El mejunje

Descubre los beneficios del célery y su importancia en la antigüedad

Cuenta la historia que, en Egipto, en la tumba de Tutankamón, se encontraron semillas de célery

celery
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En La Ilíada, Homero narra que los caballos pastaban en las afueras de Troya en campos llenos de célery silvestre. En la milenaria medicina tradicional ayurvédica, en India. Los médicos chinos lo utilizaron para tratar múltiples dolencias hasta que llegó en la Edad Media a Europa y los romanos le dieron infinidad de usos.

Les cuento que una de mis primas es hipertensa y comiendo diariamente unos seis tallos de célery con hojas pudo controlar la tensión y de paso la gastritis —que le dio por los medicamentos tan fuertes que tomaba. ¡Ella ha mejorado notablemente! Esta es una de esas hortalizas a las que el tiempo y la experiencia la han puesto en el lugar que, por justicia, merece. Consumir célery crudo en exceso puede resultar indigesto, pero al cocinarlo se disuelve un poco la celulosa que contiene. Por favor las mujeres embarazadas tienen prohibido su consumo.

El apio o célery pertenece a la familia de las umbelíferas y de ella se utilizan todas sus partes: el bulbo, las ramas y las semillas que poseen maravillosas propiedades, entre ellas, un alto contenido de agua 95%. Por ello, cada 100 grs., solo aporta 17 calorías. Llena por su alto contenido de fibra que regula el apetito. Depurativo por la gran cantidad de fibra insoluble —que limpia el intestino eliminando las toxinas. Diurético por el salinero, limoneno y la asparagina que ayuda a eliminar el exceso de líquidos.

También, reduce el colesterol sanguíneo por contener compuestos activos como las ftálicas, que controlan la gastritis, mejora la circulación, los desórdenes vasculares cerebrales y enfermedades neurodegenerativas. El otro compuesto son las cumarinas, muy útiles en la prevención del cáncer y con poder para aumentar el deseo sexual facilitando la erección.

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