Venezuela

La Colonia Tovar y su imperdible decálogo para el turista

La Colonia Tovar, que cumple 179 años, es más que salchichas y fresas con crema. Además de sus hermosos paisajes, ofrece una amplia gastronomía, actividades de todo tipo, inclusive de alta adrenalina y hoteles con spa

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La Colonia Tovar, con sus casas al estilo de la Selva Negra alemana, sus rubios habitantes y una increíble fidelidad a las raíces de los fundadores, está celebrando 179 años y se remoza para recibir a los turistas.

Asentada en tierras que pertenecieron a don Manuel Felipe de Tovar (a cuyo apellido debe su nombre), nació como un proyecto para la fundación y la consiguiente explotación agrícola de la región, después de una larguísima y accidentada travesía a pie, por mar y nuevamente caminando, el 8 de abril de 1843 arribaron, por fin, los colonos a su nuevo asentamiento.

Desde la partida de Endingen habían transcurrido 112 días, y de inmediato comenzaron diligentemente a laborar, con tanto entusiasmo que pocos meses después ya circulaba un periódico en la zona y se producía, por primera vez, cerveza en suelo venezolano.

Una vista de la Colonia Tovar desde La Vista Spa. Foto Rubén Darío Rojas

El 13 de febrero de 1964 en la Gaceta Oficial Nº 27367 se declara a “…la Colonia Tovar y áreas adyacentes como zonas de turismo”, mediante el Decreto Presidencial Nº 1.165, y a partir de entonces los diversos sectores del Municipio Tovar se han ido integrando al turismo.

Así, salpicadas por bucólicas casas, son las montañas de la Colonia. Foto Archivo

Hoy día sigue ofreciendo al turista horas y días de solaz y recreación, además de sabrosa comida. Por ello, ofrecemos un decálogo para que el turista disfrute mucho más su paseo a la Colonia Tovar.

1. Viaje más corto

El viaje hasta La Colonia Tovar ahora puede hacerse desde Caracas por el distribuidor Mamera. Así se evitan los primeros kilómetros de la carretera hasta el Junquito.

Esto acorta notablemente el tiempo de tránsito.

2. Golfeados en el camino

El Rey de los Golfeados sigue ofreciendo este popular amasijo que elabora desde hace 76 años.

El encargado cuenta que el único cambio que han hecho a la receta original fue eliminar el anís dulce a petición de la clientela. Han hecho un esfuerzo por remozar y modernizar el local ofreciendo otros productos como cachitos de jamón.

Sin embargo los golfeados, de los que hornean hasta 6000 unidades semanales, siguen siendo la estrella. El queso se recibe cada tres días desde el estado Guárico y los hornos se encienden los siete días de la semana para garantizar la frescura.

3. Charcutería Tovar

Este spot muy cerca del pueblo tiene una tienda donde adquirir los productos de la marca, además de sándwiches y otras delicatesen producidas en la localidad.

Pero también ofrecen tres especialidades alemanas que solo están a la venta en este local: Cabeza de cerdo en gelatina, Copa cabeza y Morcilla con lengua.

Especialidadades en Charcuteria Tovar. Foto Rubén Darío Rojas

4. Hospedaje para todos los gustos

Ofrece 600 camas en diversos tipos de alojamientos, desde sencillas posadas familiares hasta hoteles de gran tradición como el Selva Negra o el Bergland.

Hotel Selva Negra. Foto Rubén Darío Rojas

Además existen novedosas propuestas como el La Vista Spa, desde donde se disfruta toda la belleza de los paisajes de la zona y ofrecen planes de relajación y desayunos en la cama dignos de la realeza.

Desayuno en La Vista Spa. Foto Rubén Darío Rojas

5. Meriendas y cafés

Para merendar o tomar un café en compañía de un postre abundan las opciones. Con una hermosa terraza y waffles especiales está Kaffe Haus a unos pasos de la Iglesia. Es un lindo local atendido por sus dueños y que propone recetas de familia.

Waffle en Kaffe Haus. Foto Rubén Darío Rojas

El que prefiere un espacio más silencioso y alejado del bullicio del centro puede caminar hasta Café Sonne. Allí entre bucólicos paisajes, podrán probar algunas especialidades de la pastelería alemana acompañadas de un buen café.

6. La oferta gastronómica se ha fortalecido notablemente por el deseo de los colonieros de ofrecer lo mejor a sus visitantes, quienes pueden disfrutar desde platos tradicionales como la rodilla de cerdo, famosa en la carta del Bergland.

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Rodilla de cerdo. Foto Ligia Velásquez

También están delicadas propuestas como la crema de pimentón ahumado, que engalana la carta del Selva Negra.

Crema de pimentón ahumado. Foto Rubén Darío Rojas

Recientemente han surgido novedades como las pizzas al estilo napolitano de Nostra Casa Pizzas que sortea con elegancia el tema del leudado de las masas a la altura de La Colonia Tovar o el Molino Rojo que reabre sus fogones después de años cerrado y en manos de los hijos de los propietarios.

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Los italianos también tienen su representación en ese reducto alemán. Estas pizzas napolitanas son de Nostra Casa. Foto Rubén Darío Rojas

7. Colorido mercado

Ningún viaje a La Colonia Tovar está completo sin pasar por el mercado de la plaza a comprar frutas y vegetales fresquísimos. Además de suspiros y galletas de mantequilla como recuerdo a familiares o amigos y para disfrutar en casa, con nostalgia por unas horas maravillosas.

Vegetales en el mercado. Foto Rubén Darío Rojas
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Em el mercado venden frutas muy frescas, cosechadas en la misma Colonia Tovar. Foto Archivo

8. ¡A la diana!

Los más arriesgados, o que busquen más acción, pueden practicar tiro al blanco, aprender a usar el arco y la flecha o dar una paseo a caballo en Diversiones La Ballesta. Este sitio es perfecto para grupos familiares o de amigos.

9. Lácteos de cabra

La variedad de productos elaborados con leche de cabra, desde quesos frescos, hasta madurados y condimentados, pasando por alguno que otro dulce hacen que Mi Kabrita sea una parada obligada en este recorrido.

10. Amabilidad coloniera

Y por último, pero no menos importante, disfrutar de la amabilidad de los colonieros, tan emprendedores como sus antepasados y ocupados en ofrecer a los turistas la mejor experiencia posible en su viaje.

Colonia Tovar
Coloniera con el traje típico de Selva Negra
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