Durante 32 años, el restaurante Chez Wong ha ofrecido culinaria china de calidad en Venezuela. Un local creado por Yuman Ley Wong, que ha continuado la saga familiar su hijo, Yuman Ley Araya, y su nieto, Yuman Andrés Ley Useche. Este mes honran a su fundador con la Peking Duck Celebration
La figura y personalidad de Yuman Ley Wong, quien ya no se encuentra entre nosotros, siempre será recordada por una legión de fieles comensales del Chez Wong, que luego se convirtieron en sus dilectos amigos, dado su carácter afable, bondadoso, de exquisitos modales y vasta cultura, amante de la ópera y la música clásica, amén que cocinaba con maestría y experticia para lograr platos de la gastronomía china que eran desconocidos para los caraqueños amantes del buen comer en los ya lejanos años 80.
Yuman Ley Wong, en adelante el señor Wong, llegó a Caracas a mediados de la década de los 70 donde se desempeñó en diversas actividades, hasta que decidió que debía ocuparse en cocinar, oficio que devino en profesión altamente calificada, que ya había ejecutado en Chile en un restaurante de comida centroeuropea llamado El Danubio Azul, pero que con la participación del entonces joven Yuman, comenzó a incluir en su menú condumios orientales, heredados del recetario familiar de su padre y del abuelo, y recreados por su prodigiosa memoria.
Esta trillada frase se aplica con toda propiedad a la presencia del señor Wong entre nosotros y su aparición, primero por breve período en el desaparecido restaurante El Palmar, quien nos enseñó su forma de preparar y servir el Pato laqueado al estilo de Pekín.
Seguidamente disfruté innumerables veces su potente Sopa de Mongolia en el restaurante Kung Hey, ubicado en la llamada calle de los hoteles que une Sabana Grande con Colinas de Bello Monte, así como la muy exótica Sopa de patilla y conocí los Fideos de arroz Singapur, con su buen toque de picante que pica y mortifica, pero que aplacamos con las cervezas más frías de la ciudad, que siempre son servidas en todos los restaurantes chinos.
Los que ya conocíamos los platos que el señor Wong preparaba y que siempre estaban fuera del menú tradicional porque correspondían a otras escuelas gastronómicas de la vasta culinaria china como las de Shandong, Szechuán, Beijing, Guandong y Hunan, le seguíamos la pista para saber dónde estaba cocinando.
En este punto es importante comentar que el repetido menú chino de casi todos los restaurantes donde aparecen de manera idéntica costillitas agridulces, lumpias, arroz frito y chop suey, son remedos con pretensiones orientales de comida cantonesa reinventada en la costa oeste de Estados Unidos.
En este punto vale decir que en Caracas también existen honrosas excepciones de platos diferentes y muy bien elaborados en otros comedores chinos.
El señor Wong decide “emprender” -la palabra no es nueva para este oficio o profesión- y abre las puertas de su pequeño en tamaño, pero gigante en calidad, de un nuevo restaurante de “auténtica comida china” y aquí si aplica el adjetivo de auténtica, no como el consabido aviso de la pseudocompetencia.
El lunes 2 de julio de 1990, en horas de la noche en la avenida Francisco Solano López, una de las arterias vitales de la vida sibarita y nocturna de la Caracas de esos años, Yuman Ley Wong abrió la puerta de vidrio impoluto del Chez Wong.
El antes y el después del Chez Wong en la escena culinaria china de Caracas comienza a fraguarse con esta apertura. De inmediato se corrió la voz y los venezolanos, específicamente los caraqueños, que generalmente estamos ávidos de nuevas experiencias sibaritas, llenábamos este pequeño comedor con mesas de lado y lado, porque la planta arquitectónica era un alargado salón con cocina al fondo.
El comedor se hizo chico para la gran demanda de curiosos comensales. Ya el éxito estaba asegurado y el señor Wong, como buen economista que era no daba paso en falso, decidió ampliar el negocio en un nuevo local, más amplio, de excelente ubicación con frente a los muchos árboles que pueblan la Plaza de La Castellana y entran al comedor a través de grandes ventanales de límpidos vidrios.
El éxito sigue acompañando en la nueva sede de La Castellana, donde se instaló la dinastía de la familia Wong en 1997 y continúa dando muestras de dedicación y afán por mantener la calidad.
No escatiman en costos y ponen en práctica la fórmula que les ha dado los mejores resultados: supervisión directa de todo lo que se hace, desde la compra diaria de productos frescos y escogidos en los mercados, mantener proveedores confiables, creatividad en la cocina para adaptar productos sin cambiar la esencia por lo que se mantienen los sabores tradicionales, siendo uno de los muy pocos, por no decir el único, de los restaurantes chinos de Caracas donde está execrado el uso del glutamato monosódico, temible y dañino saborizante.
Después de un cierre forzoso, marcado por el luto al partir el querido Yuman Ley Wong y pandemia incluida, el restaurante Chez Wong abrió nuevamente en La Castellana, a la altura de la plaza, con extensa carta y los deliciosos sabores exóticos y particulares texturas dada las técnicas ancestrales de cocción, maceración y presentación a que nos tiene acostumbrados.
La saga familiar formada por el hijo Yuman Ley Araya y el nieto Yuman Andrés Ley Useche sigue al frente del negocio, tanto en los números para cuadrar las cuentas, como en los fogones propiamente dichos, con el wok encendido a toda mecha y los cientos de vegetales, para comerlos crujientes, como debe ser.
Los patos laqueados esperan a los amantes de estas aves que serán consumidas en tres tiempos: envueltos en delgadísimas crepes, sustanciosa sopa y vegetales encurtidos con carne de pato y fideos con jengibre y cebollín.
En el famoso Pato laqueado al estilo de Pekín no se pierde nada de estas palmípedas anátidas, que para más señas fueron domesticadas hace cientos de años en el sur de China.
Cada vez que decidimos comer algo especial, exótico, sofisticado o novedoso nos acercamos a Chez Wong para probar los platos que aún desconocemos de esa vastedad culinaria que ofrece China de sus distintas escuelas gastronómicas.
Algunas preparaciones son picantes, otras combinan lo dulce con el sabor agrio que se combinan con platos fuertes, contundentes o suaves y aromáticos. En todos reinan vegetales crujientes, carnes, pescados y mariscos y no faltan los fideos impregnados de jengibre y cebollín.
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En la extensa carta de Chez Wong destacan una gran variedad de Dim Sum como el Char Siu Bao, pan chino al vapor con cerdo asado glaseado o el Ha Kao, dumpling de camarones. También está la Sopa agria y picante al estilo Szechuán. Pescado vietnamita al grill caramelizado con curry verde, coco y albahaca crujiente. Camarones Kuan Sui en salsa roja picante. Langostinos con merey y vegetales estilo Szechuán. Pollo agridulce con piña. Wo Pak, arroz crocante con vegetales, pollo y camarones. Delicias de Buda, vegetales mixtos con algas chinas y to foo, entre muchas preparaciones.
Una buena noticia, vuelve la Sopa de Mongolia al restaurante Chez Wong. Debido a lo elaborada que es, debe solicitarse con un día de anticipación.
Comer Sopa mongolesa o Caldero mongol es una experiencia sibarita única e irrepetible porque cada sopa es diferente y los sabores de cada plato en una misma mesa también son distintos, porque prácticamente los comensales la preparan a su antojo, a su gusto, a su capacidad, en resumidas cuentas es una sopa compartida, pero con gustos personalizados.
Si el lector no entendió esta explicación, le sugiero que pida Sopa de Mongolia en el Chez Wong y vaya en grupo, no puede ser servida para una sola persona.
En las costumbres y tradiciones chinas impera el concepto de familia. Todo se hace bajo la égida familiar y en la unión está la convivencia de esta raza, que por muchos millones de seres que habitan la vastedad de esta gigante nación, siempre permanecen unidos o en contacto permanente.
La familia Wong no escapa a esta formación filosófica y por ello los descendientes de Yuman Ley Wong, sus hijos Yuman y Yulan, quien vive en Chile, y su nieto Yuman Andrés lo recuerdan constantemente y prueba de ello es que el nieto ideó un homenaje para el señor Wong el cual se está celebrando en el restaurante Chez Wong, llamado Yuman Peking Duck Celebration.
El homenaje es consentir a los clientes que pidan el Pato laqueado estilo Pekín durante mayo, mes de aniversario del señor Wong. Por cada pato que consuman les darán una placa de madera en forma de pato con un número impreso. Esto les permitirá participar en la rifa que se realizará al final del mes.
El comensal ganador volverá al Chez Wong para ser obsequiado con un servicio de pato pekinés en tres tiempos para dos personas. Una botella de Ron Carúpano 21 los acompañará.
Yuman Ley Wong preparaba el pato laqueado al estilo de Pekín con la maestría del experto y la delicadeza de sus manos al servirlo con impolutos guantes blancos.
Disfrutar de la versión de Yuman era admirar su experticia a la hora de hacer los cortes en el pato y los vegetales, la sutil manera como envolvía las tiras de carne de pato en las delgadísimas crepes que previamente había untado con salsa Hoisin y cilantro. Era disfrutar sin prisas del aromático caldo. Luego salteaba los vegetales encurtidos acompañados de tallarines o de arroz con jengibre y cebollín.
Este pato en tres tiempos que procede de un mismo proveedor para garantizar la calidad continúa llegando a la cocina del Chez Wong. La misma donde Yuman III con orgullo y satisfacción honra a su abuelo y toma el testigo para continuar con la bien ganada fama. A Chez Wong le suma su toque personal, cargado por la vitalidad de su juventud, pero consciente de su herencia gastronómica impresa en su memoria.
No hay que perderse este clásico en el restaurante Chez Wong que lo sirve como Yuman Ley Wong manda, desde donde quiera que él esté.
La delicia está servida.
Instagram. @chezwongccs
Ubicación. En la torre IASA. Plaza La Castellana. Al lado de Mc Donald’s.
Horario. De martes a domingo de 12m a 10 pm.
Hasta cuatro millones de gatos llegan a las mesas de restaurantes en China, donde peligran desde las mascotas hasta los felinos callejeros, fundamentalmente en las provincias de Guangdong y Guangxi.
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