Venezuela

La Colonia Tovar recupera empuje y belleza tras la parálisis por el covid

La economía de este pueblo sigue dando muestras de la misma persistencia que trajeron sus originales pobladores alemanes hace casi dos siglos. La Colonia Tovar ha sobrevivido con éxito al destrozo nacional de la llamada revolución bolivariana, a la depresión económica que pulverizó el 80% del PIB de Venezuela, y hasta a la pandemia de covid 19, que llevó a cerrar muchos negocios pequeños y alejó los visitantes.

Colonia Tovar
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Volver a la Colonia Tovar, después de tantos años, fue un verdadero placer. Es uno de esos pueblos venezolanos que logró sobrevivir e incluso progresar durante la llamada revolución socialista del siglo 21 y que, tras la paralización económica y el aislamiento forzado provocado por la pandemia covid 19, ya recuperó sus músculos y brilla de nuevo.

Cientos de turistas llenaron sus calles durante el feriado de Semana Santa pasado y aprovechamos la ocasión para evaluar la salud de la economía del pueblo que es una opción de turismo local especialmente cada fin de semana.

A diferencia de lo que ha pasado en otros lugares del país, en esta colonia con pobladores de ancestros alemanes, que se ubica a más de 2.000 metros de altura en las montañas del estado Aragua, no hay empresas expropiadas, al contrario de lo que hemos visto en tantos otros rincones del territorio nacional.

Cerca de 5.500 expropiaciones o más bien confiscaciones de propiedad privada se han dado en Venezuela en los últimos 23 años, según el Observatorio de Gasto Público de Cedice. Pero ninguna ocurrió aquí. Y los colonieros que entrevistamos sobre este tema destacan que la comunidad ha sabido defenderse lo suficientemente bien como para evitarlo, así como también para mantener unos niveles de seguridad y calidad de servicios públicos muy superiores al promedio nacional.

En expansión

Siguen estando allí las empresas de producción agrícola que llenan mercados nacionales de fresas, moras, duraznos, melocotones, zanahorias y otros vegetales y hortalizas. Siguen estando allí las empresas productoras de salchichas y embutidos. Persisten los artesanos y los productores de chocolates, mermeladas, galletas, mostazas, mieles, salsas, alfajores, strudels de manzana, vinos de frutas y cervezas artesanales.

Siguen estando allí las más de 100 empresas del sector hotelero, gastronómico, turístico y de entretenimiento, muchas de pequeña y medianas escala.

De hecho, hoy son más que ayer. De acuerdo con una investigación realizada por Bárbara y Paola López en 2016, como tesis de grado en la Universidad Católica Andrés Bello, la Colonia Tovar tiene más de un centenar de hoteles, posadas, restaurantes, cafés, locales de comida rápida y cervecerías al estilo bávaro.

Colonia Tovar, despensa de hortalizas

Cerveza on receta alemana

La Cervecería Tovar sigue produciendo cerveza, pero ya no en la Colonia, sino en otro municipio del estado Aragua (José Félix Ribas-La Victoria), donde ampliaron sus capacidades logísticas y productivas y su red comercial.

“La Cervecería Tovar nació en 1999, hace ya 23 años, y en sus inicios producíamos 2.000 cajas mensuales. Nuestra capacidad de producción actual es de 24.000 cajas, así que ha crecido en más de 10 veces. Antes teníamos una sola presentación, la Pilsen, y ahora tenemos siete”, informó el presidente de la compañía, Kilian De Fries.

Pero en la Colonia Tovar también se siguen haciendo cervezas artesanales. Al menos hay otros tres fabricantes en la actualidad. Uno de ellos es el de la marca La Coloniera, que las produce tradicionales y de 11 tipos, entre ellas las saborizadas con frutas (mora y parchita) e hidromieles (espumantes a base de miel).

“Nosotros no queremos irnos de Venezuela, por eso estamos invirtiendo aquí y produciendo aquí”, destacó Juan Carlos Ruiz, gerente de la empresa.

Impacto de la recesión

Durante los casi ocho años de depresión económica en Venezuela, que se prolongaron desde 2014 hasta 2021, este destino turístico y polo de desarrollo agrícola nacional también estuvo en crisis.

En la década pasada hubo un descenso en la prestación de servicios de turismo y ocupación hotelera y bajos resultados agrarios debido a malas condiciones climatológicas, plagas y aumento de precios de insumos agrícolas, lo que se tradujo en pérdida de empleos y baja actividad económica, indicó Ronald Gutmann, quien se desempeñaba entonces como presidente de la Cámara de Comercio de la Colonia Tovar.

En 2017, al menos 180 negocios de la Colonia Tovar tuvieron que cerrar sus puertas debido a la situación económica que enfrentaba el país. Y a partir de entonces también se presentó una fuerte ola migratoria entre las nuevas generaciones del pueblo hacia otras ciudades del país, e incluso hacia otros países.

Y durante la pandemia, al menos un 60% de la capacidad productiva de la zona se detuvo y hubo empresas que no fabricaron o vendieron nada durante varios meses en ese periodo.

Pero afortunadamente, ese bache ya fue superado. La economía ha vuelto a crecer en este 2022 y eso ya se siente en las calles de este municipio aragüeño.

Frutas de la Colonia Tovar

Una rareza étnica a 60 km de Caracas

«La Colonia Tovar, el pueblo alemán de Venezuela, es uno de los contrapuntos culturales y una de las rarezas étnicas más interesantes de Sudamérica. Fundada en 1843, su creación fue el resultado de una gestión oficial en los años iniciales de la República para poblar con inmigrantes zonas del país. Una vez concretada la independencia de España, buscaron el traslado de inmigrantes europeos con tradición agrícola y vocación para desarrollar la tierra. La iniciativa dio como resultado este particular enclave, que ha conservado casi intacta su tradición y mantiene su idioma propio”, resaltaba el periodista Alonso Moleiro en el diario El País, en 2018, cuando el pueblo cumplía 175 años.

Este curioso pueblo, que parece como detenido en el tiempo y en el que viven alrededor de 20 mil personas, se encuentra a unos 60 kilómetros (km) de Caracas y a unos 30 km del Mar Caribe.

La iglesia principal de esta comunidad, que lleva en su centro un precioso y enorme vitral de San Martín de Tours, el patrono de la Colonia Tovar, también se encuentra muy bien mantenida. Las campanas repican aún como lo hacían hace siglos y en los centros de artesanías los relojes en miniatura en venta replican a los existentes en Bruselas o Berna.

Un regalo del tiempo

El blanco caserío con techos rojos a dos aguas, estructuras de madera, franjas negras y paredes de piedra, preserva el estilo arquitectónico de las casas de las familias fundadoras que conquistaron esas tierras hace casi doscientos años. Por eso y por las cabellos rubios y ojos azules de muchos de sus habitantes, al estar allí, uno se siente más en los Alpes suizos o bosques alemanes que en el tropical Norte del América del Sur.

“También recuerdan a Centroeuropa su liturgia religiosa y sus festividades, entre las que destaca el Oktoberfest; sus casas de madera de tejados puntiagudos, su catedral (Patrimonio Cultural de la Nación), sus residencias y hoteles de inspiración gótica. La colonia se ubicó en un entorno escarpado, rodeado de pinos y con una temperatura media de 15 grados, en un paisaje que alterna la neblina con el sol tropical”, acota Moleiro.

Vocación agrícola

Fue el primer presidente de Venezuela, José Antonio Páez, quien lideró esta iniciativa y encargó al ingeniero militar y geógrafo de origen italiano y ascendencia alemana, Agustín Codazzi, a trasladar a Venezuela a unos 400 colonos del Ducado de Baden.

El científico alemán Alexander Von Humboldt también participó en este proyecto, al igual que Manuel Felipe Tovar, el propietario que donó las tierras que hoy ocupan los colonos y que en el siglo XIX era miembro de una de las familias más pudientes del país. El nombre del pueblo deriva de él.

La Colonia Tovar no es la única colonia alemana fundada en este país suramericano para el desarrollo del agro. Hay otra en Turén, estado Portuguesa, mejor conocido como “el granero de Venezuela”, donde históricamente se han producido por hectárea las mayores cantidades de arroz, girasoles, maíz y otros cereales y granos del país.

179 años de historia

El pasado 8 de abril, los colonieros celebraron los 179 años de fundación de su pueblo. Y uno de los lugares que se llenó para festejarlo fue el Hotel Selva Negra, que no solo es famoso por ser el más antiguo del pueblo sino por la rodilla de cerdo que ofrece el menú de su restaurante, una de las delicias gastronómicas de esa comunidad, junto con las salchichas, ensaladas y postres alemanes que se ofrecen por doquier.

Este hotel se llama así porque los primeros pobladores de la Colonia Tovar vinieron de la Selva Negra (Schwarzwald) del sur-oeste de Alemania, de pueblitos ubicados en esa zona como Wyhl, Edingen y Oberbergen de Kaiserstuhl.

Una lengua remota

Los pobladores conservan de la Selva Negra su lengua (el badischen, dialecto de Baden), sus comidas, sus vestimentas, sus tradiciones y sus bailes.

En la actualidad, la mayoría de los residentes son descendientes de estos fundadores, en cuarta o quinta generación, y todos naturalmente,  hablan español.

La escritora chilena Isabel Allende, que vivió su exilio en Venezuela, evoca a la Colonia Tovar en varios pasajes de su novela Eva Luna. Y también vale la pena recordar que fue en esta colonia alemana donde se realizó en 1975 la histórica reunión de representantes de los partidos democráticos de Chile que se reconoce como la semilla de la Concertación de Partidos por la Democracia, que terminó ganando la presidencia en 1989 y poniendo fin a la dictadura militar de Augusto Pinochet de manera democrática.

Opciones turísticas

Según el portal VenezuelaTuya.com, estas son cinco de las principales opciones turísticas recomendadas a los visitantes de la Colonia Tovar:

• Picacho Codazzi y la Cruz del Picacho: Es el punto más alto de la Colonia Tovar, su cima se ubica a 2.425 m.s.n.m. y en ella se encuentra la “Cruz del Picacho” que es la Cruz Iluminada más alta de Venezuela, que puede verse desde casi cualquier punto del Municipio y da la bienvenida a aquellos que van llegando a la Colonia Tovar. La única manera de llegar a ella es por una caminata de 30 minutos a través de un sendero que lleva desde la carretera que va a la Victoria. En la cima puede apreciar una monumental panorámica de la Colonia Tovar y del Mar Caribe.

• Cedro Gigante: Cedro de aproximadamente 50 metros de altura y 22 metros de perímetro, con más de 100 años de antigüedad, se accede a través de un sendero de aproximadamente 100 metros desde la vía que conduce a La Florida.

• Puerto Cruz y Puerto Maya: En la entrada de la Colonia Tovar, hay una bifurcación que lleva a la playa de Puerto Cruz y de Puerto Maya, dos excelentes lugares de playa del Caribe.

• Parapente: Cerca de la Colonia Tovar, tanto hacia el Jarillo como hacia la Victoria, puede practicarse Parapente con la ayuda de instructores calificados.

• Petroglifos: En el municipio Tovar hay más de 5.000 petroglifos (símbolos indígenas en piedra) con interesantes diseños atribuidos a los indígenas Panariguas, Curinares, Teques y Quiriquires.

• Paseos y excursiones en tours guiados. Visitan algunas de las fábricas de chocolates, embutidos, artesanías y licores del pueblo, así como jardines, sitios históricos y zonas de producción agrícola.

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