Cuando Simona Halep se coronó en Wimbledon el pasado 13 de julio, se sacó un peso de encima, algo que cumplió literalmente en 2009, cuando se sometió a una operación de reducción de senos para mejorar su desempeño en la pista
El camino de Simona Halep encontró una bifurcación cuando cumplió su tercer año como profesional. Su pecho era prominente, algo que la acompañaba desde la adolescencia. Con un busto de 95 centímetros, era más conocida en el circuito femenino de tenis por sus atributos físicos que por su talento. Su nombre en los medios estaba acompañado por fotografías en traje de baño, alimentando a la prensa rosa y no a la deportiva.
Con los síntomas de la mujer atractiva por su estructura más que por sus logros, decidió pasar por el quirófano para quitarse parte de lo que ralentizaba a una raqueta veloz, pero que podía ir más allá.
El resultado: un cambio de 95 a 75 centímetros.
Al volver a la disciplina en 2010, la tenista se adaptó a su nuevo cuerpo; tal y como lo esperaba, sus impactos fueron más potentes pues la extensión de su brazo no chocaba contra sus senos al llegar a la bola. Su movilidad también contó con mejores episodios, desplazándose sin ese peso del pasado. Ser vista por sus victorias era prioridad, no por sus medidas.
Gradualmente los resultados la acompañaron.
En septiembre de 2010 se metió entre las 100 mejores tenistas de la WTA. Un año después, en el mencionado lapso, se coló al top 50. En enero de 2014 llegó a los 10 primeros puestos. El 8 de octubre se sentó en el trono de la clasificación femenina, escalón que ocupó por 57 semanas.
Hoy en su haber presume de 19 títulos, dos de ellos de talla Grand Slam. Su calidad es innegable, así como sus decisiones. Tomada como una de las representantes más inteligentes sobre la pista, su primer gran paso a la élite cumple 10 años, momento en el que dejó de ser la tenista con opciones de aplicar como modelo a revistas para caballeros, para apostar por el juego que defendía desde niña.
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Desde Serbia, pasando por Estados Unidos, Rusia y hasta Venezuela, las profesionales del deporte blanco también destacan por ser algunas de las atletas más deseadas del planeta.
