“Pasó por la calle y me abrazó. Me dijo, por la edad, tú sabes, ‘échame la bendición’. Yo se la eché”, cuenta con orgullo Gladys Abreu, de 83 años. Confiesa haber votado por Érika Farías, candidata por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para la alcaldía de Libertador en las elecciones municipales. No solo por haberla visto en persona cuando estaba en campaña electoral –asegura que “eso cuenta”– sino porque confía en que sí podrá solucionar los problemas de la parroquia 23 de Enero como “buena revolucionaria”.
Abreu es chavista de corazón y de voto, al igual que Farías, exministra para el Despacho de la Presidencia y miembro de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Lo dice con una sonrisa en la cara y dos carnets en sus manos: en la derecha, el del Movimiento V República (MVR), de cuando militaba en el partido y aún Hugo Chávez vivía; y en la izquierda, el de la patria, que usó el 10 de diciembre para acompañar su voto. “Espero que apoye en el tema del transporte, de la basura, de la inseguridad, aunque, bueno, yo me siento bien segura acá. Nadie me va a robar. Por acá no se vio más nunca un policía con un rolo. Tú sabes que acá está Valentín Santana, que yo lo conozco desde chiquitico, y ella está con él”, suelta entre risas.
“Érika se juntó con quien se tenía que juntar, que es Valentín Santana, el líder de La Piedrita. Ese es su jefe de campaña, el que le lleva las bases de la operación”, asegura Keyvin Tablante, miembro del colectivo cuyo dirigente tiene orden de captura por el Ministerio Público, nunca ejecutada.
La abanderada del PSUV triunfó este domingo 10 de diciembre con 491.328 votos, equivalentes al 66,17% de los sufragios totales. Con su llegada a la alcaldía de Caracas, llega el Frente Francisco de Miranda, que deberá insertarse en una comunidad que se organizó como un ecosistema infranqueable, sin policías visibles, apenas unos guardias nacionales en puntos específicos del Cuartel de la Montaña y grupos paramilitares que controlan y custodian por zonas. La postulante es la directora nacional de la organización, que forma parte del Comando Constituyente Zamora 200, encargado de los procesos logísticos de campaña a nivel nacional durante las elecciones para la ANC.
Para quienes militan en bases comunales y colectivos, no será problema la simbiosis. “En Caracas, el Frente Francisco de Miranda no tenía gran fuerza, pero es una escuela de líderes. Ella juntó juventud con juventud. El Frente es una organización más, amiga”, dice Tablante. Juan José Espinoza, jefe de la UBCH del Preescolar Bolivariano Oly Clemente, lo secunda: “Todo el mundo sataniza a los colectivos, pero lo que hicieron fue poner orden acá. Antes estos bloques eran unos coladores de la plomamentazón, pero acá en el 23 de Enero apartamos la delincuencia”.
Espinoza, quien es el encargado de supervisar los comicios en el centro Oly Clemente, asegura que ya Farías y su combo ha entablado conversaciones con los líderes comunales y de colectivos de la parroquia desde que Jorge Rodríguez la designó como su sucesora al cargo el 1° de noviembre de este año. Cada comunidad se encargó de elevar sus problemáticas más notorias, que se encauzan en comunes denominadores: la recolección de desperdicios, la falta de alumbrado eléctrico, agua y gas, además de un serivicio confiable de transporte público.
Además, se ha sentado con encargados de las distintas misiones que brindan ayuda gubernamental en el sector. Zuleima Zambrano es testigo de ello. A sus 52 años es miembro del Movimiento Somos Venezuela y coordina que los misioneros toquen las puertas de los vecinos, casa por casa, para conocer sus denuncias. Zambrano asegura que esas demandas ya están en manos de Farías, con la confianza de que el Plan de la Patria del fallecido expresidente Hugo Chávez se ejecute de una vez por todas. Quiere verlo materializado. “En cualquier otro país por menos de esto que sufrimos ya hubiesen tumbado a Maduro, pero acá el pueblo tiene una conciencia revolucionaria extraordinaria, mucha madurez política. Aquí sí queremos chavismo”, dice.
“Hay una expectativa organizativa una vez gane la elección, de proyectos comunitarios y radicalización, para sacar de una vez el sistema burocrático. Eso se haría a través del poder comunal y de los colectivos, que ya hemos venido trabajando con ellos desde hace años”, asegura Yulidey Berdu de 40 años. Además de integrante de la UBCH, es miembro del Frente Francisco de Miranda, como su candidata. Resalta su enlace y vinculación con las organizaciones Alexis Vive y las células del PSUV, para garantizar seguridad.
A las afueras de la Unidad Educativa 23 de Enero, en la zona de Mirador, Berdu supervisa el proceso de votación. No hay militar del Plan República que siquiera se preocupe en ordenarle a quitarse su gorra, con un mensaje a favor de Farías. Ella, con sonrisas, saluda a las personas que salieron del punto rojo del PSUV.
Cerca del Consejo Comunal La Piedrita, el partido instaló un colchón inflable para el disfrute de los niños. Tablante llama por un parlante esporádicamente a quienes no han sufragado con la certeza de que el proceso es sencillo y rápido; y la cola, inexistente. Como delegado de la tolda oficialista en la parroquia, se encarga de que las elecciones del 10 de diciembre sean lo más atractivas posibles. El esfuerzo del partido ya había movilizado a unas 24 mil personas antes de mediodía, aseguraba el también delegado de la organización de gobierno.
En el 23 de Enero está claro: hay un partido que seguir, y una victoria que asegurar.
Socialismo o muerte
No extraña que el proselitismo político se apropie de la parroquia, sin importar que violen las reglas establecidas en la Ley Orgánica de Procesos Electorales. En el 23 de Enero, el chavismo y las votaciones son uno. Se distingue apenas se aproxima a un centro electoral: franelas a favor de los candidatos, puntos rojos a pocos metros de las mesas de votación, jingles en apoyo al partido de gobierno y el candidato de turno.
Para estos comicios, Farías fue la designada por Jorge Rodríguez, quien cumplió dos períodos en el despacho, después de que Freddy Bernal hiciera lo mismo entre 2000 y 2008. Panfletos con su cara adornan los postes de alumbrado eléctrico –muchos inservibles- de la parroquia. Su cara es la única que se ve en propaganda. La de Eduardo Samán, también chavista y candidato al mismo puesto por el partido Patria Para Todos (PPT) y Partido Comunista de Venezuela (PCV), no se vislumbra. Del resto, ni hablar.
La lealtad al PSUV fue la línea central de Farías, explica Tablante, cuando se reunió con miembros de colectivos como La Piedrita, Alexis Vive, las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH), Tres Raíces. “Se enfocó en consolidar la revolución y para eso hay que tener el poder. Estamos en una coyuntura, en guerra, y aquí la unidad es fundamental. Siempre hemos predicado la unidad. Estamos contra el sectarismo. Con tal de que no sean escuálidos y no anden diciendo mentiras, estamos bien”, afirma el joven.
Los habitantes de la parroquia apenas se distanciaron del partido de gobierno durante las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Jorge Millán, abanderado para entonces por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), logró 24.377 votos en el sector. Fue el ganador del circuito 2 de Distrito Capital, conformado además por las parroquias San Juan, Santa Teresa, Catedral y Altagracia. “Y esos diputados de oposición venían y se tomaban unas fotos con los bloques de fondo y ahí mismo se iban. No se quedan, y es que no suben al barrio”, desacredita el delegado del PSUV de 30 años.
Es una queja recurrente. No hubo candidato opositor que subiera el cerro. Poco conocen sobre Manuel Isidro Molina, apoyado por Unidad Política Popular 89 (UPP 89); Maribel Castillo, por Avanzada Progresista (AP); Nicmer Evans, por Nueva Visión para mi País (Nuvipa); y Oscar Arnal, por Copei y quien retiró su candidatura a horas del 10 de diciembre.
Quienes confían en la presidencia de Nicolás Maduro, por ende, la candidatura de Farías, fueron quienes acudieron a los centros de votación, sin “operación morrocoy” ni máquinas defectuosas que les amargara el día nublado. Lo hacen a pesar de que las costuras de la gestión de Rodríguez se reflejen en los contenedores de basura a reventar, en el alumbrado público inoperante, en la ausencia de camioneticas que recorran la zona.
La eterna espera
“Nosotros creemos en ella”, dice firmemente Zaida Villegas, vecina del sector Mirador. Este 10 de diciembre le dio su voto de confianza en la Unidad Educativa 23 de Enero –con 6.954 electores, el mayor número de la parroquia-, pues ha visto cómo se ha materializado el trabajo comunitario en la zona durante este año. “Nos ha dado buenas respuestas. Nos arregló las canchas de este liceo, también acomodó otras por Monte Piedad, nos dio kits deportivos. Se nota el impulso y el apoyo que da”, asevera saboreando el populismo.
En la expectativa reposa la esperanza de los votantes desilusionados con la gestión de Rodríguez, pero con la certeza de que el PSUV augura mejoras. Carlos Pacheco se considera un luchador social a pesar de no pertenecer a ningún partido. Aunque reconoce a Samán como un revolucionario que “por saber del área de la salud podría ayudarnos con la falta de medicinas que está duro”, no duda en que Farías desempeñará una buena gestión. El contacto con la comunidad es su garantía. “Se sabe que sigue la línea del partido por la paz y la solución de problemas. Esperemos que arregle lo de la basura, la salud, la vialidad, que eso se dejó de lado”.
No hay “fiesta electoral” que acompañe a los vecinos del Cuartel de la Montaña. Es un domingo callado, a pesar de tener un centro de votación justo en frente. Por Chávez, su “comandante”, votó Arturo Contreras en el Preescolar Bolivariano Oly Clemente. Pero las expectativas se le pierden en el habla. En el bloque 7, cerca de donde vive, la basura se acumula y sobrepasa los contenedores. “Estoy seguro que Jorge Rodríguez no nos cumplió y ahí lo ves, en esa basura”, dice el hombre de 43 años. Sin embargo, se mantiene firme, descontento, pero firme: “Nosotros queremos que estas promesas se cumplan, porque lo que hacen es prometer y después se olvidan, como pasó con Jorge. Pero bueno, nosotros cumplimos con nuestro voto”.
