Venezuela

Bandas criminales propagan terror y muerte en Caracas, amenazan lanzar bombas

"¡Disparen a los edificios!, ¡Nosotros somos el hampa!": arrinconada en el último cuarto de su casa, María escucha aterrada a un grupo de delincuentes fuertemente armados que llevan horas disparando desde lo alto del cerro en una barriada de Caracas. por Patrick FORT / Margioni BERMÚDEZ /AFP

Yuri Cortez |AFP
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Un nuevo enfrentamiento entre policías y bandas criminales en el oeste de Caracas desde el miércoles deja al menos cuatro muertos, la mayoría inocentes alcanzados por balas perdidas, según medios locales y redes sociales. Tras varias horas de terror, las autoridades del gobierno de Nicolás Maduro anunciaron este jueves un nuevo «despliegue» y recomendaron a la población que se resguarde.

Uniformados con vehículos blindados se apostaron desde temprano en calles desiertas del Paraíso. Esta zona de clase media en el oeste de Caracas es contigua a la barriada de la Cota 905. Por la zona operan violentas bandas criminales que por meses han protagonizado balaceras contra las fuerzas del orden.

Lo mismo hicieron en otras zonas del oeste de Caracas alcanzadas por la violencia sembrada por estas sofisticadas bandas criminales, que el gobierno atribuye a un complot para «desestabilizar» al régimen chavista de Nicolás Maduro.

«Estos se nos han escapado de las manos», dice a la AFP bajo reserva un funcionario policial, resguardado en El Paraíso. Allí está ubicada la comandancia general de la Guardia Nacional, cuerpo castrense a cargo del orden público.

Los delincuentes «tienen armas modernas», sostiene otro agente, que dice estar esperando la «luz verde» para «limpiar todo esto de una vez».

Testigos sostienen que a las armas de alto calibre se suman granadas, además de drones con los que las bandas pueden tener una amplia visual de las zonas que controlan. «Ellos pueden verlo todo desde arriba», sostienen pobladores.

Al menos dos funcionarios policiales han resultado heridos en las últimas horas, según una fuente médica. En el país no hay cifras oficiales sobre violencia en general, y mucho menos de las muertes dejadas por estos enfrentamientos.

Venezuela registró 12.000 fallecidos en hechos violentos en 2020 según la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), una tasa de 45,6 por cada 100.000 habitantes, siete veces mayor a la media mundial.

Con armas mucho menos poderosas que las usadas por las bandas criminales, los policías tienen más bajas que los propios delincuentes durante esta guerra de baja intensidad. Foto: Yuri Cortez/AFP

«Estamos encerrados»

«Están disparando para los apartamentos», cuenta a la AFP María, como pidió llamarse por temor a las represalias de estas bandas armadas que operan en la Cota 905. Esa es una zona montañosa y de barriadas donde pueden verse pequeñas murallas construidas con sacos de arena, semejantes a las empleadas en conflictos armados tradicionales.

De hecho, para María es común ver a jóvenes armados cerca de su casa.

«Los veo a diario… ellos pasan a cada rato con armas largas por la calle», relata mientras el estruendo de las balas penetra su calma.

«Eso suena demasiado feo, se calma un ratico y de repente empieza la ‘plomamentazón’, detonaciones fuertes, aquí estamos encerrados en el cuarto. No hemos podido ver a nuestros familiares que viven en la parte de arriba», cuenta asustada mientras intenta calmar a su pequeño sobrino.

Con claridad, escucha las indicaciones que se gritan entre sí los «malandros» -como se dice popularmente a los delincuentes- mientras apuntan hacia los agentes de seguridad desplegados para contenerlos. Se refieren a los uniformados como «brujas».

«¡Brujas, brujas¡, voy a lanzar las bombas, causa (compañero), vamos a lanzar las bombas pa’ bajo», se escucha en un audio que María logró grabar con su celular.

Tal es el pánico, que María y su familia piensan refugiarse en casa de un familiar a las afueras de Caracas tan pronto como se calme esta situación que impide a muchos salir o volver a sus casas. «Por el momento es imposible movernos», dice.

Balas perdidas

En junio pasado, las balaceras dejaron al menos tres muertos, según la prensa local. Una de las víctimas fue la enfermera Yuraima Díaz Araujo, quien murió «producto de una bala perdida» mientras hacía fila para surtir su vehículo de gasolina.

En el marco de estas arremetidas delictivas que se han recrudecido desde diciembre de 2020, la ministra de Interior y Justicia, Carmen Meléndez, se refirió en esa oportunidad a una «operación impecable» con más de 1.400 funcionarios que dejó 38 detenidos.

Este jueves la funcionaria informó «el despliegue de un nuevo operativo de protección y resguardo» a los habitantes de cinco amplios sectores de Caracas afectados por la criminalidad desatada.

«Los organismos de seguridad del Estado continúan desplegados en las zonas vulneradas por estos criminales y no descansarán hasta rescatar el control absoluto. El llamado es a permanecer en resguardo, mantener la calma y la confianza en nuestras instituciones», escribió la ministra en Twitter.

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