Salud

7 de cada 10 pacientes con obesidad son mujeres

El sobrepeso trae repercusiones importantes para la mujer porque está asociada a trastornos hormonales

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obesidad

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud advirtió sobre la crisis sanitaria que significa la masificación global del trastorno de la obesidad, que ya afecta a más de mil millones de personas en el mundo. Es una problemática que no discrimina edad, raza ni sexo.

Se sabe, además, que la obesidad deteriora la autoestima y las relaciones interpersonales de quien la padece. Y propicia la aparición de cuadros depresivos y otros aspectos psicológicos de importancia clínica.

Advierte Wartan Keklikian, cirujano especialista en laparoscópica, que la mujer no escapa a esta patología. El sobrepeso puede comenzar en la infancia y proseguir durante toda la vida si no es tratada con premura y disciplina.

“La paciente femenina es la que más acude a consulta. De cada 10, 7 son mujeres y 3 son hombres. Ese número concuerda con la cantidad de pacientes que se opera”, describe.

Un ciclo interminable

Explica que, desde la adolescencia, acuden a consulta pacientes obesas que se cohíben de realizar muchas de las cosas que les gustaría desde el punto de vista físico, por miedo a ser discriminadas.

“Allí comienza un círculo vicioso. Ella se siente mal y busca en la comida una manera de aliviar ese dolor emocional. Eso la hace engordar, se siente peor y continúa con ese círculo que no se corta”, señala Keklikian.

Para la mujer esto trae repercusiones importantes porque la obesidad está asociada a trastornos hormonales. Comienza con estados prediabéticos de resistencia periférica a la insulina. Eso luego puede pasar a ser Diabetes Mellitus.

“Son pacientes que, por este mismo problema, comienzan a presentar acné, hirsutismo o manchas oscuras en el cuello”, acota.

Las mujeres con sobrepeso pueden llegar a tener trastornos menstruales asociados a la obesidad. Al hacerse un estudio de su aparato reproductor, se evidencia un síndrome de ovarios poliquísticos.

“Cuando estas mujeres entran en edad fértil y buscan tener hijos, se dan cuenta de que por años no han podido salir embarazadas, aunque estructuralmente no tienen ninguna malformación, ni obstrucción de las trompas y su pareja tiene la capacidad de fecundar. Pero hay un trastorno hormonal tan importante que se los imposibilita”, acota el especialista.

Un bebé de riesgo

Asegura que, en el caso de la paciente obesa, cuando sale embarazada, se puede decir que tanto ella como su bebé tienen mayor riesgo de complicaciones relacionadas.

“Algunas hacen diabetes gestacional. Por otro lado, el trastorno metabólico asociado a la glucosa, provoca niños macrosómicos. Es decir, con un peso por encima de 4 kilos al nacer. Y al contrario de lo se podría pensar (que el niño es grande y gordito, hermoso, fuerte y robusto), se trata de un paciente que tiene un problema metabólico desde la infancia”, afirma.

Agrega que trabajos de investigación demuestran que los hijos de pacientes postoperadas son más sanos que los de las pacientes obesas.  Presentan además menos complicaciones tanto para la madre como para el bebé después de nacer.

Como es lógico suponer, una paciente obesa embarazada no se puede operar. En ese caso, debe controlarse por endocrinología, nutrición y psicología. Asegura el especialista que estos tres elementos son fundamentales en la ayuda y en el seguimiento prenatal de una paciente obesa embarazada, para garantizar apoyo en alimentación y evitar que gane peso. Su ginecólogo debe controlarla para evitar complicaciones inherentes a la obesidad.

¿Y en la menopausia?

Al cesar el ciclo menstrual, caen por debajo del nivel ciertas hormonas que posibilitan la capacidad de reproducción de la mujer. “Esto la afecta porque hay más posibilidades de que ella pueda aumentar de peso”, alerta.

Enfatiza que el tema de operarse para eliminar la obesidad nunca es la solución, solo una ayuda. “La cirugía bariátrica implica procedimientos extraordinarios que ayudan a la persona a recuperar su salud. Pero si desea adelgazar, tiene que trabajar en sus hábitos y cambiar su forma de ver la vida”, advierte.

Recuerda que todas las mujeres deben hacerse un control hormonal anual, para ver cómo están las hormonas tiroideas, el cortisol, la insulina y, por supuesto, los niveles de colesterol, y triglicéridos.

“Un chequeo general nos puede dar ciertas alarmas para saber si la paciente, por ejemplo, sufre de hipotiroidismo, asociado a ganancia o pérdida de peso. Es importante establecer un esquema de prevención a medida que vamos avanzando en edad, pues los órganos y sistemas se van deteriorando, la calidad de producción de ciertas sustancias no es la misma y eso puede repercutir negativamente”, concluye el doctor Wartan Keklikian.

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