Venezuela

Hospitales y centros centinela no están listos para el coronavirus

Los centros de atención médica de Caracas y del país en general afrontarán los casos de coronavirus con lo que tengan a disposición. Algunos no cuentan con agua, la mayoría no tiene productos para desinfectar y otros, incluso, tuvieron que hacerse sus propios tapabocas, para no contagiarse

Hospitales y centros centinela en Venezuela no están listos para recibir el coronavirus
Archivo Daniel Hernández / El Estímulo
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Nicolás Maduro afirmó, al anunciar las medidas para contener la propagación del coronavirus en Venezuela, que 46 centros de atención médica se encargarían de atender los casos de la pandemia. Lo que el gobernante no mencionó fue el estado en que se encuentran y las dificultades para su funcionamiento.

En Caracas, el Hospital Dr. José Ignacio Baldó (El Algodonal) en Antímano, el Hospital Dr. Jesús Yerena de Lídice y el Hospital Leopoldo Manrique Terrero (Periférico de Coche) son los designados para el combate del Covid-19. Sin embargo, este último permanece cerrado por remodelación desde hace dos años.

Aunque ambos están ubicados en municipios del estado Miranda, el Domingo Luciani (El Llanito) y el Ana Francisca Pérez de León II (Petare) también integran esta lista.

Todos estos centros de asistencia médica, e incluso los otros que no son nombrados, como los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y ambulatorios, no pueden garantizar las condiciones mínimas de sanidad para atender el coronavirus.

Con presupuestos que apenas cubren las nóminas de los empleados –y que a veces ni siquiera llegan a eso–, estos hospitales deben proveer de tapabocas y guantes a su personal. Pero además, deben ser limpiados a profundidad con cloro, desinfectante, jabón y agua, productos que no siempre pueden costear.

Mauro Zambrano, dirigente sindical de Hospitales y Clínicas de Caracas, publicó en su cuenta Twitter una lista señalando la precaria situación de los centros de atención médica de la capital. Estos sirven de reflejo a una realidad que debe ser incluso más grave al interior del país.

Antes de explicar detalladamente la situación, Zambrano recalcó que desinfectar las áreas de salud es un paso importante para contener el Covid-19. Una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es desinfectar regularmente las áreas donde concurren distintas personas, sobre todo si se sospecha de algún infectado.

Provisiones para todos… O no

Zambrano señaló que el Hospital de Lídice, uno de los centros centinela para pacientes con coronavirus, es uno de los mejor preparados ante el coronavirus. Allí, cuentan con guantes y tapabocas. Además, tienen cloro, jabón y agua; aunque no tienen desinfectante.

La situación es bastante parecida en el Hospital Dr. Ricardo Baquero González, conocido como el Periférico de Catia. Allí no recibieron una dotación de guantes y tapabocas, pero cuentan con todo lo necesario para desinfectar las distintas áreas.

El Hospital Clínico Universitario, uno de los principales en Caracas, tiene personal que usa tapabocas y guantes solo en algunas áreas. Tienen cloro y agua corriente, pero no cuentan con desinfectante ni jabón.

Por su parte, el Oncológico Luis Razetti está casi en las mismas condiciones. Aunque todo su personal cuenta con guantes y tapabocas, no tienen ningún producto desinfectante, sea cloro, desinfectante o jabón. Zambrano señaló que el suministro de agua es por medio de cisternas y no por el sistema de tuberías de Hidrocapital.

En el Hospital de Los Magallanes de Catia los trabajadores se vieron forzados a elaborar sus propios tapabocas. La institución sí pudo proveer guantes para sus médicos, enfermeros y personal general.

Sin embargo, solo cuentan con jabón como material de limpieza. Zambrano explicó que solo hay agua en el área de emergencia y la misma se surte a través de camiones cisternas.

Los que peor se las ven

El Hospital de El Algodonal es uno de los más desprovistos en la región capital. El personal no cuenta con guantes ni tapabocas, tampoco tienen servicio de agua corriente ni cloro, desinfectante o jabón para mantener sus áreas y empleados limpios.

Otros centros de atención médica en situaciones similares son el Ambulatorio Humberto Fernández Morán de Las Adjuntas y el Instituto de Previsión y Asistencia Social para el personal del Ministerio de Educación (Ipasme), donde solo cuentan con agua.

También mencionó al hospital Dr. José María Vargas, donde los empleados de emergencias y áreas críticas son los únicos con guantes y tapabocas. Señaló que este hospital recibió cloro y agua de parte de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras. Al igual que otros centros de salud en Caracas, no tienen agua corriente y no pueden pagar el servicio de una cisterna.

Zambrano concluyó su monitoreo y agregó que ninguno de estos hospitales recibió una dotación de batas descartables para proteger a su personal. Además, informó que el ausentismo se incrementó este martes, por la escasez de efectivo y de transporte público para llegar a los centros de trabajo.

Explicó que las consultas se suspendieron en todos estos centros hospitalarios y que solo se estarán atendiendo emergencias estrictas.

Una denuncia por la salud

Zambrano dijo que el monitoreo de los hospitales es realizado por los trabajadores del sector salud. Señaló que es una forma de denunciar la situación de vulnerabilidad en que se encuentra el sistema de salud en Venezuela.

El país ya confirmó 36 casos de coronavirus, repartidos en distintas entidades del país, aunque la mayoría se concentra en Caracas. Nicolás Maduro aseguró que todos los casos llegaron del exterior, principalmente de Europa y Colombia.

A pesar de eso, Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación e Información, aseguró que habían dos casos de contagio local: uno en Apure y otro en Cojedes. En su alocución indicó que ambas personas contrajeron la enfermedad en suelo venezolano tras estar en contacto con personas que llegaron del extranjero.

La situación de los hospitales en Caracas es crítica, aun cuando la capital sobrevive –parcialmente– a la crisis dentro de una especie de burbuja. Pero lo que sufren los hospitales en el interior del país, en estados como Táchira y Zulia, donde los servicios básicos son casi inexistentes, es aún más grave.

De hecho en Táchira están a la espera de enviar las muestras, por lo que no se sabe si ya hay casos en esa entidad.

Ante esta situación crítica, los médicos, enfermeros y trabajadores de la salud pública trabajan con lo que tienen para contener una pandemia que acabó con la vida de más de 6.000 personas en los últimos dos meses.

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