Cine y TV

"Choose or Die": despejamos las lagunas que parecen inexplicables

La película de terror, a pesar de su alocada premisa y desarrollo caótico, está generando muchas discusiones en las redes sociales y se ha convertido en una de las más vistas en Netflix. Aquí detallamos paso por paso lo que parece una empresa imposible: darle sentido a las lagunas argumentales

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«Choose or Die» («Elige o muere») es de esas películas que divide de inmediato a la audiencia y a la crítica. A pesar de que para los entendidos se trata de una pobre cinta de terror fallida, los espectadores parecen encantados con la directa dosis de sangre y tortura que plantea el director Toby Meakins («Bite Size Error»). 

Dennis Harvey, de Variety, dijo: “Si algunas películas ahora parecen diseñadas para ser consumidas en teléfonos, esta requiere tan poca atención, por tan escasas recompensas, que probablemente podrías verla mientras pasas la aspiradora o haces yoga sin perderte nada importante”.

“Lo que comienza como una premisa sutilmente espeluznante pronto se convierte en una exposición casi risible. Los elementos de la historia dejan de tener sentido y los sustos pronto se vuelven ridículamente exagerados hasta el punto de la pura hilaridad”, escribió Ryan Leston en IGN.

Benjamin Lee, de The Guardian, señaló: “El guion, de Simon Allen, actúa principalmente como un marco peatonal para las escenas del juego, que afortunadamente llegan con bastante frecuencia. Los detalles de la trama tienen poco o ningún sentido real”.

Precisamente para explicar esas cosas que parecen pegadas con cinta, o al menos intentarlo, van las siguientes líneas.

Recordemos primero la premisa de la película: «Una universitaria con problemas económicos decide jugar un videojuego de supervivencia de los años 80, en busca de un premio no reclamado de 125.000 dólares. Pero el juego la maldice y se enfrenta a peligrosas decisiones y a retos que alteran su realidad. Tras una serie de momentos aterradores, se da cuenta de que ya no juega por el dinero, sino por su vida». Este es el tráiler:

En resumen: lo más importante que debemos saber y que nos va a dar pistas del desenlace es lo siguiente. Kayla (Iola Evans) es programadora. Por necesidad, trabaja limpiando una oficina de una misteriosa empresa llamada Kismet (esto es importante y lo retomaremos más adelante). Ella es la amiga de Isaac (Asa Butterfield), quien le entrega una copia del videojuego basado en texto, CURS>R. Ambos creen que una importante suma de dinero en efectivo podría conseguirse si se completa este u otro videojuego de los años 80. Esa ambición es la que le da sentido a la trama.

Recordemos que Kayla está prácticamente en la bancarrota, sufre por la muerte de un hermano, tiene a una madre con una enfermedad grave y le urge cambiar su realidad económica para dejar de limpiar pisos y ventanas. Esto nos lleva a la gran primera pregunta que abre la película.

¿Cómo actúa la maldición?

Con la idea de conseguir algún tipo de ingreso económico, Kayla hace funcionar la versión de CURS>R. Rápidamente en la cafetería se da cuenta de cuánto daño puede causar este videojuego. Por lo tanto, contacta a Isaac para encontrar el origen de este juego. Ambos emprenden la búsqueda para explicar qué es lo que realmente está pasando. Así llegan a un edificio llamado “Barquero Storage Inc.”.

El nombre del edificio hace referencia a la mitología griega. Caronte es el barquero de Hades y ayuda a las sombras errantes de los difuntos a cruzar el río Aqueronte a cambio de una moneda. Es un guiño que nos indica que hay que pagar algo para conseguir lo que se necesita. Es la base del videojuego.

Kayla e Isaac entones descubren una pista al seguir unos cables de alimentación hasta una habitación. Allí, reproducen una cinta de VHS que muestra al desarrollador de juegos Beck, (Joe Bolland), hablar de una prueba beta para CURS>R, que se creó utilizando una antigua maldición de origen desconocido.

Beck usa los símbolos de la maldición como comandos de 8 bits en el juego. Eso le permite infringir daño a otra persona y recibir al mismo tiempo algún beneficio. Para ello usa a otro hombre como conejillo de indias. Este hombre es el que termina devorando su propio brazo.

Luego, Beck explica que si se hace trampa en CURS>R, la maldición toma una vida. Es lo que sucede con Isaac, quien es torturado hasta la muerte. A partir de allí, Kayla inicia su búsqueda para detener el ciclo de violencia que genera el videojuego.

El origen

El principio de cómo funciona «Choose or Die» se explica al comenzar la película cuando Hal (Eddie Marsan), debe decidir si su hijo pierde la lengua o sus esposa las orejas. Aparentemente había logrado superar el reto. Pero una vez que Kayla llega a esta casa, nos damos cuenta de que no ha sido así y la mujer y el adolescente fueron más torturados.

Hal, un adicto a los videojuegos y estilo de vida de los años 80, parece haber mejorado su situación económica, probablemente a cambio de todo el dolor que produjo y al hecho de haber hecho copias de CURS>R. Esto último fue lo que le permitió salir triunfante de la maldición.

En este punto, el guion de la cinta se vuelve más extraño: Hal elabora todo un discurso sobre cómo en la actualidad no se le permite a hombres como él (¿Blancos? ¿Heterosexuales? ¿Ricos?) ser los héroes. En todo caso, es bastante obvio que para él no es posible que Kayla (¿Pobre? ¿Negra?) merezca solucionar todo el estratagema del videojuego. Así comienza una batalla entre ambos.

El ¿fin?

El combate entre Kayla y Hal parece estar inspirado en una comedia de ciencia ficción de los años 80, llamada «Red Warf». En un episodio llamado «Justice», se ve cómo el deseo de hacer daño al otro implica hacerse daño a sí mismo. Gracias a YouTube lo podemos ver:

Es en esta competencia entre el hombre blanco-rico y la mujer negra-pobre, Kayla sale airosa debido a que un corte en la garganta -hecho en el mismo cuerpo de Hal- no fue suficientemente profundo. En cambio, el tiempo en el agua sí fue el necesario para que falleciera Hal. ¿Cómo es posible esto? Por obra y gracia del guionista.

En todo caso, Cuando Kayla es la única sobreviviente, recibe la etiqueta de ser es una «jugadora digna», pues completó CURS>R. No obstante, estamos lejos de que todo finalice aquí.

Kayla, como hizo Beck en los 80, consiguió manipular los símbolos de la maldición para codificar una nueva versión de CURS>R . De esta manera induce al traficante de drogas, Lance (Ryan Gage), al suicidio con agujas, algo que nos ha recordado a las secuelas de «Saw». El guion justifica esto porque Lance quería sexo a cambio de dinero durante toda la película. Pero además, con esta muerte, la madre de Kayla supera su enfermedad. Así se cumple la profecía del diseñador del juego original, Beck, quien afirmaba que la maldición puede ser «un regalo».

Como todo hacía intuir, la cinta no termina con «el triunfo» de Kayla. Ella recibe una llamada de un hombre que resulta ser un Beck mayor, quien trabaja para Kismet, la empresa en la que también laboraba la joven, en el departamento de limpieza. Un dato clave es que «Kismet» puede significar fortuna, destino o suerte, dependiendo del contexto.

Ahora sí, en la escena final, Beck dice: “Tú has sufrido, yo he prosperado. Sin embargo, de alguna manera lograste vencer mi juego. ¿Quién sufrirá después?” Kayla responde: «Solo las personas que lo merecen». Es obvio que se convertirá en una especie de vengadora, usando el teclado. Ahora puede meter el juego en la red, de manera que habrán miles de descargas. Y allí  acaba todo, sin que sepamos si el dinero que deseaba conseguir, y la principal razón por la que entró en este embrollo, le será pagado.

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