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Boris Johnson está en aprietos otra vez: lo investigan por hacer una fiesta en plena cuarentena

La policía investiga al primer ministro británico por hacer una reunión con 50 personas de su oficina en diciembre de 2020. Un video, que mostramos en esta nota, lo inculpa. Incluso sospechan que fueron dos festejos. Johnson ya fue investigado por gastos comprometedores en la celebración de su boda

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Anna CUENCA / AFP

El primer ministro británico, Boris Johnson, debe dar explicaciones hoy 8 de diciembre, tras la filtración de un video en que su equipo bromea sobre una supuesta fiesta de Navidad en Downing Street el año pasado, cuando estaban prohibidas debido al covid-19.

La polémica sobre esa supuesta reunión nocturna el 18 de diciembre de 2020, sacude desde hace más de una semana al ejecutivo británico. Según investigaciones periodísticas, en ese encuentro participaron 50 miembros de la oficina de Boris Johnson. Además hubo comida, bebida y juegos. También se habla de otra fiesta, una de despedida de un colaborador, en la que el propio Johnson dio un discurso.

Johnson volvió a negar las acusaciones y ante el Parlamento aseguró que pidió una investigación si su equipo hizo la fiesta.

«He pedido al secretario del gabinete que investigue (…) y habrá consecuencias si se violaron las reglas», afirmó durante la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes.

Bajo fuerte presión, Johnson pidió además disculpas «sin reservas» por la «ofensa e impresión» provocada por las bromas de algunos de sus colaboradores en el video.

«Entiendo y comparto la ira de todo el país», dijo, asegurando estar «furioso» por el video. Lo que no sabemos es si «furioso» porque se filtró públicamente o por las bromas que se hacen en él. Tampoco anunció sanciones para los dos funcionarios que aparecen hablando de la fiesta.

El video comprometedor

Johnson ha negado repetidas veces haber infringido las reglas que por aquel entonces prohibían todo encuentro social en lugares cerrados, incluso entre dos personas que no convivieran. Pero el video, divulgado el martes por la noche por el canal privado ITV, lo contradice.

En él se va a Allegra Stratton -la entonces recién contratada portavoz de Johnson-, al asesor especial Ed Oldfied y a otro ayudante preparándose el 22 de diciembre para preguntas comprometedoras en un ensayo de las nuevas ruedas de prensa televisadas que, al estilo de la Casa Blanca, quería implementar Downing Street. Finalmente canceló ese proyecto.

No había periodistas presentes y Stratton responde a una pregunta de Oldfied sobre una supuesta fiesta de Navidad en Downing Street el viernes anterior. «Esta fiesta imaginaria era una reunión de negocios» con «queso y vino» y «sin distancias sociales», bromea.

«¿Aprobaría el primer ministro una fiesta de Navidad?», plantea Oldfied. Y Stratton duda: «¿Cuál es la respuesta?».

El video ha vuelto a poner al ejecutivo en aprietos cuando estudia aplicar nuevas restricciones, como el regreso al teletrabajo o los pases de vacunación, para luchar contra la propagación de la variante ómicron del coronavirus. Políticos de izquierda y derecha dicen temer que la población se salte las nuevas normas si interpreta que  dirigentes de la talla de Boris Johnson no las respetan.

Por su parte, la policía de Londres afirmó examinar el video. Quieren determinar si hay «presuntas infracciones» de la legislación anticovid de la época.

Distanciado socialmente de la verdad

Rápidamente el líder del partido laborista, Keir Starmer, denunció que Johnson y su equipo «están tratando al público con desprecio».

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«Ahora sabemos que el gobierno rompió las reglas. Celebraron una fiesta y ahora se ríen de ello. El primer ministro tiene que dar un paso al frente. Aceptar lo ocurrido y pedir disculpas», agregó.

Como todos los miércoles, Johnson debe comparecer al mediodía en la Cámara de los Comunes para responder preguntas, empezando por las del líder de la oposición. No va a ser fácil pues diputados de su propio partido están disgustados por la violación a las reglas.

Muchos han recordado al primer ministro que mentir en la Cámara de los Comunes es motivo para pedir su dimisión.

«Tenemos un primer ministro que se ha distanciado socialmente de la verdad», insistió Starmer.

«Por encima de nosotros»

Por su parte, una asociación de familias de víctimas mortales del covid-19 denunció «el comportamiento de personas que se creen por encima de nosotros».

«No hay palabras para describir lo molesto y vergonzoso que es escuchar al equipo de Boris Johnson bromear sobre el incumplimiento de las normas que ellos mismos establecieron. Mientras otros sólo pudieron despedirse de sus seres queridos a través de una pantalla», lamentó la asociación en un comunicado.

La cuestión es tan comprometedora para el ejecutivo que el miércoles por la mañana ninguno de sus ministros se prestó a participar en la habitual ronda diaria de los programas matutino de televisiones y radios. Y el ministro de Sanidad, Sajid Javid, canceló a última hora las entrevistas previstas.

Con 66 millones de habitantes, Reino Unido es uno de los países más castigados de Europa por el covid-19. Registra más de 145.500 muertos desde el inicio de la pandemia. Su gobierno fue muy duramente criticado por las políticas erráticas aplicadas al principio de la crisis.

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