En Venezuela, el cáncer infantil más frecuente es la leucemia. También es el más letal: 32,76% de los pacientes varones y 43,67% de las niñas fallece por este mal. En segundo lugar, están los del sistema nervioso central y en tercer puesto los linfomas no Hodgkin
El cáncer es la segunda razón de muerte entre los niños venezolanos, detrás de las enfermedades cardiovasculares. Según cifras de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, cada año se reportan 4.320 nuevos casos oncológicos en menores.
César Miranda, gerente de Educación y Prevención de la SAV, detalló que el cáncer infantil más frecuente es la leucemia. También es el más letal: 32,76% de los pacientes varones y 43,67% de las niñas fallece por este mal.
En segundo lugar, están los cánceres del sistema nervioso central, que afectan a 114 niños cada 100 mil habitantes. Y en el tercer puesto los linfomas no Hodgkin, con una tasa de 105 menores por cada 100 mil habitantes.
A esto debe sumarse que, cada año, ingresan 4.572 nuevos pacientes pediátricos por enfermedades hematológicas.
La mayoría de estos pequeños pacientes son atendidos en los hospitales J.M. de los Ríos, San Juan de Dios, Pérez Carreño, Universitario de Caracas y en el Elías Toro.
Según un estudio realizado por la Fundación Seguros Venezuela, las causas de 80 % de los casos de cáncer infantil pueden ser externas. Entre ellas está que las madres hayan recibido radiaciones como rayos X, ultravioletas o tomografías, que hayan consumido esteroides anabólicos, estén mal alimentadas o vivan o trabajen en ambientes contaminados.
El 20% de los casos restantes podrían obedecer a mutaciones genéticas, que predisponen a sufrir patologías oncológicas.
Lo fundamental es acudir al médico en cuanto se tenga la primera sospecha que algo anda mal, pues el diagnóstico y tratamiento temprano puede ser el factor decisivo para vivir.
Miranda apuntó que, entre los síntomas del cáncer infantil, están «fiebre por más de 10 días, pérdida de peso no justificada, sangrado de nariz y encías, así como aumento de volumen de axilas y cuello». En esos casos hay que ir al médico de inmediato.
Un tipo de cáncer que también afecta a los pequeños es el cerebral, en múltiples versiones, y tiene síntomas diferentes a otros.
Manuel Alvarado Repilloza, médico neurocirujano del Hospital San Juan de Dios, indicó que los padres deben estar atentos a varios síntomas o señales de alerta de este tipo de tumores.
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Hasta los tres años hay que estar muy atentos, pues no saben expresar bien qué sienten. «Por ejemplo si un niño está todo el tiempo irritado, es de llanto fácil, tiene vómitos y nauseas sin explicación, si hay abultamiento en la fontanela o hace movimientos oculares inusuales» hay que ir al médico, dice Alvarado.
Entre los tres y cinco años algunas señales son dejar de hablar, estar siempre cansado, quejarse de dolor de cabeza, retroceder en motricidad fina, ver deficientemente, caerse con facilidad o caminar con inestabilidad, sobre todo si antes marchaba bien.
Cuando son mayores de cinco años, los tumores pueden presentarse con «dolor de cabeza, mala visión, vómitos inexplicables, disminución de la motilidad (capacidad de moverse en forma espontánea de la persona) en alguna de sus extremidades, falta de coordinación, dolores que no obedecen a golpes o caídas”.
Alvarado aseveró que “el diagnóstico precoz es una cuestión de vida o muerte, porque representa una sobrevida de 50 a 75% en caso de tumores”. Las opciones de tratamiento dependen de cada caso. Pueden ser cirugía, radio o quimioterapia.
Los especialistas advirtieron que, en Venezuela, los niños pierden un tiempo precioso porque el diagnóstico se hace tardíamente por falta de equipos.
«El acceso es limitado a la resonancia magnética y la tomografía axial. Esto porque la mayoría de los equipos de los hospitales no funcionan. Hacerlo en clínicas privadas es costoso y los padres deben buscar los recursos».
Tanto Miranda como Alvarado coincidieron en que no hay medidas específicas para la prevención del cáncer, pero aseguran que una alimentación balanceada, con menor ingesta de químicos y hábitos saludables como hacer actividad física frecuente, ayuda a reducir la incidencia de las enfermedades, en general.
Nota: Este trabajo fue publicado originalmente el 31 de mayo de 2021. Y republicado el 15 de febrero de 2022.
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