El durazno es una fuente de antioxidantes, que disminuye el tejido adiposo y convierte los ácidos grasos en energía necesaria. Su sabor, su textura y sus propiedades, son las características principales por las que no puede faltar en las comidas.
Según un estudio realizado por la Fundación Española de Nutrición, el durazno se compone de proteínas, agua, fibra, hidratos de carbono, calcio, potasio, magnesio, zinc, y vitaminas A, B, C, D y E. Por otra parte, cada 100 gramos del alimento sólo contienen 37 calorías.
Debido a sus componentes, al consumir un durazno o un jugo de esta fruta se están aportando nutrientes. Los altos niveles de fibra y bajo contenido de grasa, permiten saciar el hambre, controlar los cambios de humor y disminuir los niveles de estrés.
Un escudo contra enfermedades
Según la misma fuente española, el durazno ayuda a perder peso y a prevenir enfermedades afecciones como anemia, diabetes, estrés y estreñimiento. De igual forma, también ayuda a evitar patologías degenerativas y cardiovasculares.
Para preservar estas ventajas, Industrias Maros -fabricante de Natulac- elabora todos sus jugos, incluido el de durazno, libres de aditivos, preservantes, grasas y colorantes. Además, aseguran que le añaden menos azúcar que otras marcas del mercado.
La linaza es un gran regalo de la naturaleza, con alto contenido de fibra, antioxidantes y omega 3. Orientamos sobre cómo consumirla. Por Gladys Zapiain
