Un brote de erupciones en la piel puso en guardia al continente americano ante la propagación del virus del Zika, enfermedad que asusta a más de una embarazada con riesgos de que su descendencia nazca con microcefalia. En Venezuela, la enfermedad se suma al dengue, la malaria y el chikungunya, aunque las autoridades oculten cifras, no brinden planes de atención y ni siquiera emitan recomendaciones de cómo prevenirla
El Aedes Aegypti, el mismo mosquito que causa estragos con la transmisión del dengue y la chikungunya, es ahora causante de propagar el virus del Zika. América Latina está en guardia. En Colombia el gobierno recomendó a su población evitar los embarazos, al menos, hasta julio de este año, luego que las previsiones del Ministerio de Salud de ese país fijaron entre 600 mil y 700 mil los posibles casos de zika que se registren durante 2016, además de los 13.350 ya confirmados. En El Salvador fueron más allá, pidiendo que las mujeres traten de no quedar encinta durante dos años. En esa nación, el registro oficial de infectados suma 1.561 casos.
En Venezuela, el miedo de las embarazadas a la amenaza de la microcefalia se suma a la ceguera estadística. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó tres casos de infectados por el virus del Zika en el país en diciembre de 2015. El Ministerio de Salud tardó tres semanas más en admitirlo, y ha ocultado la cantidad de casos detectados. Desde noviembre de 2014, el despacho no publica el Boletín Epidemiológico, donde se informa el estado de las enfermedades de notificación obligatoria. Además, la falta de reactivos en el país complica la posibilidad de discernir entre zika, dengue, malaria y chikungunya.
Con altas fiebres como común denominador, estas cuatro enfermedades transmitidas por vectores se han instalado a lo largo y ancho del país, mientras el Ministerio de Salud hace silencio, tanto con la data estadística como con recomendaciones y exhortaciones a la población para enfrentar la epidemia.
Estas son algunas de las recomendaciones para prevenir y detener la propagación de los virus:
Con el fin de detener la propagación del zika y las demás enfermedades transmitidas por picaduras de mosquitos, conoce los lugares de cuidado especial, soluciones caseras y un video informativo aquí.
Josué Nonato es promotor de salud de Médicos Sin Fronteras, y está dedicado a formar a la comunidad sobre lo speligros de la malaria. Desarrolla su actividad en un ambulatorio de Las Claritas, el punto minero que protagoniza los problemas en el estado Bolívar
Cuando va a la mina a buscarse la vida, Yordan Pentoja sabe que está en riesgo. En Bolívar está el foco infeccioso de malaria más fuerte de Venezuela, el país más afectado -y por lejos- por la efermedad en todo el continente, según registros de la Oranización Mundial de la Salud. Pero a él, como a sus compañeros, sobrevivir es prioridad, así sea transitando una y otra vez por el paludismo
A sus 22 años, Sulay Lozano afirma haber padecido malaria unas 40 veces. Residente en Las Claritas, municipio Sifontes del estado Bolívar, vive junto a su familia de la minería, esa que va depredando el sur del país. Venezuela tuvo en 2018 el 51% de todos los casos de paludismo registrados en el continente, según la data consolidada más reciente de la Organización Mundial de la Salud, cuadruplicando el dato en apenas un lustro
