Crónica

Para qué sirven los "panales" del 23 de Enero

En el 23 de Enero la compra de alimentos tiene su propia dinámica, se puede usar El Panal para pagar. La moneda comunal, desarrollada por el Colectivo “Alexis Vive”, busca resolver la crisis del efectivo y hacerle frente a las “mafias” que operan los puntos de venta en los comercios. Sin embargo, los billetes no son tan útiles como prometen: no todas las personas lo han asumido como parte del mercado, sus denominaciones no se ajustan a los precios en bolívares, muchos comercios no lo aceptan y son pocos los artículos que se pueden comprar con ellos

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Un muro pintado con la cara del difunto presidente Hugo Chávez da la bienvenida a la Comuna Socialista El Panal 2021 del Colectivo Fuerza Patriótica Alexis Vive con sede en la parroquia 23 de Enero, en el oeste de Caracas. El lugar, ubicado en el sector Zona Central, parece un antiguo mercado abandonado con varios locales cerrados y algunos carros viejos estacionados. Al fondo se esconde el Centro Comercial El Ciempiés (antiguo Central Madeirense) que alberga la más fuerte apuesta de la organización social: el banco comunal y su moneda “El Panal”.

Nada indica que ahí se encuentra el BanPanal, ni un cartel o una flecha. La mayor señalización que conduce a su ubicación es la propia gente. Falta poco para las 11 de la mañana de martes y el grupo que espera para poder canjear el dinero por panales sobrepasa las 40 personas. La fila avanza lentamente. “Eso es culpa del punto de venta”, dice con fastidio alguien en la cola mientras una sola cajera intenta -sin suerte- realizar con éxito la transacción en el único punto de venta habilitado para el trueque.

A pesar de la tardanza, nadie deja su lugar. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y discapacitados hacen una misma hilera para poder entrar a la oficina, un pequeño local discretamente acondicionado con dos escritorios y dos computadoras, donde hace vida la entidad bancaria. El colectivo se queda con el dinero en moneda oficial en sus cuentas bancarias, mientras entrega los billetes «caseros». Negocio redondo.

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Los panales están en circulación en la populosa parroquia del municipio Libertador de la capital desde el pasado 11 de diciembre “por un mandato del comandante Chávez” y fueron creados para ofrecer alternativas para los intercambios comerciales, facilitar procesos de compra, resolver “la guerra económica venezolana” y el problema del “bachaqueo de las mafias de dinero” con las tarjetas de débito. Al menos así lo explicó el líder comunal Robert Longa en entrevista con Óscar Schémel en su programa de Globovisión. “Eso se acabó, eso no existe en la comuna”, juraba.

62.000 billetes fueron emitidos para la primera fase y repartidos en partes iguales en tres denominaciones: el billete de 1 panal (5.000 bolívares) con la cara del fallecido dirigente Kley Gómez y en el reverso la imagen de la empaquetadora de azúcar de la zona; el de 5 panales (25.000 bolívares) que muestra a Alexis González, el que asegura que vive, y en la cara posterior una panadería comunitaria; y el de más valor, 10 panales (50.000 bolívares), exhibe el rostro de Chávez y el bloque 26 de la urbanización.

Cualquiera con billetes en el bolsillo o dinero en su cuenta bancaria puede comprarlos. “¿Cómo hago para pagar con esto?”, se preguntan algunos al tenerlos en las manos. Muchas personas todavía se confunden en hacer la equivalencia, mientras los más entendidos en el tema ayudan a los novatos. Pero los panales sufren del mismo mal que los devaluados bolívares: la escasez. “No tenemos billetes de baja denominación, ni de uno ni de cinco panales. Saquen cuenta para que sepan cuánto van a pagar porque no hay sencillo”, anuncia la cajera de BanPanal. Pasados varios minutos, otros empleados abastecieron el sitio con más panales.

Tras más de una hora y media de cola –y varios coleados– 90 mil bolívares se convierten en 18 panales: uno de 10, uno de 5 y tres de uno. A diferencia del bolívar, el panal no está hecho de papel moneda. El material pareciera ser de papel bond base 20, impreso en litografía.

Además, la moneda local es menos resistente: se arruga y se rompe con mayor facilidad. Cada billete tiene seriales, una fecha de emisión y tres códigos de seguridad para garantizar su autenticidad y evitar su falsificación, que representantes de la organización vecinal “Alexis Vive” afirman es imposible.

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¿Qué se compra con eso?

La lista es corta. Las personas utilizan los panales principalmente para comprar pan en la panadería “El Panalito 26” que pertenece a la red de establecimientos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y es controlada por la Comuna El Panal 2021.

La cola para comprar el alimento en el establecimiento, que también queda en El Ciempiés al lado de BanPanal, se confunde con la del banco. El producto lo ofrecen dos o tres veces al día, desde la mañana hasta las 7 de la noche y solo venden dos unidades por persona.

Otras dos horas son necesarias para adquirir el pan. La fila es aún más lenta que la anterior; interrumpida cada tanto cuando algún empleado sale del local para comunicar que “el pan se acabó”. Una vez en manos del comprador –que tiene que llevar su propia bolsa–, el bollo es alabado por todos, por su calidad y sobre todo por su precio. “El pan es buenísimo y más barato. Es útil porque tengo seis nietos y no me llega la bolsa CLAP. Con los panales puedo comprar algunas cosas más baratas”, sonríe Carmen Peña.

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La moneda creada por el colectivo “Alexis Vive” también sirve para obtener charcutería y verduras –el kilo de cualquier hortaliza cuesta 20 mil bolívares– cada fin de semana en las ferias que realiza la Comuna 2021 en El Ciempiés. Los números, relata un vecino, los empiezan a entregar a las 3 de la mañana y ya a las 8 no queda nada. Una pollera al lado de la panadería, de la misma gente de la organización, vende el producto a 170 mil bolívares el kilo. Eso sí, cuando les llega.

La existencia de la moneda comunal no exime la utilización del bolívar, su uso es alternativo o complementario. Ambos conos monetarios conviven en el 23 de Enero, aunque uno pareciera poder sobrevivir sin el otro. Si se quiere comprar un solo pan, que vale 6.000 bolívares, hay que mezclarlos: un panal y 1.000 bolívares. Y si se quieren adquirir cuatro panes se necesitarían 24 mil bolívares, o cinco panales. El vuelto para ciertos montos en la moneda comunal no existe: se necesitan bolívares.

El panal no fue concebido para sustituir al metálico venezolano sino para reemplazar a la “verdadera moneda que está afectando la economía local, regional y nacional”, lo que Robert Longa llama el “dólar criminal”. “Ese papel está respaldado por los fusiles y las bombas. El Panal está respaldado por el trabajo”.

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¿Para qué sirven?

No todos los habitantes del 23 de Enero intercambian su dinero por billetes comunales, pero la mayoría de los vecinos sí le encuentran un beneficio: usan los panales para proteger y sortear la escasez del efectivo. Aunque en BanPanal aceptan el papel moneda para el trueque, a nadie le parece conveniente.

Yajaira Camacho, nacida y criada en el 23 de Enero, hace la cola por primera vez para canjear su dinero por panales. Hasta ese momento no había tenido la necesidad. Cuenta a Clímax que se animó a ir al BanPanal solo para conservar su efectivo: el fin de semana comprará dos kilos de azúcar y tres kilos de arroz que ofrece la junta comunal en el sector Sierra Maestra, donde ella vive, y solo aceptan panales o papel moneda. Nada de pagos electrónicos.

Quería guardar el efectivo para el asueto de carnaval. «No se lo voy a dar a los colectivos”, expresaba. Por eso pasó su tarjeta de débito en BanPanal para comprar 21 panales, equivalentes a 105 mil bolívares. Irma Hernández, también habitante del 23 de Enero, valora su efectivo más que nada y los panales le resuelven. “Los panales lo que hacen es evitarnos que malgastemos el efectivo. Paso mi punto para poder comprar pan o verduras, pero no uso mi efectivo porque lo que te da el banco son 10 mil o 20 mil bolívares y para comprar cualquier cosa necesitas mínimo 100 mil”.

Armando Rojas los compra cada cierto tiempo. “Es una ayuda porque conseguir efectivo está rudo. Uno tiene plata en la tarjeta pero no tiene la moneda en la mano. El efectivo no alcanza”, indica el obrero de 52 años. Pero Luisa Núñez ni los utiliza: compra pan con su efectivo en bolívares. Para ella es más sencillo usar su dinero sin canjearlo por panales. “¿Para qué hacer la cola del banco si tengo mi dinero? Cobro mi pensión y el banco me da 400 mil bolívares en efectivo, tres de 100 mil y el resto en sencillo”, manifiesta.

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Quién lo recibe

Mercedes Itriago tiene “toda la vida” atendiendo un abasto del Centro Comercial El Ciempiés en la Zona Central del 23 de Enero. Antes era de su suegra, ahora ella está a cargo. En el local vende de todo un poco: jugos, refrescos, margarina, tortas caseras, bolsas, cubiertos de plástico. Nunca ha tenido punto de venta y vio en los panales la solución para no perder dinero o clientes. Los acepta, siempre y cuando no ponga en peligro sus billetes. “Si tengo que dar vuelto de más de dos mil bolívares, no los recibo”.

Pese a que algunos de los vecinos del 23 de Enero sostienen que los panales son aceptados en varios comercios de la comunidad que no están asociados a la Comuna Panal 2021, en la práctica no hay evidencias de ello. Un joven barbero de un peluquería del mismo sector se niega a recibir la moneda comunal como forma de pago. En una charcutería cercana tampoco los reciben. “¿Para qué, si yo tengo mi punto de venta? Los únicos que se benefician son ellos”, menciona una de las empleadas.

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Los panales extenderán sus fases: el colectivo anuncia que activará un portal web para la moneda comunal y la billetera digital que permitirá a la gente adquirir productos a través de una aplicación en el teléfono. Además, la etapa de reciclaje: el intercambio de plástico, cartón o botellas puede equivaler a la adquisición de panales. “En vez de botar la botella a la basura, la reciclas, la llevas al banco, la cambias y se le da un panal”, ilustró Longa.

Aunque el panal fue pensado como una moneda comunal con alcance local en el 23 de Enero o donde se establezcan relaciones con la Comuna Panal 2021, habitantes de otros sectores de la vecina parroquia Sucre desean que los billetes lleguen a sus zonas. Como es el caso de María Lourdes Romero, quien cada dos o tres días espera más de media hora para tomar la ruta 605 del Metrobús en Agua Salud para cambiar el dinero de su cuenta bancaria.

“Sería bueno que los aceptaran en todos lados de Catia. Yo vivo en Los Flores y como ahí el pan es muy caro o casi no hay, vengo hasta acá. Pero imagínate si pudiera comprar pollo, harina o arroz con eso por donde vivo. Deberían pensar en eso”, comentó el ama de casa de 63 años. Pero los voceros de “Alexis Vive” lo tienen claro: el panal no solo es un proyecto de emergencia. La moneda comunal llegó para quedarse y promete seguir creciendo.

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