Salud

Singapur, la isla que distingue la demencia

Las personas con demencia serán debidamente atendidas en el primer barrio adaptado al trastorno en Singapur, país asiático en el que uno de cada diez sexagenarios sufre del trastorno

Fotografía: AP
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Al sur de Asia, el estigma de los enfermos mentales desaparece poco a poco con la innovación de Singapur: la creación del primer barrio adaptado a personas con demencia, proyecto del hospital Khoo Teck Puat y la Fundación Lien pensado para el correcto reconocimiento y atención de quienes padecen la condición.

Luego de entrenar a una población cercana a las dos mil personas, entre las que se encuentran estudiantes, voluntarios y personal en contacto constante con el público en tiendas, restaurantes, centros sanitarios o religiosos, se espera que sus habitantes sean capaces de interactuar y reconocer a quienes padezcan el trastorno mental. “La vergüenza asociada con la demencia es exacerbada cuando la gente no comprende sus síntomas y tiene una mala reacción hacia las personas que lo padecen”, dijo al diario Lee Poh Wah, director ejecutivo de la fundación.

La demencia ha estado en bajo la lupa de investigadores singapurenses, dado que una de cada diez personas mayores de 60 años y la mitad de los mayores de 85 padecen demencia, de acuerdo con datos oficiales. La Universidad Tecnológica de Nanyang, científicos de Singapur (NTU Singapur) ha encontrado una nueva manera de tratar demencia enviando impulsos eléctricos a las áreas específicas del cerebro, con el fin de incrementar nuevas neuronas. Con dichas iniciativas, el país asiático busca prepararse para también atender a ese 11% de su población mayor de 65 años que pueda estar en riesgo de padecer la enfermedad, de acuerdo con cifras de World Bank registradas en 2014.

En el norte del país, la municipalidad de Yishun será el área donde el proyecto se llevará a cabo, dirigido a dos mil personas mayores de 65 años que allí viven. Con la instrucción de los habitantes, los promotores del proyecto esperan que en caso de perderse alguna persona con la enfermedad mental, exista quien pueda mostrarles el camino a casa, así como descartar la concepción de robo en caso de que olviden pagar cualquier artículo en tiendas de la zona.

Se espera extender el proyecto a otros barrios de Singapur y crear más comunidades adaptadas a personas con demencia, lo que permitiría que personas mayores puedan seguir viviendo en sus casas en lugar de hospitales o centros de cuidados.

Mientras Singapur avanza en el tratamiento y reconocimiento de trastornos mentales, Venezuela continúa sin cifras oficiales actualizadas por el Ministerio de Salud, con escasez de medicamentos y camas hospitalarias. 

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