Ciudad

Seguir el ejemplo que Caracas dio

Un llamado a ejercer los derechos políticos y levantar la voz en el espacio natural de la ciudadanía: la calle Este primero de septiembre Caracas será tomada por los ciudadanos que exigimos se anuncie la fecha definitiva del referéndum revocatorio. Esto es un derecho constitucional que nos pertenece a todos los venezolanos que vemos en esa opción el camino hacia una salida de la opresión, la tiranía y la miseria con la cual los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro han pisado con vileza nuestras vidas. Nadie escoge el momento histórico en el cual le toca nacer pero sí elige el modo en el que le toca vivir. Es una crueldad que una dictadura le cierre todas las puertas a 30 millones de personas menos la de la salida en el aeropuerto. Diga lo que diga el Noticiero de la Patria, el único mérito palpable de la Revolución Bolivariana en diecisiete años fue desfalcar al país con las mayores reservas de petróleo en el mundo. Eso no es poca cosa. Premiar al hampa, condecorar la corrupción y glorificar la censura es amurallarse entre las ruinas de un país. Por demasiado tiempo se les han dado cargos a venezolanos claramente incompetentes para ello. Nicolás Maduro no es ejemplo de conducción sino de choque. Cuando se cerca a la morgue para esconder los muertos, se usan las cárceles para ocultar políticos y se utiliza a los militares para revisar bolsas de supermercado, es hora de intentar con otro hombre o mujer que sepa realmente de política, de país y de humanidad. La marcha del primero de septiembre es un encuentro nacional de millones de venezolanos que soñamos con el cese de la tiranía en el poder. Queremos de manera pacífica solicitar que se nos respete el derecho de reencausar a Venezuela hacia el camino de las posibilidades y el territorio de la producción con nuevos líderes que comulguen con esa visión de país. Venezuela no soporta un año más de hambre. Un hambre por alimentos, medicinas, y oportunidades que la Revolución Bolivariana, claramente, no tiene intenciones de satisfacer. No sorprenden las acciones previas del Gobierno Nacional para contrarrestar los efectos de esta marcha. Con la detención de líderes de la oposición, el ataque a medios impresos, la prohibición de vuelos y la revisión exhaustiva de ciudadanos en alcabalas por todo el país, se atrincheran para una guerra que solo existe en sus cabezas. La agenda del venezolano es mucho más sencilla: queremos entrar por fin al Siglo XXI. Eso es imposible con la imposición dictatorial de una ideología comunista que está dispuesta a esperar por la muerte o el éxodo de varias generaciones de venezolanos hasta ver cumplido su objetivo. Por eso la necesidad del cambio. La importancia de participar en la marcha del primero de septiembre es confirmarle una vez más a Nicolás Maduro y a sus porristas en el Consejo Nacional Electoral que cada vez que el despotismo levante su voz, habrá que seguir el ejemplo que Caracas dio. Sin importar los burdos intentos del gobierno de minimizar la grandeza de la marcha y la nobleza de la gente que desde hace días ha emprendido el viaje hacia Caracas a pie, a caballo o en autobús, los venezolanos queremos referéndum revocatorio en este 2016. ¡Y lo vamos a conseguir! A fin de cuentas, el venezolano ya no tiene nada que perder.

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