fuente cercana.

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Las redes sociales son su terreno favorito. Otra de sus apariciones magistrales fue en 2015 cuando Prince publicó una fotografía de él y un acompañante en la alfombra roja de la Gala benéfica del MET (Museo Metropolitano de Arte) de Nueva York. Tan importante como codiciada. Ese día, el valenciano se jactó en su Instagram de haberse codeado, aunque fuera de lejitos, con celebridades como Madonna, Kim Kardashian o Jennifer López en un evento tan exclusivo que el costo de las entradas se elevó a 30 mil dólares en su edición 2017.

El diseñador se ufanaba de estar en las Grandes Ligas del showbusiness, un jonrón que se supuso tal hasta que un ocioso demostró que la imagen publicada por Prince había sido manipulada superponiendo una fotografía suya sobre otra de la alfombra roja de la gala del año anterior, 2014. La clave estuvo en el vestido de Kate Hudson. Corrieron los comentarios, y hasta las burlas, y la publicación desapareció de las redes del modisto. “Ese tipo de cosas a él no lo afectan, porque le gusta generar polémica, llamar la atención. Le molesta es que no se hable de él. Cuando no hay nada de qué hablar, él lo inventa”, comenta un antiguo colaborador de Prince, que trabajó con él cuando vivía permanentemente en el país, siempre resguardando su identidad.

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Consiguió su feudo

El Miss Venezuela solía dominar toda la temporada de concursos de belleza. Del certamen de Osmel Sousa salían las competidoras criollas al Miss Universo, Miss Mundo, Miss Internacional y Miss Tierra. Eran las mujeres que conformaban el cuadro de coronadas al final de la velada. Pero eso depende de que en la Quinta rosada de La Colina desembolsen el dinero para garantizar los derechos.

En 2016 la Organización Cisneros no pagó los 70 mil dólares que cuesta la franquicia internacional, y Prince vio una oportunidad. Aliado con Alyz Henrich, representante de Venezuela en el Miss Tierra que ganó en 2013, pagó el monto y se hizo con los derechos para montar el templete local. “Un jueves 22 de septiembre a las 12:30 am recibí una llamada desde Filipinas por la organización Miss Earth, donde me ofrecieron la franquicia Venezuela. Levanté el teléfono inmediatamente y llamé a Prince Julio César”, contó la diva.

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Juntos y en tiempo récord, prepararon a Stephanie de Zorzi. La de Turmero se había quedado con los crespos hechos en 2014 cuando El Zar decidió que estaba muy gorda para ir al certamen y decidió enviar a la recién electa candidata nacional, Maira Alexandra Rodríguez. Dos años más tarde, De Zorzi compitió y logró ser segunda finalista.

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Continuaba la guerra de tronos en la belleza. El Zar versus el Prince. Por eso, cuando se anunció la escogencia de la beldad para ser enviada a Filipinas apenas un día antes del Miss Venezuela, quienes se acercaron al hotel Altamira Village para presenciar a Julio César coronar a De Zorzi, fueron vetados de volver a los predios de Venevisión. La primera víctima fue el estilista Franklin Salomón, quien fue expulsado del canal cuando arribó bien emperifollado algunos días después a los estudios de Venevisión Plus para grabar Más allá de la Belleza.

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Viejos esquemas, nuevos bolsillos

Para la primera edición formal del nuevo Miss Earth Venezuela, el 20 de agosto de 2017, Prince optó por repetir formatos. El certamen incluyó los ítems habituales del reinado de Sousa: preselección de chicas, operaciones, clases de oratoria, maquillaje y pasarela, gimnasio, masajes, procesos odontológicos, peinados grandilocuentes, diseñadores, gira de medios. El equipo de instructores fue integrado por Alan González (baile), Miguel Zambrano (oratoria) y la María José Vilaseco (pasarela), la conocida “mamá de las misses”. Además, los retratos oficiales los hizo Iván Dumont, la corona fue obra de George Wittells y hasta Maite Delgado fungió como animadora. Una copia ante la cual el propio Jonathan Blum, presidente de Cisneros Media, reaccionó en Twitter: “No justifico que nuevas producciones utilicen personal que forma parte de la nómina de otras televisoras”.

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El formato fue el mismo. El presupuesto no. Mucho misterio rodea el origen de los fondos que financiaron la velada, identificada en pantalla con el apellido del dueño de Globovisión, Raúl Gorrín. La Fundación Gorrín también impulsó “la belleza con propósito” del Miss Earth, haciendo trabajo social –se entregaron 26 becas– y aprovechando un eslogan que ha usado el Miss Mundo. Tweets-Miss-Earth cita-Prince-3 Los recursos fluyeron a borbotones, y en dólares. En 2016, Maite Delgado cifraba sus honorarios en 15 mil de los verdes. Por eso no estuvo en el Miss Venezuela, al no alcanzar un acuerdo de pago. Pero también las divisas se entregaron en los premios: 500 para cada finalista y 2000 para la ganadora, en un país cuya moneda de curso legal es el bolívar y, además, hay control de cambio. También se otorgaron celulares de última generación, como dejó constancia Prince Julio César en su Instagram.     Una alianza exitosa entre el entaconado diseñador y el propietario del canal que era de noticias. Una relación que, apuntan varios chismosos de corrillos de la moda, tiene negocios más allá de la pasarela. Y una liga tan sólida que hasta la periodista María Gabriela Páez fue mandada de vacaciones forzadas por un berrinche que tuvo con Prince en Sábado en la Noche en julio pasado. En aquella oportunidad, el divo se molestó porque tanto ella como Melisa Rausseo –a quien llamó –“enchufada”– lo tildaron de maleducado.  Rocío Higuera terminó siendo presentadora de la velada del Miss Earth Venezuela 2017, la misma que entrevistó a Prince casi dos meses antes en su programa En Íntimo. Una noche de concurso que vio volar senos al aire y rodarse trajes de baño reveladores, y que terminó con la coronación de Ninoska Vásquez, señalada como favorita desde un principio, por el mismo «hombre del momento» siempre protagonista. «Lo importante es que hicimos un concurso maravilloso. Pienso que hubo más cosas positivas que negativas», evaluó Julio César.

La historia de la primera ganadora, larense radicada en México, también salpica truculencias. Su novio, Francisco Javier Rodríguez Borgio, está señalado en los Panamá Papers como uno de los clientes del bufete Mossack Fonseca para blanquear capitales en paraísos fiscales. El mexicano aparece como dueño de gasolineras, casinos y una lotería en México. A Univisión, Rodríguez Borgio desmintió tener cualquier negocio ilícito.

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