Internacionales

India y Pakistán se alejan de la guerra pero sigue la tensión fronteriza

La tensión bélica entre la India y Pakistán se relajó este sábado, un día después de que Islamabad entregase al piloto indio capturado, aunque las dos potencias nucleares se acusaron mutuamente de siete muertes a través de su frontera de facto en Cachemira.

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Foto: EFE

Tres civiles que residían del lado indio de la frontera murieron, todos miembros de una misma familia, y otro resultó herido por disparos paquistaníes durante el fuego cruzado con las fuerzas indias que se extendió durante horas la noche pasada, según las autoridades indias.

«Un proyectil de mortero golpeó la casa de Mohammad Younus anoche matando a su esposa, hijo e hija», dijo Rahul Yadav, el comisionado del distrito fronterizo de Poonch, en Cachemira, donde ocurrió el incidente.

Según el funcionario, el padre de familia superviviente fue evacuado a un hospital de la Cachemira india y se encuentra estable.

Fuentes policiales aseguraron que el mortero impactó en la vivienda de la familia en medio de un fuego cruzado que duró varias horas entre las fuerzas de seguridad de India y Pakistán.

El Ejército paquistaní acusó esta mañana a las Fuerzas Armadas de la India de la muerte de cuatro personas -dos de ellas soldados- en la Línea de Control (LoC, frontera de facto) que divide la disputada región de Cachemira.

«Las tropas indias dispararon a través de la LoC. India deliberadamente atacó poblaciones civiles. Dos ciudadanos murieron y dos resultaron heridos», afirmó la oficina de comunicación del Ejército paquistaní en un comunicado.

Poco después en otra nota, el Ejército paquistaní indicó que dos de sus soldados murieron en otro intercambio de disparos.

Los militares paquistaníes indicaron que respondieron a los ataques con disparos sobre puestos militares indios.

«Las Fuerzas Aéreas y Navales continúan en alerta y vigilantes», advirtió el Ejército, que no proporcionó datos de la hora concreta de las violaciones del alto el fuego establecido en 2003 a lo largo de Cachemira.

El fuego cruzado tuvo lugar horas después de que el comandante de la Fuerza Aérea Abhinandan Varthaman regresó a la India entre las celebraciones del país, tras haber sido derribado el miércoles por cazas paquistaníes en un combate aéreo, convertido en el rostro de la peor escalada militar en décadas entre los dos países.

En el centro de Nueva Delhi, decenas de personas siguieron celebrando este sábado el regreso de Abhinandan como la vuelta de un héroe nacional.

Seguidores del nacionalista hinduista Bharatiya Janata Party (BJP), el partido del primer ministro Narendra Modi, festejaron el regreso del militar con una caravana de motocicletas a través del centro de la ciudad, cubriendo su rostro con máscaras del piloto que estuvo dos días detenido por los paquistaníes.

Abhinandan, vestido de civil y con buen aspecto, cruzó la víspera por la noche el paso fronterizo de Wagah-Attari para volver a territorio indio entre una gran expectación de medios de comunicación y ciudadanos de a pie.

Ese «gesto de paz» paquistaní y el júbilo indio por el regreso de su nuevo héroe, ha ayudado a alejar el espectro de una guerra entre los dos países, tras la escalada militar a consecuencia de los bombardeos de cazas indios sobre Pakistán el martes.

Tras el regreso del piloto, la India dio un aparente gesto de reciprocidad este sábado cuando envió al país vecino el cuerpo de un prisionero paquistaní asesinado, en circunstancias que no han sido aclaradas, en una cárcel india el 20 de febrero, según la televisión estatal de Pakistán PTV que mostró imágenes de un ataúd con el cuerpo del interno.

El objetivo de ese bombardeo, en el que Abhinandan fue capturado, fue un supuesto campamento militar de Jaish-e-Mohammed (JeM), grupo terrorista que el pasado 14 de febrero reivindicó el atentado en la Cachemira india en el que murieron 42 policías, el peor ataque en la región en tres décadas.

Al día siguiente, aviones de combate paquistaníes bombardeaban territorio indio sin causar bajas ni daños, lo que desembocó en un combate aéreo en el que Pakistán aseguró que derribó dos cazas indios, mientras la India dijo haber derribado uno y perdido otro.

La comunidad internacional ha pedido contención a ambos países y Rusia se ha ofrecido a mediar entre ellos.

El ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mehmood Qureshi, anunció en televisiones locales que China mandará un enviado especial a ambos países para reducir la tensión.

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