El gobierno y la oposición de Venezuela emprendieron este viernes en México un proceso de diálogo que apunta a una negociación integral para poner fin a la aguda crisis política y económica del país. Las partes apuntan al levantamiento de las sanciones de Estados Unidos y garantías electorales.
Tras los fallidos diálogos de Barbados, en 2019, y República Dominicana, en 2018, las partes firmaron un memorando de entendimiento para sentar las bases del proceso, que se desarrollará en México con la facilitación de Noruega. Países Bajos y Rusia serán acompañantes.
«Hemos acordado llevar a cabo un proceso de diálogo y negociación integral», señala el texto suscrito por Jorge Rodríguez, a nombre del gobierno de Nicolás Maduro, y Gerardo Blyde, por la llamada Plataforma Unitaria.
Pide fin de sanciones
El documento menciona la «necesidad de que sean levantadas las sanciones», en referencia a medidas punitivas de Washington, que incluyen un embargo petrolero, a las que se han sumado Canadá y la Unión Europea.
También rechaza «cualquier forma de violencia política» contra el país y urge la «estabilización de la economía», que se ha reducido 80% desde 2014, forzando la migración de unos cinco millones de personas.
Las discusiones abarcarán siete con aspectos como derechos políticos, garantías electorales, un cronograma para elecciones observables, levantamiento de sanciones y restauración de derechos.
También, temáticas como convivencia política y social, renuncia a la violencia, reparación de víctimas, protección de la economía, y garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y el diplomático noruego Dag Nylander firmaron como testigos en el acto celebrado en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México.
«Nadie más puede resolver esta situación por ustedes», expresó Nylander.
No será sencillo
El memorando de diálogo no menciona un adelanto de elecciones presidenciales, aspiración de los adversarios de Maduro que lo acusan de haber sido reelegido fraudulentamente en 2018 para un período de seis años.
Maduro advirtió en la víspera que no cedería a lo que calificó como «chantajes ni amenazas» de Estados Unidos, que le exigió «discusiones sinceras» para resolver los problemas de la otrora potencia petrolera.
Washington reconoce como presidente encargado de Venezuela a Juan Guaidó, quien se proclamó como tal en 2019 cuando era presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) electa en 2015 con mayoría absoluta de la oposición.
Pero los poderes del legislativo fueron eventualmente eliminados por el chavismo, hasta el vencimiento del período y elección del nuevo congreso en diciembre de 2020.
El papel de Guaidó
Guaidó evocó este viernes el poder de las sanciones para presionar a Maduro y reconoció que «algunas soluciones no serán sencillas». Advirtió que un nuevo fracaso en la mesa solo «profundizará el conflicto».
En su intento por asfixiar a Maduro, el expresidente republicano Donald Trump impuso una batería de sanciones que el gobierno del demócrata Joe Biden ofrece aliviar si la negociación avanza hacia «elecciones libres».
«Propongo que avancemos en acuerdos urgentes para proteger al pueblo», afirmó Rodríguez en su intervención al inicio del diálogo formal.