Los nuevos miembros de la OTAN deben ser aprobados de forma unánime. El presidente de Turquía aseguró que no permitirá el ingreso de Suecia y Finlandia porque protegen al PKK, guerrilla kurda, y a las YPG, las milicias kurdas de Siria
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó de nuevo, hoy 19 de mayo, a Suecia y Finlandia de cobijar a «terroristas». Por ello advirtió que no apoyará su ingreso a la OTAN.
«La OTAN es una organización de seguridad. No podemos aceptar la presencia de organizaciones terroristas en ella. Suecia es un país de terrorismo. Si un país dice que no, no pueden entrar en la OTAN», aseguró el líder islamista.
Erdogan recordó que su país tiene «autoridad» para bloquear las peticiones de ingreso de Suecia y Finlandia ya que las admisiones deben ser unánimes.
«Si un país dice no, no se les puede aceptar en la OTAN», aseguró.
«Especialmente Suecia es un centro de terrorismo total. Es un nido de terror completo. Diremos no a Suecia y a Finlandia», sentenció.
Erdogan denunció que estos dos países permiten manifestaciones y reuniones del PKK, la guerrilla kurda activa en Turquía, y de las YPG, las milicias kurdas de Siria. Turquía las considera ramas del mismo grupo.
El PKK está considerado terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, pero no es el caso de las YPG, aliadas de Washington en la lucha contra el yihadista Estado Islámico.
El presidente turco acusó a Suecia y Finlandia incluso de «alentar», «financiar» y entregar armas a esos grupos que insistió en calificar de terroristas.
Erdogan insinuó que otros socios de la OTAN, como Estados Unidos, Alemania, Francia y Grecia, también apoyan de alguna manera a esas organizaciones, y recordó que los dos últimos abandonaron en su día el mando militar de la Alianza y que luego regresaron.
«Por desgracia, el Gobierno turco de entonces les allanó el camino y fueron capaces de regresar», aseguró en relación a Grecia.
¿Por qué deberíamos cometer el mismo error», planteó Erdogan, quien prometió que no se dejará «morder» de nuevo.
Grecia abandonó el mando militar tras acusar a la Alianza de no impedir la intervención turca de 1974 en Chipre.
Turquía levantó su veto a la vuelta de Grecia a la estructura en 1980.
Ahora comienza el proceso de aprobación, que debe ser unánime. El gran obstáculo es Turquía, que está totalmente negado a su ingreso. Ni siquiera quiere negociar
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